El PSOE también plagió en su acuerdo con ERC ideas del discurso que Puigdemont dio en Bruselas el 5-S
Como si se tratara de la tesis doctoral plagiada de su líder, Pedro Sánchez, el PSOE echó mano al discurso de Carles Puigdemont del 5 de septiembre para copiar de forma literal ideas y conceptos claves con el objetivo de darle solemnidad al acuerdo firmado con ERC la semana pasada. Conceptos como el «reconocimiento de la existencia de un conflicto», «el reconocimiento nacional de Cataluña», o la insistencia de «refrendar por la ciudadanía» lo acordado por los dos partidos son ideas copiadas del discurso que pronunció el líder de Junts el 5 de septiembre de 2023 en Bruselas.
En aquel discurso, Puigdemont argumenta que antes hay que «identificar adecuadamente los elementos del conflicto» para negociar con el PSOE. «Por eso, no sorprenderá a nadie que diga que hoy no existen las condiciones para llegar a ese gran acuerdo. Si hay interés en llegar, si hay voluntad real de encarar un acuerdo de esta naturaleza, estas condiciones deberían crearse, aunque de entrada sean forzadas por la necesidad y no por la convicción. La primera de las condiciones es identificar adecuadamente los elementos del conflicto. Aparentar que no existen o ignorarlos no permite, en ningún caso, resolver el conflicto», dijo Puigdemont.
Ése es uno de los «principios» que el acuerdo con ERC enumera su acuerdo cuando habla del «reconocimiento de la existencia de un conflicto sobre el futuro de Cataluña». Este victimismo que abre la puerta a la impunidad de los golpistas es compartido por los socialistas, tal como lo dejan por escrito en el acuerdo: «El reconocimiento de la existencia de un conflicto sobre el futuro de Catalunya, que tiene una naturaleza eminentemente política».
La sentencia contra el Estatut, clave del conflicto
Puigdemont dijo en su discurso que «sin la sentencia del Tribunal Constitucional de 2010 contra el estatuto aprobado por el Parlament de Cataluña no se puede entender nada de lo ocurrido en Cataluña»:
- «La sentencia del Tribunal Constitucional de 2010 contra el estatuto aprobado por el Parlament de Cataluña, las Cortes españolas y en referéndum, es incompatible con el pacto constitucional del 78. Sin esa sentencia no se puede entender nada de lo ocurrido en Cataluña».
Exactamente, lo mismo que dice el PSOE cuando afirma que «es evidente que el conflicto entro en una fase especialmente crítica a partir de la sentencia del Tribunal Constitucional de 2010 que anuló algunas disposiciones del Estatut de Autonomía de Cataluña…».
- «Los acontecimientos producidos entre la sentencia del Estatut hasta el referéndum anulado por el TC de 2017 generaron una tensión institucional y social, que se agravó con el inicio de múltiples procedimientos judiciales, buena parte de los cuales, todavía hoy, siguen tramitándose», dice el acuerdo, la misma idea de la que partía el discurso del líder de Junts.
Otra idea de que recoge -de forma vaporosa y sin concretar demasiado- el acuerdo entre el PSOE y ERC es la necesidad de un verificador internacional, idea que ya había sido expuesta por Puigdemont en aquel discurso:
- «La creación de un mecanismo de mediación y verificación que aporte las garantías del cumplimiento y seguimiento de los acuerdos que los dos grandes partidos políticos españoles no están en condiciones de darnos. La total falta de confianza entre las partes hace que este mecanismo sea imprescindible y que deba operar desde el inicio de las negociaciones. Nuestra experiencia nos impide tener confianza alguna en la palabra que nos den; sería una irresponsabilidad emprender una negociación de futuro que no cuente con ese mecanismo. El cumplimiento de los compromisos por adelantado es una forma de verificar (de ahí la importancia de que la lengua propia de Cataluña sea reconocida el próximo día 19 como lengua oficial de la UE y se pueda desplegar una política lingüística de nueva generación que asegure su supervivencia), pero lógicamente no se puede aplicar a procesos que requieren una larga tramitación o ejecución. Por eso, para poder transitar, es necesario este mecanismo de garantía».
ERC confirmó que el PSOE había aceptado «un par» de sus propuestas para nombrar al verificador, la figura que han acordado para acompañar, verificar y realizar el seguimiento en el proceso de negociación entre los dos partidos. En el acuerdo se expone así:
- «De forma paralela a la Mesa, se creará un espacio de negociación entre ambos partidos que cuente con un mecanismo que tenga las funciones de acompañar, verificar y realizar seguimiento de todo el proceso de negociación y de los acuerdos a los que se llegue, con el fin de que las propuestas que lleguen a la Mesa de Diálogo, Negociación y Acuerdo cuenten con un ritmo de trabajo constante y con un grado óptimos de debate y compromiso político y puedan implementarse durante la presente legislatura. A estos efectos, se designará de común acuerdo a una persona de reconocido prestigio para realizar dichas labores».
El verificador será una persona con prestigio reconocido, representante de alguna entidad internacional y ayudará, según las mismas fuentes, a «transparentar» la resolución del conflicto político, tal y como contempla el acuerdo entre socialistas y republicanos. Lo mismo que había exigido Puigdemont.