Las redes arden contra Echenique por criticar la expresión «mi mujer» cuando él la usó habitualmente
El portavoz de Podemos en el Congreso de los Diputados, Pablo Echenique, junto a sus compañeros de partido ha criticado el uso de expresiones como «mi mujer». Sin embargo, él mismo ha empleado esa expresión en más de un ocasión.
«Esta tarde me quedo trabajando en casa. Mi mujer va a la manifestación» o «Gracias a mi mujer (…) por comprenderme y quererme» son algunos de los tuits que los usuarios de esta red social le han recordado cuando ha criticado a Pablo Casado por decir «mis hijos son míos y no del Estado».
Echenique comentó que «la distancia que va desde ‘mis hijos son míos’ a ‘mi mujer es mía’ se mide en centímetros». En la misma línea, su compañero de filas Alberto Garzón, nuevo ministro de Consumo, también criticó con dureza estas expresiones. «Este tuit (de Albert Rivera) describe una parte importante de qué es el machismo. El problema es que los machistas no entienden que las mujeres no son de nadie, no tienen dueños, no son una propiedad. No son “nuestras”. Las mujeres son y deben ser libres».
La distancia que va desde "mis hijos son míos" a "mi mujer es mía" se mide en centímetros. https://t.co/fDWIcAqcJr
— ᴘᴀʙʟᴏ ᴇᴄʜᴇɴɪQᴜᴇ 🇪🇸 (@pnique) January 17, 2020
Del mismo modo, los tuiteros han recuperado intervenciones de Pablo Iglesias en las que también habla de «mis hijos».
Con la ironía fina que caracteriza a las redes, un internauta han comentado a Echenique: «¿Ese ‘mi’ es como adjetivo posesivo o haces referencia a la nota musical?».
Zascas
Otro usuario replica con sorna: «La distancia que va desde ‘tus hijos son del Estado’ a ‘el dinero público no es de nadie’ se mide en micras». «Llevaremos los hijos a la puerta del Congreso para que los críen ellos», replica otro.
«¿Cuántos centímetros hay entre «es mi asistente» y «es mi deber darle de alta en la Seguridad Social»?», comenta a continuación otro tuitero.
«Mira Echenique, es muy fácil de entender: Mis hijos/sus padres, Mi mujer/su esposo. No es una relación de ‘propiedad’ sino de amor. Algo que a un sectario narcochavista le cuesta mucho entender pero cualquier persona normal lo comprende sin el más mínimo esfuerzo», zanja otra cuenta.