Sectores de Ciudadanos recuerdan a Aguado que él no estuvo en la marcha del 8M del año pasado
El vicepresidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio Aguado, no acudió el año pasado a la manifestación en Madrid del 8M por el Día Internacional de la Mujer, a la que sí asistió su compañera en Ciudadanos, la vicealcaldesa de la capital, Begoña Villacís.
Una cuestión que resulta paradójica después de que ambos mandatarios ‘naranjas’ hayan evidenciado este miércoles una discrepancia total respecto a acudir o no este año a la marcha feminista por la incidencia del Covid.
Mientras que la segunda de José Luis Martínez Almeida en el Consistorio madrileño ha defendido que es una absoluta «irresponsabilidad» celebrar este año el 8M con manifestaciones multitudinarias, Aguado ha afirmado que le parece «legítimo» que se celebren y que él mismo tiene intención de acudir.
Una presencia que, tal y como recuerdan sectores de Ciudadanos con cierto malestar por haber protagonizado un desencuentro público hoy tan sonado con Villacís, no siempre se ha producido.
Sin ir más lejos, el año pasado Aguado no fue uno del puñado de dirigentes ‘naranjas’ que se sumaron a la marcha. Una convocatoria que se vieron obligados a abandonar ante los insultos de buena parte de los manifestantes que, consideraban, no tenían derecho a estar ahí.
Algunos de los miembros de C’s que sí acudieron fueron, además de Villacís, Edmundo Bal, César Zafra, Marcos de Quintos, Marta Rivera, Lorena Roldán, Sara Jiménez, Miguel Gutiérrez o Alberto Reyero. Ni rastro de Ignacio Aguado.
Sin embargo, este año el portavoz del Gobierno regional, a pesar de la pandemia y de las fuertes discrepancias sobre este extremo en el seno de su formación, sí quiere manifestarse por el 8M.
«Creo que hay que hacer siempre caso a las autoridades sanitarias, también a la hora de celebrar manifestaciones. Siempre que cuenten con la autorización de Sanidad, me parece correcto, adecuado, legítimo, que haya personas que quieran manifestarse», ha manifestado en la rueda de prensa posterior al Consejo de Gobierno.
Una posición totalmente opuesta a la de Villacís que aseguraba también en el día de hoy que Ciudadanos no participará en las celebraciones del 8M «de ninguna de las maneras» porque es una «absoluta irresponsabilidad» por la situación de la pandemia y las restricciones vigentes.
«Nadie entiende por qué no puede haber más de dos convivientes de dos unidades familiares en una casa, no puede haber más de seis personas sentadas en una mesa, pero sí puede haber 500 personas sin ningún tipo de regulación, sin ningún tipo de protocolo y sin ningún tipo de seguridad», ha opinado.
¿No pueden reunirse más de 6 personas en un restaurante pero sí 500 en una manifestación?
El 8M del año pasado fue una tremenda irresponsabilidad y este año pretenden repetirla. Conmigo que no cuenten
No se puede jugar así con la salud de los españoles. No todo vale en política pic.twitter.com/5Ntd5SXtGK
— Begoña Villacís (@begonavillacis) February 24, 2021
La vicealcaldesa, que defiende un «feminismo plural e inclusivo» y que ha ido a todas las convocatorias del 8M desde que milita en C’s, reconoció pocos días después de participar en la marcha del año pasado que se arrepentía «mucho» de haber asistido y que lo hizo porque en ese momento desconocía los graves datos de la pandemia ocultados por el Gobierno de Pedro Sánchez.
Villacís explicó que fue a la manifestación porque porque fue promovida activamente por el Gobierno y, con la información con la que contaba en aquel momento «la misma que tenían 150.000 mujeres más», le pareció correcto manifestarse.
Un error que no quiere volver a cometer este año, a diferencia de su compañero de filas Ignacio Aguado que, pese a no haber concurrido nunca a las marchas del 8M, le parece oportuno hacerlo precisamente durante una pandemia.
Manifestaciones de 500 personas
La delegación del Gobierno en Madrid, con el socialista José Manuel Franco a la cabeza, ha autorizado las manifestaciones por el Día Internacional de la Mujer de hasta 500 personas.
Franco no se arrepiente de no haber prohibido en su día las convocatorias del 8M -41 en la Comunidad de Madrid- a pesar de que se convirtieron en un importante foco de contagio del covid y de que se demostró después que el Ejecutivo central ya tenía en su poder información que desaconsejaba fuertemente las concentraciones multitudinarias.
«Estoy satisfecho de haberlo hecho. Esto pudo ser un contagio pero lo que sería prevaricar en aquel momento sería prohibirlo. Acertar la quiniela los lunes es fácil y si supiéramos lo que iba a pasar también prohibiríamos espectáculos deportivos, culturales u oposiciones», ha indicado este miércoles.