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Sánchez aceleró el derribo de Lambán tras enterarse éste de la juerga de Ábalos en el Parador de Teruel

Ábalos fue el brazo ejecutor de la operación interna de Sánchez contra Lambán, con Pilar Alegría como ariete

Sánchez aceleró la caída de Lambán tras conocer su implicación en la juerga de Ábalos en el Parador de Teruel
Roberto Pérez
  • Roberto Pérez
  • Periodista y licenciado en Ciencias Políticas. Especialista en sector público, economía política y presupuestaria, e instituciones político-administrativas. Trabajó para Agencia Efe y Cope, ejerció durante más de 20 años en ABC -etapa que incluyó el ejercicio temporal de la corresponsalía de Nueva York- y actualmente es subdirector de OKDIARIO.

Pedro Sánchez encomendó a José Luis Ábalos ejecutar la operación de acoso y derribo contra Javier Lambán para arrinconarlo y cocer su eliminación como secretario general del PSOE aragonés. Y todo ello con Pilar Alegría como ariete de Sánchez en la operación. Entonces Lambán era presidente de Aragón y se había mostrado crítico contra la deriva del sanchismo. Esta maniobra contra Lambán había comenzado en 2019, con Ábalos como brazo ejecutor, pero arreció cuando el dirigente aragonés se enteró de la escandalosa juerga «con señoritas» que Ábalos había protagonizado en el Parador de Teruel, con destrozo incluido de la suite que ocupó.

La secuencia temporal es elocuente. Esa juerga tuvo lugar con motivo de una visita oficial de Ábalos a Teruel en la que acudió acompañado de Pilar Alegría –entonces era delegada del Gobierno en Aragón– y a la que le tocó ir también a Lambán en calidad de presidente autonómico. Por entonces, la relación de Lambán con Sánchez y Alegría estaba notablemente deteriorada. La sintonía era nula, pese a que Lambán había mantenido años atrás a Pilar Alegría como consejera en su Gobierno regional e incluso, para intentar poner paz en las familias del PSOE aragonés, la nombró secretaria de Organización del partido en la comunidad.

Aquella visita de Ábalos a Teruel incluyó actos durante dos días seguidos. De ahí que quienes acudieron pernoctaran en esta ciudad, noche que aprovechó para su escandalosa juerga el entonces hombre fuerte de Sánchez en el PSOE y en su Gobierno. Alegría y Lambán se contaban entre quienes pasaron la noche en el Parador de Teruel. El líder aragonés, sin embargo, acabó enterándose del episodio de Ábalos tiempo después, por boca de una de las personas que fue informada por la dirección de ese establecimiento perteneciente a la Administración del Estado. Al frente de Paradores estaba en ese momento Óscar López, hoy ministro y líder del PSOE en la Comunidad de Madrid.

Coincidencia o no, lo cierto es que cuando el escándalo de Ábalos llegó a oídos del más alto nivel del PSOE aragonés arreció la operación de Sánchez contra Lambán, compartida activamente por Pilar Alegría y con José Luis Ábalos como su brazo ejecutor. Sin embargo, a la par, quien prosperaba aceleradamente en el sanchismo era Alegría.

Secuencia temporal

El episodio del Parador de Teruel tuvo lugar en septiembre de 2020, en plena pandemia del Covid. Por entonces, Ábalos ya tenía encomendado triturar personalmente las listas electorales diseñadas por el PSOE aragonés para el Congreso y el Senado. Previamente, Pilar Alegría se había presentado como candidata a la Alcaldía de Zaragoza y maniobró también con Sánchez para suprimir nombres fieles a Lambán y laminar la candidatura municipal.

Alegría no consiguió la Alcaldía de Zaragoza –la ganó el hoy presidente de la Comunidad, Jorge Azcón (PP)– y acabó relegada a ser concejal de la oposición. Su fidelidad con el electorado fue fugaz. El cargo de portavoz en la oposición no pareció satisfacerle, y apenas ocho meses después abandonó el Ayuntamiento para ponerse al frente de la Delegación del Gobierno en Aragón por designación directa de Pedro Sánchez y utilizar la institución como incómoda cuña ante el Ejecutivo regional de Lambán.

El nombramiento como delegada del Gobierno se produjo en febrero de 2020. Y el 12 de julio de 2021, menos de un año después de su estancia en el Parador de Teruel la misma noche de la escandalosa juerga de Ábalos, Pilar Alegría fue recompensada con Sánchez nombrándola ministra de Educación. Fue aupada al Gobierno justo cuando Ábalos fue apartado de él sin que Sánchez dijera por qué prescindía tan sorpresivamente de quien había sido su hombre fuerte en el Ejecutivo y en el PSOE durante años. Sánchez impuso el secretismo, a la par que se cuidaba de no defenestrar por completo a Ábalos. Le garantizó seguir como diputado en el Congreso y no como parlamentario raso sino con cargo –y sueldo– fortalecido: presidente de la Comisión de Interior de la Cámara Baja. En las elecciones generales de julio de 2023, Sánchez se encargó de que Ábalos fuera en las listas para seguir garantizándole el escaño, del que sigue disfrutando mientras está acorralado por la Justicia, imputado por corrupción.

Mientras Sánchez mantenía a Ábalos en las listas, siguió maniobrando con Alegría para controlar por completo las candidaturas al Congreso y al Senado por Aragón, para borrar a quienes proponía el partido regional, incluir sanchistas y laminar a miembros del sector de Lambán. A la par, Pilar Alegría seguía prosperando: el 23 de julio de 2022 fue nombrada portavoz de la Ejecutiva Federal del PSOE y el 21 de noviembre de 2023 fue reforzada en el Gobierno al nombrarla portavoz del Ejecutivo, cargo que compagina desde entonces con el de ministra de Educación.

La operación contra Lambán

Cuando Pilar Alegría despegó en el Gobierno, Sánchez ya tenía a Lambán sentenciado por completo. Su ajusticiamiento desde Ferraz era cuestión de meses. En noviembre de 2021, pese a esas maniobras contra él, Lambán había sido reelegido contundentemente por las bases del PSOE aragonés como líder del partido en la región. Pero en las elecciones autonómicas de mayo de 2023, tras dos legislaturas consecutivas al frente del Gobierno aragonés, fue descabalgado de la Presidencia de la Comunidad por Jorge Azcón. Eso dio a Sánchez y Alegría la vía libre definitiva para derribar a Javier Lambán como líder del PSOE regional.

Lambán se negó por completo a negociar con Sánchez y Alegría su relevo. Se sabía sentenciado, renunció a acercarse al sanchismo y su entorno más próximo se mantuvo fiel a él en Aragón.

Pilar Alegría intentó abrir grietas en el núcleo duro de ese bloque fiel a Lambán. Lo intentó en el Congreso Federal que el PSOE celebró en Sevilla a finales del pasado noviembre. Javier Lambán había decidido no presentarse a la reelección para seguir liderando el partido en la región y retirarse de la primera línea de la política, pero insistió a su entorno de confianza en el PSOE aragonés a no entrar en componendas con el sanchismo.

Pilar Alegría acabó imponiendo sus galones y su poder en la maquinaria activada desde Ferraz. Impulsada personalmente por Pedro Sánchez, blindó a Alegría como candidata a liderar el PSOE aragonés. Nadie se atrevió a tomar el testigo de Lambán y plantarle batalla en primarias. Y así, por fin, Sánchez logró tomar el control de esta baronía que le era crítica. Desde el pasado 16 de marzo, Pilar Alegría es secretaría general del PSOE de Aragón, a la par que ministra y portavoz del Gobierno.

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