Los susanistas temen que Patxi López y Pedro Sánchez se unan en la recta final de las primarias
Cercanos a las presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, temen que en el tramo final de la carrera por liderar el PSOE sus rivales formen un tándem para impedir su victoria. Es algo que en el equipo de Sánchez ya se habló mucho antes de presentarse, cuando el diputado vasco Patxi López dio primero el salto a las primarias.
Sin embargo, los de Sánchez enseguida descartaron esa opción vendiendo las rencillas y «traición» por parte de López y su séquito, entre los que destacan el ex secretario de Organización, Óscar López o el que fuera fiel escudero del ex secretario general, César Luena. La caja de Pandora vuelve a abrirse esta semana tras el anuncio de Díaz de presentar su candidatura este domingo con un gran acto en Madrid al que asistirán los primeros espadas del partido. «Hay muchos corrillos y comentarios tratando de saber cómo están organizando los de Díaz su acto», comenta un diputado en los pasillos del Congreso.
Según fuentes socialistas y en un primer momento, Sánchez no descartó acercar posturas a la candidatura de López e intentar que aceptase un tándem de manera que el vasco fuese secretario general y éste candidato a La Moncloa. La idea de centralizar todo el voto crítico y el de las bases que pueda arrastrar López sigue en mente con tal de derrotar a Díaz. «Podría ser, pero muy al final del proceso o si gana Pedro», sostiene una diputada cercana a Sánchez.
El plan comenzó a hacerse público por parte de los de Sánchez con el anuncio el pasado 4 de marzo del diputado Odón Elorza con motivo del acto de presentación de la plataforma a favor de Pedro en Palma. Elorza dijo claramente que habría que «estudiar» una candidatura conjunta entre Sánchez y López para presidir el PSOE. Aunque según el ex alcalde de San Sebastián habría que plantearse también «por qué se ha roto esa unión que había antes».
En su día y para trazar esta estrategia de acercamiento, los ‘pedristas’ pusieron el ojo en Rodolfo Ares, el hombre fuerte detrás de la candidatura de López y ligado a su vez al ex secretario general Alfredo Pérez Rubalcaba, a quien se asocia con Díaz. Sin embargo y en enero, la relación Ares-Rubalcaba era más distante que la que mantenía éste con Luena, que ahora apoya a López. Confiaban que a través de este grupo de «arrepentidos», como los llaman algunos a los que no se encuentran muy cómodos apoyando a López, redoblaran la voluntad del vasco para confluir ambas candidaturas.
Sin embargo y desde el equipo de López niegan rotundamente esta opción asegurando que «llegará hasta el final aunque muchos no se lo crean». La estrategia va en consonancia con los deseos de la presidenta balear Francina Armengol, quien señaló que le encantaría «que Sánchez y López se pusieran de acuerdo». Eso sí, «en un pacto liderado por López, en su opinión, la persona que mejor puede liderar la unión de los socialistas».
Tal y como apuntó este medio, el peso orgánico de López no lo tiene Sánchez y, de hecho, barones en su día próximos a Sánchez como la secretaria general de los socialistas vascos, Idoia Mendia, se fueron posicionando a su favor. Un handicap, nada menor, que Sánchez ha intentado solventar, en los últimos tiempos, manteniendo encuentros discretos con distintos cuadros del partido.
Citas en las que se incluye también a referentes del partido, no posicionados aún con ningún candidato como Juan Carlos Rodríguez Ibarra, con quien comió hace un mes en Toledo o abiertamente críticos con Díaz. Entre ellos, otros como el diputado madrileño Rafael Simancas, en su día afín al ex secretario general y con quien Sánchez se citó también hace unos días. «Pedro no quiere romper puentes», es la lectura que se traslada desde su equipo.
En los sectores ‘pedristas’ se cuela además la idea de que el entorno de López se arrepiente de haber apostado por él. Al fin y al cabo, señalan, el ex lehendakari «tiene su puesto asegurado» en el Congreso. Pero no así los que ahora forman su núcleo duro.