El Rey Felipe VI defiende en Cataluña el «entendimiento» en las «sociedades plurales»
Uno de los títulos que ostenta el heredero al trono de España, o heredera en este caso, es el del Principado de Girona. En el año 2009, cuando el desafío independentista era aún incipiente pero ya claramente presente, varias entidades privadas impulsaron la creación de la Fundación Príncipe de Girona, con el apoyo entusiasta de la entonces Príncipe Felipe. Hoy, aquel heredero es Rey de España y la Fundación ha amoldado su nombre a la condición de Princesa de su hija y heredera Leonor. Don Felipe, quien sigue asumiendo la presidencia del acto de entrega de los premios de la Fundación, ha dado un discurso valiente en la capital gerundense este viernes, defendiendo el «entendimiento» entre los miembros de las actuales «sociedades plurales».
El Rey ha advertido hoy ante el presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, de que no se puede construir un mundo mejor desde el «egoísmo» o el «enfrentamiento», por lo que ha animado a «aprender a convivir, a entenderse y respetarse» en sociedades cada vez «más diversas, más plurales» y «menos unánimes».
En su decimoséptima visita a Cataluña desde que fue proclamado Rey, Don Felipe, acompañado por Doña Letizia, ha presidido este viernes en el Palacio de Congresos de Gerona la entrega de los premios anuales que otorga la Fundación Princesa de Girona (FPdGi) a jóvenes y entidades que destacan por su capacidad emprendedora con proyectos innovadores.
Puigdemont ha evitado saludar a los Reyes ante los medios, huyendo de la foto protocolaria, aunque se le ha visto entrar junto a ellos en el vestíbulo del Palacio de Congresos. El presidente de la Generalitat formaba parte de los cerca de 1.100 invitados que ha escuchado los razonamientos del jefe del Estado, al igual que los consejeros de Presidencia, Neus Munté, y de Empresa, Jordi Baiget, y la alcaldesa de Gerona, la también convergente Marta Madrenas.
A diferencia de las dos últimas ediciones, esta vez no ha acompañado a los Reyes el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, sino el secretario de Estado de Educación, Marcial Marín, punto sobre el que la Casa del Rey ha aclarado que corresponde exclusivamente al Gobierno decidir quién ejerce en cada caso el papel de «ministro de jornada».
Un discurso en catalán y castellano
En un discurso en el que ha combinado catalán y castellano, Felipe VI ha elogiado a los premiados como un ejemplo para todos y «un motivo de esperanza para España», tras subrayar que estos jóvenes saben que «el mundo de hoy exige colaborar y cooperar, aprender a convivir, a entenderse y respetarse, en sociedades cada vez más diversas, más plurales, más complejas, menos unánimes».
«No se puede construir ese mundo mejor al que aspiran desde el egoísmo, desde el temor o el enfrentamiento», ha recalcado el Monarca, quien ha considerado además una responsabilidad del Estado y de la sociedad en su conjunto «comprometerse sin reservas y apoyar sin fisuras a los jóvenes para que puedan afrontar su futuro con mayor seguridad», así como hacerlo «sin retórica, sin excusas».