Sánchez aumenta un 24% el gasto en la limpieza de la sede del Júcar mientras olvida reparar el Poyo
El Gobierno de Sánchez gastará más de 350.000 euros en los próximos dos años para este fin


El Gobierno de Pedro Sánchez ha gastado un 24% más en «el servicio de limpieza en la sede de Valencia» de la Confederación Hidrográfica del Júcar. Todo ello, mientras el barranco del Poyo, principal zona afectada por la DANA que asoló Valencia el 29 de octubre de 2024, continúa gravemente dañada sin que el Ejecutivo haya tomado las suficientes medidas para limpiarlo, tal y como publicó OKDIARIO. Aquella gota fría provocó 225 fallecimientos y tres desaparecidos en la provincia.
Este jueves, el Boletín Oficial del Estado (BOE) ha publicado la formalización del contrato que tiene como objeto suscribir un «servicio de limpieza en la sede de Valencia de la Confederación Hidrográfica del Júcar». El coste de ello se eleva, para los próximos dos ejercicios, hasta los 357.006,24 euros, sin impuestos incluidos.
Este importe ha aumentado en los últimos cuatro años un 24%, desde los 287.924,88 euros, que fue el primer contrato que el Gobierno de Sánchez suscribió para este fin, exclusivamente para el edificio de la sede de la Confederación en Valencia.
Concretamente, se trata de un contrato que incluye una «limpieza diaria» de los pavimentos, los aseos, el mobiliario, los equipos informáticos y los accesos. Esta limpieza incluye más elementos de los que preveía en 2020 la contratación.
Por otro lado, hay otra «semanal» de puertas y mamparas de madera y cristal, paredes y puertas de los aseos, mobiliario, zonas de paso y lavandería. También hay una «limpieza mensual» de marcos de ventanas y persianas. Trimestralmente, tendrán que centrarse en mamparas, luces y mobiliario. Y cada seis meses, se tienen que limpiar paredes y techos.
La principal diferencia con respecto a hace cuatro años se basa en la limpieza de «otros recintos», ya que incluye un mayor número de espacios en los que trabajar. En estos se incluyen los sótanos, parking exterior, perímetro exterior de la Confederación del Júcar y «limpiezas extraordinarias», un término con el que se refieren los trabajos en «despachos, sala de reuniones, o cualquier recinto».
Dentro de esta contratación se incluye el sótano, la planta baja y el resto de las siete que componen el edificio principal de la Confederación Hidrográfica del Júcar. Este contrato será de un año, con otro más prorrogable.
El barranco del Poyo, sin limpiar
Todo ello a pesar de que el barranco del Poyo, tres meses después de que se produjera la DANA, continuaba estando en un estado precario, tal y como constató OKDIARIO a principios de febrero. En la zona seguía habiendo bombonas de butano, colchones, plásticos, calderas, balones de fútbol, macetas, animales muertos y más de cuatro metros de ramas, troncos y basura. Se trata de un segmento de más de tres kilómetros, cuya competencia depende de la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ), es decir, el Ministerio de Transición Ecológica.
Tres meses después de la gota fría que provocó 225 fallecimientos, la zona continuaba estando en un Estado deplorable. «El Gobierno no está ni se le espera», dice Juanvi Palleter, agricultor valenciano afectado. «La competencia de la limpieza de este barranco depende de la Confederación Hidrográfica del Júcar y por aquí no ha pasado nadie. No me quiero ni imaginar la imagen del desbordamiento hace tres meses», abundaba el trabajador agrícola.