Puigdemont se jacta de su salida de prisión: «España me persigue pero al final siempre soy libre»
El golpista fugado de la Justicia Carles Puigdemont se ha jactado de haber sido puesto en libertad tras ser detenido en Cerdeña por la euroorden que pesa sobre él. El separatista dice que ya está «acostumbrado a ser perseguido por España», pero dice que el final siempre es el mismo: «Soy libre y voy a continuar luchando».
El ex presidente catalán ha mantenido su agenda del sábado un día después de salir de la prisión, y está citado el 4 de octubre por las autoridades judiciales italianas para la primera vista sobre su extradición.
«Estoy muy contento de estar aquí, de disfrutar de este evento, cultural y lingüístico», dijo a la AFP, rodeado de un grupo de independentistas en las calles del casco viejo de la localidad, que reúne anualmente desde hace casi cuatro décadas a personalidades políticas y culturales de Cataluña y Cerdeña.
Puede salir de Cerdeña
La juez del Tribunal de Apelación de Sassari sobre la que ha recaído el caso había decidido que el golpista declarase este sábado, pero finalmente ha trasladado la cita hasta el próximo 4 de octubre. Durante ese tiempo no se le prohibirá abandonar territorio italiano, posibilitando su vuelta a su refugio de Bélgica.
Puigdemont ha dado por concluido -al menos, temporalmente- su paso por prisión en Italia. Una fugaz estancia de menos de 24 horas que se ha resuelto este viernes por decisión de los tribunales de Cerdeña. Sin embargo, el golpista aún no ha resuelto su futuro: deberá esperar hasta el próximo lunes 4 de octubre para saber si el juez italiano Salvatore Marinato decide iniciar los trámites para su extraditación.
La juez le había impuesto en un primer momento la prohibición de abandonar Cerdeña antes de su comparecencia, inicialmente prevista para este sábado. Sin embargo, la juez ha decidido suavizar su decisión y permitirle que abandone la isla italiana, con la petición de que acuda a su cita del 4 de octubre. La Fiscalía italiana no ha pedido su ingreso en prisión, alegando que cualquier restricción a su movilidad «pondría en grave peligro» su derecho a desplazarse al Parlamento Europeo en calidad de eurodiputado.