Sánchez aplaza la purga en el PSOE hasta después del debate del estado de la Nación

«En la Ejecutiva hemos tratado cuestiones mucho más importantes, y preocupan mucho más a los ciudadanos, que en un momento determinado yo pueda estar en un cargo o otro dentro de mi partido» ha aseverado este lunes el todavía portavoz de la Ejecutiva Federal del PSOE Felipe Sicilia. Todos daban por descontado que hoy ya no saldría él a dar la rueda de prensa posterior a la reunión de la dirección. A juzgar por su cara a la llegada, sin responder a ninguna pregunta, incluso él.

Pero los cambios en el PSOE tendrán que esperar. Hasta después del debate del estado de la Nación. Aunque lo previsto, y lo que deslizaban desde Moncloa, era qué Pedro Sánchez tocase hoy varias piezas de la Ejecutiva Federal y de los grupos parlamentarios. Incluso entre los diputados que llevaban días especulando en quien seria su nuevo jefe. Lo cierto es que por sorpresa de todos el presidente ha apretado el freno en el último minuto.

En la reunión que ha mantenido con la dirección socialista, este lunes, el jefe del Ejecutivo no ha comunicado la decisión a sus compañeros. La tenía madurada desde días después de las elecciones andaluzas, decidida desde mediados de la semana pasada, pero la frenó a última hora. Algunas fuentes apuntan a «presiones y amenazas» por parte de otros cargos que no aceptan quedarse sin personas de su más estricta confianza.

Pese a que los cambios eran meramente estéticos, que no afectaban al núcleo duro de la organización, y en consecuencia a revertir unas encuestas que cada día son peores para sus intereses -y que achacan a los intereses del PP, llevaban un mensaje implícito a Adriana Lastra y Santos Cerdán de que la confianza en ellos ya no es la misma que en octubre del año pasado. Las dos personas que hoy estaba previsto cesaran de sus cargos, Sicilia y el portavoz parlamentario Héctor Gómez, son muy cercanos a Lastra y Cerdán respectivamente.

«La agonía», en palabras de un dirigente del PSOE, se alarga pues dos semanas más -como mínimo-. Posiblemente hasta la próxima Ejecutiva, dentro de dos semanas, o un posible Comité Federal antes de acabar el mes de julio y que podría implicar cambios de mayor calado de los previstos este lunes -y que necesitan ser comunicados y refrendados por el máximo órgano de decisión entre congresos-.

«El presidente sigue enfadado», añade un miembro de la dirección que este lunes estaba presente en la reunión celebrada en Ferraz, aunque «sigue sin explicitar exactamente el por qué». Con Juan Espadas presente en la sede federal, la primera vez tras la debacle en Andalucía, se ha hablado de la derrota pero se ha evitado culparle a él. «Aún falta hacer un análisis más exhaustivo» de lo ocurrido, subrayan.