Sánchez no exigirá en Arabia Saudí el cumplimiento de los derechos humanos
Fuentes del Gobierno señalan que el Ejecutivo ya lo hace "en los foros que toca"
Pedro Sánchez viaja este martes a Yeda, una de las ciudades más importantes de Arabia Saudí, con el objetivo de «reforzar» las relaciones diplomáticas y comerciales. Por ese motivo, el presidente del Gobierno, durante las horas que pasará en el país del golfo pérsico, eludirá cualquier referencia al cumplimiento de los derechos humanos constantemente vulnerados en esta región por parte de sus autoridades, que le recibirán con todos los honores. Así lo han explicado a OKDIARIO fuentes del Gobierno que acompañan a Sánchez durante su gira por Oriente Medio, con parada en Jordania, Arabia Saudí y Qatar.
La dictadura de Arabia Saudí es, a día de hoy, uno de los principales clientes de la sociedad pública española especializada en la construcción naval civil y militar Navantia. Tras unos meses de incertidumbre, por 2019, la colaboración de dicha empresa con Arabia Saudí es más que fructífera. La compañía española dota al país árabe de la mejor tecnología de combate en los nuevos buques adquiridos, un total de cinco -el último se entregará este año, cuya construcción crea importantes puestos de empleo en España-particularmente en la Bahía de San Fernando, en Cádiz-. Un total de 17.000 personas se han visto beneficiadas de forma directa.
Aunque tras su llegada al Palacio de La Moncloa en 2018, tras la moción de censura contra Mariano Rajoy, Pedro Sánchez congeló la venta de armas a Arabia Saudí, lo cierto es que en años posteriores la cifra de negocio no ha hecho más que aumentar. En 2019, el Ejecutivo multiplicó por 30 las autorizaciones para exportar a Riad, pasando de los 13,2 millones autorizados en 2018 -todos durante el primer semestre, cuando el PSOE aún no estaba al frente del Ejecutivo- a más de 392 millones en 2019 con los socialistas ya en el poder.
En ese lapso de tiempo, Sánchez dio el visto bueno a la venta de 400 bombas inteligentes a Arabia Saudí, venta paralizada en un primer momento por la ministra de Defensa, Margarita Robles, provocando la reprimenda del Gobierno de la Unión Europea a España.
Relación comercial con Arabia Saudí
Esa relación comercial de Arabia Saudí, principalmente con la española Navantia, que es propiedad en parte del Gobierno que preside Pedro Sánchez, así como otras operaciones e inversiones de los fondos soberanos del país en España, están tras el silencio que tendrá el jefe del Ejecutivo durante su visita a Yeda, en relación a la sistemática vulneración de derechos humanos en este Arabia Saudí.
Fuentes de Moncloa consultadas por este periódico, señalan que «España siempre ha mantenido la misma posición» y que «no es el lugar para retirar nuestro compromiso». Esas mismas fuentes apuntan que dicha defensa del cumplimiento de los derechos humanos en Arabia Saudí «ya se hace en los foros que corresponde».
Para el Ejecutivo, una reunión cara a cara con el príncipe heredero y hombre fuerte del país, Mohamed bin Salmán, no es un foro adecuado para que Sánchez haga una defensa acérrima del cumplimiento de los derechos humanos en un país, Arabia Saudí, que aspira a jugar un papel importante en la geopolítica internacional y que está ganando cada vez más peso en el día a día de las relaciones con España.
Cabe recordar que en la capital saudí, en Riad, se juega anualmente la final de la Supercopa de España de futbol, en una operación ahora bajo sospecha judicial.
Este año, además, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) también ha designado a Arabia Saudí como país presidente de la Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer (CSW) de este organismo. Desde la página oficial de la ONU, esta comisión es considerada como «el principal órgano intergubernamental mundial dedicado exclusivamente a la promoción de la igualdad de género y la capacitación de la mujer». Precisamente las mujeres son uno de los colectivos que más ven vulnerados sus derechos en este país.
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