La nueva ministra ‘verde’ de Sánchez justifica la importación de gas ruso porque «la UE no lo sanciona»

Sara Aagesen, sustituta de Teresa Ribera en la vicepresidencia tercera del Gobierno y en el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, justificó en el Congreso de los Diputados la importación de gas ruso por parte de empresas españoles porque «no hay sanción» de la Unión Europea al respecto. Así respondió al PP la todavía secretaria de Estado de Energía en una comparecencia en el Senado en abril del año pasado.

A la pregunta del senador popular Francisco Javier Márquez Sánchez sobre el incremento de la compra de gas natura a Rusia, Sara Aagesen respondió en la Comisión de Transición Ecológica de la Cámara Alta que «en este caso no hay ninguna sanción, y las comercializadoras y las empresas son las que tienen la potestad para actuar en un mercado que está liberalizado».

«Nosotros, cuando se ha activado cualquier sanción por parte de Europa, hemos actuado. Estamos en un mercado interior y así es como hay que operar. Además de eso, insisto, hemos pedido responsabilidad por parte de las empresas», declaró la alto cargo del Gobierno. Se da la circunstancia de que sí existen sanciones de la UE en esta materia al régimen de Vladímir Putin pero no a las importaciones de gas ruso por parte Estados miembros.

Sara Aagesen reconoció al senador del PP que la importación española de «gas ruso, GNL en este caso, de media ha sido el 10%, y «en el año 2022 ha sido un 12%». «Una pequeña diferencia en un contexto de crisis», manifestó, añadiendo que «lo importante es que el gas ruso llega a España por contratos a plazo que se firmaron por dos grandes compañías en el año 2018, y eso va a seguir siendo así, siempre y cuando las compañías no tomen determinadas decisiones».

«Desde el principio, la vicepresidenta y yo misma hemos tenido ocasiones numerosas para solicitar a las empresas, que son las competentes en hacer esas relaciones comerciales, tener una responsabilidad clara, una responsabilidad social en una situación de guerra, y eso es lo que vamos a pedir y seguimos pidiendo a esas compañías», alegó la secretaria de Estado.

Ante ello, el senador del PP Márquez Sánchez subrayó que «no estamos hablando de la crisis de Ucrania ni de la guerra de Ucrania, sino que estamos hablando de la invasión de Rusia sobre Ucrania», con una «crisis energética alimentaria» y una «matanza de civiles», mientras «nosotros (por España) estamos fomentando la industria gasística de Rusia», criticó al Gobierno.

«En el fondo -prosiguió el parlamentario del Grupo Popular-, estamos invirtiendo en Rusia, que está atacando a Europa. España está comprándole gas a Rusia desde hace mucho tiempo, y por mucho que se le mande una carta a las empresas y se le eche la responsabilidad, la verdad es que no parece que se haya hecho mucho», lamentó Márquez Sánchez.

En otra respuesta parlamentaria al PP, en este caso por escrito y en el Congreso, el Ministerio de Teresa Ribera y Sara Aagesen admitió que en 2023 la importación de gas ruso fue del 15%. «La participación del gas ruso en la cartera de importaciones españolas ha sido siempre moderada: en el año 2020, constituían solamente un 10% de los suministros totales, siendo un 9% en 2021, un 12% en 2022 y un 15% en 2023», señaló el Gobierno. La invasión de Ucrania por parte de Rusia estalló en febrero de 2022.

Parlamento Europeo

Más recientemente, el pasado 14 de noviembre, el pleno del Parlamento Europeo aprobó una resolución en la que condenó la compra de gas ruso por parte de los Estados miembros que, como España, aún no han prohibido todas las importaciones de combustibles fósiles rusos.

Precisamente, éste fue uno de los temas que Teresa Ribera intentó esquivar el pasado martes durante su audiencia en la Eurocámara como candidata a comisaria europea, cuando fue interrogada sobre los casi 8.000 millones de euros comprados por España de gas ruso desde 2022. La próxima vicepresidenta ejecutiva de Transición Limpia, Justa y Competitiva y responsable de la cartera de Competencia del nuevo Colegio de Comisarios de Ursula von der Leyen culpó al «libre mercado» para evitar asumir su responsabilidad.

La Eurocámara denunció que las importaciones europeas de hidrocarburos rusos, incluido el GNL, debilitan las sanciones contra Rusia y el apoyo financiero y militar a Ucrania. En una resolución aprobada sobre la flota rusa de «petroleros en la sombra», con la que Moscú evade las sanciones internacionales a sus exportaciones de energía, el Parlamento Europeo pidió igualmente a sus Estados miembros que prohíban todas las importaciones de combustibles fósiles rusos, también el GNL.

Entre 2022 y 2023, España gastó 6.422 millones de euros en gas ruso, y según los últimos datos, de agosto de 2024, la cifra ascendió a 1.400 millones de euros adicionales. En total, desde que comenzó la guerra de Ucrania, el Gobierno de Sánchez ha comprado a Rusia gas por un valor total de 7.822 millones de euros, denuncia el PP.

En este contexto, Raúl De la Hoz, portavoz adjunto del PP en el Parlamento Europeo, recalcó que «mientras la mayor parte de los países europeos han realizado grandes esfuerzos para reducir su dependencia del gas y el petróleo provenientes de Rusia para cumplir las sanciones europeas, con Teresa Ribera como responsable de Energía en el Gobierno de España, nuestro país sigue siendo uno de los principales importadores europeos de gas ruso en la UE».

La inacción del Ejecutivo español contrasta aquí con el ejemplo de Italia, que se marcó en 2022 el objetivo de «independizarse» del gas ruso, y en abril de 2024 estaba en condiciones de prescindir de las importaciones rusas, denunció el PP.

«Si comparamos las compras españolas de gas ruso con su apoyo militar y financiero a Ucrania, desde 2022 España ha transferido a Rusia 7.822 millones de euros en compras de energía, 6,4 veces más dinero que los 1.218 millones de euros en ayuda directa a Ucrania», remacharon los populares.