Sánchez también utiliza el Falcon para acudir a la gala de los Premios Goya
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha vuelto a hacer uso del Falcon este sábado para acudir a la ceremonia de los Premios Goya celebrado en Valencia. Es curioso que el jefe del Ejecutivo socialcomunista que ha exigido «respeto al medioambiente», siga utilizando de manera constante un transporte que es más contaminante que un avión comercial, el tren o el coche oficial.
El Ejecutivo ha alegado en varias ocasiones un «criterio de seguridad» para no rendir cuentas del uso que hace el presidente de las aeronaves del Ejército del Aire.
Hace varios días, Sánchez acudía en Gijón a una actividad catalogada como de segunda categoría o nivel, siempre dentro de la agenda presidencial, para luego participar en un mitin, en este caso de los socialistas asturianos.
Pero la lista de trayectos del presidente Sánchez viajando en Falcón y Super Puma es interminable. Incluso, en algunas ocasiones ha tenido que emplear las dos aeronaves en una misma jornada como cuando acudió el pasado mes de diciembre a la elección de Salvador Illa como líder del PSC.
«Respeto al medio ambiente»
El jefe del Ejecutivo exigió el pasado mes de enero «respeto al medio ambiente» en unas declaraciones públicas tras volar en el Falcon hasta Almería. Sólo en ese día de la semana, el presidente Sánchez generó ocho trayectos de aeronaves del Ejército de Aire. Primero, el helicóptero Super Puma voló desde Cuatro Vientos hasta el Palacio de Moncloa y de ahí le llevó a la base aérea de Torrejón de Ardoz (Madrid), donde tomó el Falcon hasta el aeropuerto de Almería.
El Super Puma voló hacia su base de Cuatro Vientos tras dejar a Sánchez en Torrejón y luego por la tarde se desplazó también para llevar al presidente socialista de regreso a La Moncloa. Más la vuelta del helicóptero a Cuatro Vientos. Unido todo ello a la ida y vuelta en Falcon, en total fueron ocho trayectos, con su consiguiente efecto contaminante.
El primer viaje que el presidente Pedro Sánchez realizó en Falcon y con el que comenzó a arreciar la polémica sobre La Moncloa fue al mes de ser elegido como jefe del Ejecutivo. Utilizó el avión para acudir junto con su esposa a un concierto de The Killers, que se celebraba en el Festival de Benicassim de Castellón. En esa ocasión comenzaba a jugar con el despiste y aprovechó el viaje para realizar una visita institucional al Ayuntamiento de Castellón.
Poco tiempo después, lejos de tratar de evitar este transporte, ha realizado desplazamientos privados como para sus vacaciones, diversos actos del PSOE e, incluso, lo llegó a utilizar para la boda de su cuñado, evento al que se desplazó usando el Super Puma. Todo un despropósito, pero del que no da cuentas.