Illa no quiere a Madrid libre de Covid en Navidad: presiona para no prescribir test de antígenos
Nuevo capítulo de la batalla de Pedro Sánchez contra Isabel Díaz Ayuso. Tras conseguir la Comunidad de Madrid, por fin, que Sanidad aceptase la realización de los test de antígenos en las farmacias, el Ministerio de Salvador Illa presiona para que el Consejo Interterritorial de Salud desaconseje el uso de los test como medio para detectar el coronavirus en plena campaña navideña. La presidenta madrileña pretende tener los test a disposición de los madrileños para que eviten ir a las cenas o comidas familiares de Navidad con posibilidad de contagiar. Y ahora, Pedro Sánchez vuelve a entorpecer las medidas de Díaz Ayuso de controlar la enfermedad, esta vez con los test de antígenos.
Las presiones del Gobierno ya han comenzado. Y se centran en conseguir que las recomendaciones de las comunidades autónomas a sus equipos médicos desaconsejen la receta de los test de antígenos, prescripción en principio obligatoria si se quiere realizar el test en las farmacias.
De ese modo, los médicos que los receten estarían actuando en contra de las recomendaciones oficiales. Y los ciudadanos que confiasen en este mecanismo de detección de la enfermedad estarían recurriendo a los test de antígenos pese a recibir advertencias expresas de que pueden no ser fiables.
La decisión llega, para colmo, tras la autorización verbal de Sanidad a la Comunidad de Madrid para que pueda disponer de los test en farmacias en aquellas zonas de alta incidencia de la enfermedad.
El objetivo final es conseguir que los médicos eviten «la prescripción de las pruebas de detección rápida”, dentro de las que se encuentran los test de antígenos. Es más, el plan de Sanidad pasa por pedir que se informe «claramente a la ciudadanía» de las «limitaciones» y «riesgos para la salud de una incorrecta interpretación de sus resultados”.
Madrid es la comunidad puntera en la dotación y uso de este tipo de test. Y el plan de Díaz Ayuso era reforzar el control y responsabilidad personal por medio de un mecanismo que pudiese avisar a cada persona antes de los encuentros navideños de si se encuentra infectado o no. La consecuencia lógica debía ser que aquellos con test positivo pasasen a aislarse de forma autónoma y sin llegar a los encuentros navideños.
Pues bien, Pedro Sánchez también quiere boicotear los test de antígenos en las farmacias para controlar la enfermedad.
La historia de los test de antígenos se ha convertido en un increíble culebrón. El Ministerio de Sanidad acababa de dar su aprobación verbal a la entrada de los test de antígenos en las farmacias. La peculiar autorización se había fraguado tras una reunión entre ambas administraciones.
El encuentro contó con la participación de la secretaria de Estado de Sanidad, Silvia Calzón, de la Directora de la Agencia Española de Medicamentos, María José Lamas, del vicepresidente regional, Ignacio Aguado, y del viceconsejero de Humanización sanitaria, José María Antón.
Y gracias a ello, tal como había adelantado la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, la red de farmacias regional se podría sumar a la estrategia de detección de Covid-19 de la región.
Paso atrás de Sanidad
Unas horas antes, el Ministerio de Sanidad ya había trasladado a la Consejería su disposición favorable a la realización de test de antígenos de coronavirus en las oficinas de farmacia aunque se reservaba la posibilidad de pedir por escrito la aclaración de algunos de detalles. Desde el Ministerio veían propicia esta medida sobre todo «en el ámbito de cribados poblacionales en zonas de alta incidencia» en la Comunidad.
Y todo ello ocurría después de que Díaz Ayuso se dirigiera a la UE para que validase como forma de testeo frente al Covid-19 que las farmacias pudiesen realizar las pruebas de antígenos, tras el rechazo a su propuesta por parte de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios.
En una carta remitida a la presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, Ayuso explicaba que los expertos madrileños aseguraban que las pruebas de antígenos se podían realizar en otros centros sanitarios, como farmacias porque sus profesionales “están capacitados, garantizan la seguridad e higiene y los resultados se pueden comunicar al Sistema Sanitario de Madrid».
«Actualmente, la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios no nos permite utilizar estos centros. Por eso consideraría útil que alguna autoridad europea pudiera validar esta nueva forma de testeo, no sólo en España sino también para el resto de regiones europeas», exponía la misiva.
Pero aquello debió parecerle demasiada victoria a Pedro Sánchez. Tanta, que vuelve ahora a la carga contra las medidas de Madrid contra el virus. De forma indirecta y para boicotear un mecanismo de control del COVID por el que desde el primer momento apostó Isabel Díaz Ayuso.