‘Sor Carmena’: La alcaldesa se siente «la madre superiora» que pone orden en sus filas
La semana previa a las fiestas del 2 de mayo ha dejado una curiosa anécdota. Manuela Carmena, ante concejales y miembros de la prensa, se ha mostrado relajada y distendida hasta el punto de hacer una confesión: «Soy la madre superiora del Ayuntamiento».
Las conversaciones paralelas al pleno municipal de Madrid dan mucho de sí. Esta semana, en la sesión ordinaria correspondiente al mes de abril, la alcaldesa ha mostrado su cara más amable pese a que durante estos siete días su gestión ha vuelto a ser puesta en entredicho. Primero, por la denuncia de C’s de los viajes en business de Luis Cueto alrededor del mundo y, después, por el caso de la dimisión de la mano derecha de Sánchez Mato en el consistorio por presidir una empresa ‘offshore’ radicada en Panamá, información desvelada por OKDIARIO.
El chascarrillo no ha dejado indiferente a los miembros de la corporación municipal
Manuela Carmena en un ambiente distendido ha querido quitar hierro a una complicada semana con sentido del humor. La regidora confiesa que siente una monja, «soy la madre superiora del Ayuntamiento», señala entre risas.
La ex jueza se identifica con una religiosa, la hermana Carmena Castillo dice a su gente, como ha podido constatar OKDIARIO, y se considera la «madre superiora» del Consistorio. Tiene que poner orden en el hemiciclo entre los diferentes grupos de la oposición (PP, PSOE y Ciudadanos) y, sobre todo, entre sus propios concejales.
Las diferentes facciones que conforman Ahora Madrid: Podemos, Ganemos, Izquierda Unida, Equo, Anticapitalistas… no dejan de producir quebraderos de cabeza a la ex magistrada de 72 años. Las discrepancias sobre las operaciones urbanísticas, las okupaciones o los titiriteros son algunos de los motivos de esta sorprendente sensación interior.
Lleva una vida monjil
Este chascarrillo también se justificaría porque la vida de ocio de la alcaldesa se ha reducido en gran medida desde que tomara posesión del bastón de mando. Reiteradamente señala que era una despreocupada jubilada sin necesidad de meterse en estos «embolados políticos». Añora los tiempos en los que solía dar paseos caminando o en bicicleta, como dice habitualmente en entrevistas.
También quedan atrás las primeras semanas de legislatura. Varios medios publicaron que, según el entorno la regidora en Cibeles, Carmena desprendió algunas lágrimas fruto de la tensión y las angustias de los primeros días, así como de las comprensibles expectativas frustradas.
Regaña a su líder descarriado
Tras el aspecto amable de la alcaldesa también está la necesaria contundencia a la hora de reprender los malos comportamientos. No se corta a la hora de quitar competencias cuando alguien comete errores, como fue el caso de Celia Mayer con la memoria histórica y José Manuel Calvo con las negociaciones con Wanda y el Edificio España.
Tampoco se ahorra palabras para reprobar personalmente algunas actitudes a Pablo Iglesias. Este viernes en Cintora a pie de calle ha tachado de «representación teatral» lo que hace el líder de Podemos así como del PSOE, Pedro Sánchez.
Asistirá de nuevo a una misa
Aunque sus declaraciones sobre temas sensibles para los católicos no han sentado bien, la alcaldesa va a volver a acudir a un evento religioso. En un intento de contentar a todas las sensibilidades.
Se ha comprometido a ir a la misa de San Isidro. El 15 de mayo, en los que serán sus primeras fiestas patronales como número uno entregará las Medallas de Oro de la Ciudad, asistirá a la eucaristía oficiada por el el cardenal arzobispo de Madrid, Carlos Osoro, en la pradera de San Isidro y finalmente degustará el tradicional cocido en la padrera.
También encontramos en su agenda oficial por esta festividad el concierto de Santiago Auserón, el recital de un coro infantil o fuegos artificiales en el estanque del parque del Retiro.