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Sánchez y sus ministros deberían plantar 332.000 árboles para compensar el C02 de sus vuelos en Falcon

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y sus ministros han realizado en esta legislatura más de 3.000 vuelos a bordo de las aeronaves militares del 45 Grupo de las Fuerzas Armadas. La flota de Falcon y Airbus A310 en los que se desplazan no siempre por obligaciones de su agenda pública. Los aviones, señalados por el propio Ejecutivo como el medio de transporte más contaminante, emitieron a la atmósfera en esos trayectos más de 55.000 toneladas de dióxido de carbono (CO2). Una huella medioambiental que haría necesario plantar más de 332.000 árboles para compensarla, según las cifras que maneja el Congreso Nacional de Agentes Forestales y Medioambientales. Son más que todos los que hay actualmente plantados en Madrid.

Pedro Sánchez ha sido el presidente del Gobierno que más ha volado a bordo del Falcon. Pese a los intentos de Sánchez de no ofrecer datos sobre el uso de estas aeronaves, amparándose en la Ley de Secretos Oficiales de Franco, o a ciertas prohibiciones que ha impuesto Moncloa para que no se conozcan las horas de vuelo de la flota (como prohibir las tradicionales fotos de sus tripulaciones cuando alcanzan un número redondo), existen herramientas suficientes para certificar que ha sido una legislatura ajetreada para el personal militar del 45 Grupo.

Una de ellas son los registros de radar que dejan las aeronaves cada vez que realizan un vuelo. Multitud de plataformas permiten conocer detalles sobre su actividad, mediante el rastreo de sus señales. Eso ha permitido que se recopilen sistemáticamente todos los vuelos y, con ellos, se extraigan estadísticas. Es lo que hace el portal Falcon Despega, que ha seguido los vuelos de toda la legislatura, que ya alcanzan los 3.132.

En datos totales, las aeronaves han estado en vuelo, en suma, 288 días completos. Han gastado más de 17 millones de euros en queroseno, a razón de 19,9 millones de litros. Pero si hay una cifra especialmente reseñable es la de toneladas de CO2 emitidas a la atmósfera: 55.494. El equivalente a un vehículo circulando ininterrumpidamente por las carreteras españolas durante 5.176 años.

Huella de carbono

Eso es, precisamente, lo que se conoce como huella de carbono. Un concepto que el Gobierno ha utilizado en múltiples ocasiones para, entre otras cosas, proponer restringir los vuelos cortos en la Península y buscar alternativas más cortas. Para los ciudadanos, no para el Ejecutivo: Sánchez y 7 de sus ministros llegaron a usar en 2022 un avión de 288 plazas para desplazarse a Castellón, que tiene una estación de AVE.

Una de las soluciones que el PSOE ha propuesto para reducir esa huella de carbono es plantar árboles. Lo hizo tras el 40 Congreso del partido celebrado en Valencia, donde simbólicamente se plantaron árboles para compensar las emisiones de esta reunión socialista. El mismo Sánchez lo hizo durante su viaje a Kenia.

Pedro Sánchez plantando un árbol en Kenia.

Más de 300.000 árboles

Existe incluso un cálculo aproximado de los árboles que se deben plantar para compensar las emisiones de CO2 de un viaje en coche o cualquier otra actividad humana. Hasta el Gobierno tiene sus propias calculadoras. Pero ha sido en el Congreso Nacional de Agentes Forestales y Medioambientales, en su último encuentro, donde han simplificado la fórmula: 6 árboles vienen a compensar una tonelada de CO2.

Partiendo de esa base, el cálculo es sencillo: harían falta seis árboles para limpiar de la atmósfera y convertir en oxígeno cada una de esas 55.494 toneladas de CO2 emitidas por la flota Falcon de Sánchez y sus ministros. Un total de 332.926 árboles. Y no sería inmediato: hacen falta diez años para que esa cantidad de árboles absorban lo generado por esos 3.132 vuelos oficiales. Algunos realizados en nombre de la defensa del medioambiente, como los recientes de Sánchez a Doñana para denunciar la crisis climática y la sequía que implicaron a un Falcon y un helicóptero Super Puma (cuyas emisiones no están incluidas en estos cálculos).

Replantar Madrid

Para entender la dimensión de una plantación de 332.926 árboles, se puede comparar la cantidad con el arbolado urbano del Madrid actual. Según cifras del Ayuntamiento, en la capital hay una cifra de alrededor de 300.000 árboles plantados, cubriendo el 54% de las calles.

La cantidad es significativa: Madrid es, según la ONU, la segunda ciudad del mundo con más árboles. Sólo le supera Tokio. Ni replantando todos los árboles de Madrid, el Gobierno cubriría la huella de carbono de sus viajes en los jets públicos.