Puig dice que VOX «blanquea cuestiones que atacan la democracia» en alusión a la violencia doméstica

«No puede haber mas que una respuesta; nadie puede intentar volver atrás (…), no se puede intentar diluir la violencia que existe en una sociedad», ha afirmado Ximo Puig a preguntas de los periodistas antes del acto ‘Ni un paso atrás contra la violencia machista’, organizado por los socialistas valencianos.

Respecto a la propuesta que ha hecho Vox al PP de derogar las leyes de prevención y protección contra la violencia de género para apoyar la investidura en Andalucía, ha recalcado: «Desde el primer momento en que hemos visto las peticiones de este grupo político, hemos destacado claramente la necesidad de reafirmar todos los avances en el cuerpo legislativo para intentar acabar con el primer problema que tiene este país, que sin duda es la violencia de género».

En este contexto, ha asegurado que «lo más grave es que partidos políticos democráticos den cobertura argumental a acciones que nada tienen que ver con principios constitucionales». Entre ellos ha recordado que hay uno «fundamental, la igualdad entre hombres y mujeres», por lo que ve «intolerable que haya partidos que quieran volver al pasado».

El «problema» para el jefe del Consell es que «la cultura machista es una cultura aún muy predominante en nuestra sociedad». Para combatirla, ha reivindicado que «todos tenemos que hacer un sobresfuerzo para intentar de una vez por todas superar la peor de las desigualdades, que es esa que distingue entre hombres y mujeres a la hora de tener mismas oportunidades».

Ha calificado así de «terrible que haya partidos que blanqueen de alguna manera cuestiones que de alguna manera atacan aquello que es principal: la democracia y la convivencia». «Creo que no puede haber mas que una respuesta; nadie puede intentar volver atrás, desde luego nosotros no queremos que se dé ni un paso atrás», ha manifestado.

Y ha subrayado en este punto: «Todo lo contrario, queremos que se profundice porque, a pesar de las leyes, aún tenemos un grave problema; pero no se puede intentar diluir la violencia que existe en una sociedad como si formara parte de la misma cuestión».

«No, es que no es lo mismo: hay asesinatos, homicidios y otras situaciones violentas, pero de lo que estamos hablando y donde está el germen de violencia de genero es precisamente en la ideología machista», ha enfatizado.

A su juicio, «no hay ninguna duda» de que se trata de un debate ideológico: «Es evidente hay unas personas vinculadas a posicionamientos muy extremistas que lo que quieren es volver al pasado peor, al pasado de la desigualdad».

«Tensionar»

Por otro lado, respecto a la propuesta de Vox de expulsar a 52.000 inmigrantes en situación ilegal, Puig ha advertido que supone un intento de «tensionar, confrontar y dividir». Ha llamado, por contra, a «aspirar a sociedad mucho mas inclusiva, de cohesión, de leer lo mejor que ha pasado en estos 40 años de avance en los que, evidentemente, los inmmigrantes también han colaborado al progreso del país».

«Desde luego, lo que no estoy dispuesto es a que marque la agenda política un partido absolutamente radical y minoritario», ha aseverado, pues no cree que «la agenda política la tengan que marcar ellos, porque finalmente lo que puede producir es que de tanto seguir sus propuestas se contamine».

En cualquier caso, ha afirmado que «desgraciadamente, derechas españolas ya se han contaminado del discurso de extrema derecha». «Los otros partidos e instituciones no podemos contaminarnos de esos argumentos que son absolutamente rupturistas con la convivencia», ha reivindicado.

En clave autonómica, sobre la propuesta de Vox de cambiar la festividad de Andalucía del 28 de febrero –establecida por el referéndum que le permitió acceder al estatus de comunidad histórica– por el 2 de enero, aniversario de la toma de Granada que puso fin a la Reconquista, Puig ha remarcado que «los andaluces, que son quienes deben opinar, opinarán».

Ha señalado, eso sí, que «Andalucía fue una referencia democrática» ese 28 de febrero: «La autonomía andaluza fue símbolo de rebeldía frente al uniformismo y ejemplo de la defensa de autonomía de democracia y del autogobierno desde valores de propia realidad regional, que ha servido para esta configuración del Estado de las Autonomías». «Los andaluces le darán la respuesta que se merece a esta propuesta», ha zanjado.