Sánchez se venga de los militares franquistas que le criticaron: les retirará las condecoraciones de la dictadura
El presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, ya ha exhumado a Franco. Pero ahora comienza la venganza contra quienes se han opuesto a su proyecto de sacar al dictador del Valle de los Caídos. El presidente socialista prepara ya una ofensiva contra la Fundación Franco para ilegalizarla y, además, pretende retirar las condecoraciones concedidas a los militares franquistas que lograron los méritos durante la dictadura. La medida supondrá un golpe emocional para muchos antiguos militares, en concreto, para muchos de los 600 oficiales retirados que firmaron hace un año un manifiesto en contra de la exhumación de Franco.
El plan viene recogido como uno de los compromisos electorales del PSOE de cara al nuevo mandato, siempre y cuando, claró está, Sánchez consiga hacerse con el poder en la próxima cita electoral del 10-N.
“Propondremos retirar las condecoraciones vinculadas a actuaciones durante la dictadura”, señala el documento electoral barajado en las últimas fechas por el PSOE.
La ambigüedad del compromiso deja la puerta abierta a que Pedro Sánchez pueda retirar las condecoraciones que quiera, puesto que actuaciones militares durante la dictadura realmente fueron todas las realizadas en aquella época, tuvieran o no tuvieran nada que ver con la forma de Gobierno dictatorial.
La medida parece llevar el nombre y apellidos de un colectivo que hace poco más de un año generó un quebradero de cabeza a Sánchez y atrajo la polémica. Un colectivo de militares franquistas que llegó a sumar un total de 600 firmantes que lanzaron a la opinión pública un manifiesto en defensa de “la figura del militar de Franco”, tal y como adelantó en su momento OKDIARIO.
Se trataba de más de 600 militares en la reserva divididos en distintos grupos. El primer grupo de firmantes estaba compuesto por generales de brigada y de división, coroneles, teniente coroneles, almirantes, capitanes de fragata o de navío. Todos ellos altos militares que defendían la “figura militar del general Franco” frente a lo que calificaban como una “campaña infame” contra el papel histórico del dictador. Con este fin, todos ellos firmaron la ‘Declaración de respeto y desagravio al general Don Francisco Franco Bahamonde soldado de España’.
Militares en la reserva
Por debajo de ellos aparecían igualmente militares franquistas en la reserva de menor rango. Y todos ellos aseguraban que se había lanzado una campaña intencionada que perseguía reescribir la historia. Y reclamaban su “derecho” a defender al dictador porque “el homenaje a los héroes que la forjaron [la historia] y a todos los que entregaron su vida por España es un deber de gratitud y un motivo de estímulo para la continuación de su obra”, tal y como señalaban expresamente.
Entre los firmantes se encontraron generales de alto renombre en el Ejército español. Con nombres como los de José Sierra Rabuenca, Luis Gomez-Hortigüela Amillo, Carlos Blond Álvarez del Manzano, Javier Bohorquez López-Lóriga, José Miguel Aldea Marín, Jesús Alfredo Ruiz Fernandez, Francisco Martínez Esparza Valiente, José Fernando Abos Coto, José María Sanchez de Toca y Catalá, Enrique Cano de las Heras, Salvador Fontela Ballesta, Agustín Muñoz-Grandes Galilea, Juan Chicharro Ortega, Luis Casteleiro Villalba, Blas Piñar Lopez y Alberto Asarta Cuevas. Y almirantes, como José María Treviño Ruiz y Juan J. Sacristán Fernández.
Ellos señalaban que no querían entrar a debatir el papel político del dictador Franco. Ni tampoco pretendían entrar a fondo en el debate de los factores actuales que han llevado a que se exhumen sus restos. Ellos centran su defensa en el ámbito militar: al “militar general Franco”. Y firmaban contra lo que ellos calificaban como un ataque injustificado por el “empeño visceral de revancha de la izquierda”. Ahora Sánchez les reserva una sorpresa: la retirada de las condecoraciones militares ganadas durante el franquismo.