Mensaje de Navidad del Rey

El Rey exige «respetar las instituciones» ante el asalto de Sánchez y sus socios al Poder Judicial

"Cada institución debe situarse en el lugar que constitucionalmente le corresponde", avisa el Rey

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Luz Sela
  • Luz Sela
  • Periodista política. En OKDIARIO desde 2016. Cubriendo la información del Congreso de los Diputados. Licenciada en Periodismo por la Universidad de Santiago de Compostela. Antes, en COPE, ABC Punto Radio y Libertad Digital.

Felipe VI ha pronunciado este 24 de diciembre, en su discurso de Navidad, un nítido alegato por la vigencia de la Constitución, referencia de la «unidad» y «convivencia» entre españoles. El monarca ha reivindicado a la Carta Magna ante un escenario político marcado por el desafío que el Gobierno de Pedro Sánchez, con sus socios separatistas y proetarras, representa para la Nación y el futuro de los españoles. Y ha aprovechado además para reafirmar el Estado de Derecho mientras el Ejecutivo ataca la separación de poderes.

«Todas las instituciones del Estado tenemos el deber de conducirnos con la mayor responsabilidad y procurar siempre los intereses generales de todos los españoles con lealtad a la Constitución», ha empezado recordando Felipe VI, que ha advertido que «cada institución, comenzando por el Rey, debe situarse en el lugar que constitucionalmente le corresponde, ejercer las funciones que le estén atribuidas y cumplir con las obligaciones y deberes que la Constitución le señala».

En este contexto, ha proseguido: «Debemos respetar también a las demás instituciones en el ejercicio de sus propias competencias y contribuir mutuamente a su fortalecimiento y a su prestigio. Y finalmente debemos velar siempre por el buen nombre, la dignidad y el respeto a nuestro país».

Ataques al Poder Judicial

Ese pronunciamiento se  produce tras los sucesivos ataques de Sánchez al Poder Judicial y los jueces, que se han materializado, por ejemplo, en las reformas legales para controlar el Tribunal Constitucional o para impedir que el Consejo General del Poder Judicial efectúe nombramientos, lo que ha provocado el colapso en el Tribunal Supremo. El presidente socialista, además, se resiste a renovar el máximo órgano de los jueces con una fórmula que asegure su independencia.

Igualmente, el pacto con el separatismo para su investidura incluye la constitución de varias comisiones parlamentarias que cuestionarán el trabajo judicial en asuntos como el espionaje con el sistema Pegasus o incluso los atentados de Barcelona y Cambrils. En las últimas semanas, los socios independentistas del Gobierno han lanzado distintos ataques a los jueces en sede parlamentaria, ante los que Sánchez ha guardado silencio. El Ejecutivo ha aceptado también que se hable de lawfare, el término con el que el separatismo denuncia una supuesta persecución judicial a líderes políticos.

La Ley de Amnistía, además, ha suscitado las críticas prácticamente unánimes de jueces y fiscales, quienes han alertado de que es un ataque a los pilares del Estado de Derecho, por cuanto socava gravemente el principio de separación de poderes.

De ahí que el aviso del Rey a preservar la salud de las instituciones y asegurar el «respeto a las competencias» adquiera más vigencia que nunca.

«Convivencia»

Aunque, como es lógico, el monarca no ha hecho referencias explícitas en su discurso, las advertencias sí han sonado rotundas. Ejerciendo el papel de árbitro y moderador que la Constitución le atribuye, Felipe VI ha defendido el texto constitucional como máximo garante de la «unión entre españoles», advirtiendo que «fuera del respeto a la Constitución no hay democracia ni convivencia posibles; no hay libertades sino imposición; no hay ley, sino arbitrariedad». En definitiva, «fuera de la Constitución no hay una España en paz y libertad».

Igualmente, ha expresado su preocupación por la división social y ha apelado a una «convivencia basada en sentimientos compartidos». Esa palabra, «convivencia», que Pedro Sánchez utiliza con frecuencia para referirse a sus cesiones al separatismo y tratar de justificar la amnistía, ha sido constante en el mensaje.

El jefe del Estado ha señalado que la unidad entre españoles debe descansar «en los valores que rigen toda convivencia democrática: la libertad, la justicia, la igualdad, el pluralismo político». Los cuatro fundamentos que, ha recordado, «nos cohesionan y dan fortaleza y permanencia a un sistema democrático como el nuestro» y que emanan de la propia Constitución.

Gracias a la Carta Magna, ha destacado, España ha consolidado «una democracia plena, abierta e integradora» y «un Estado Social y Democrático de Derecho, que ha asegurado nuestra convivencia y que nos ha permitido superar diversas y graves crisis en los últimos años».

Y también mediante la Constitución los españoles han podido superar la división que «ha sido la causa de muchos errores en nuestra historia, que abrió heridas, fracturó afectos y distanció a las personas». «Superar esa división», ha afirmado Don Felipe, «fue nuestro principal acierto hace ya casi cinco décadas».

El Rey ha realizado una apelación directa a los gobernantes para que impidan que la división empape la sociedad. «Evitar que nunca el germen de la discordia se instale entre nosotros es un deber moral que tenemos todos. Porque no nos lo podemos permitir», ha aseverado.

Constitución

El discurso de Navidad de Felipe VI ha sido un auténtico homenaje a la Constitución, en el año en que, precisamente, la Princesa de Asturias ha prestado su juramento a la Carta Magna.

El Rey ha reivindicado la vigencia del texto, decidido entre los españoles, y ha avisado también implícitamente a quienes, como Sánchez y sus socios, quieren erosionarlo.

Así, ha proclamado que la Constitución no es sólo «valor democrático de presente y de futuro» sino también «instrumento y garantía imprescindible para que la vida de los españoles pueda seguir discurriendo con confianza, con estabilidad, con certidumbre».

«Es evidente que para que la Constitución desarrolle plenamente su cometido no sólo se requiere que la respetemos, sino también que conservemos su identidad, lo que la define, lo que significa; su razón de ser como pacto colectivo de todos y entre todos para un propósito compartido. Y, finalmente, exige que preservemos su integridad como lugar de reconocimiento mutuo, de aceptación y encuentro aprobado por todos los españoles, como legítimos titulares que son de la soberanía nacional», ha proclamado Felipe VI en su discurso de Navidad, mientras Sánchez y sus socios la manipulan a conveniencia para sus fines políticos.

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