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PSOE y Podemos marcan en diciembre su peor dato desde las generales según el CIS

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Luz Sela
  • Luz Sela
  • Periodista política. En OKDIARIO desde 2016. Cubriendo la información del Congreso de los Diputados. Licenciada en Periodismo por la Universidad de Santiago de Compostela. Antes, en COPE, ABC Punto Radio y Libertad Digital.

La gestión de la pandemia, el intento de control de la Justicia, los escándalos judiciales de Podemos… El Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) refleja un retroceso en la intención de voto para los partidos que forman la coalición de Gobierno.

Según la última encuesta, correspondiente al mes de diciembre, el PSOE se deja casi un punto con respecto al mes anterior (29,5%), mientras que Podemos pierde seis décimas (10,8%).

Entre tanto, el PP sube más de medio punto (19,2%) y Vox gana ocho décimas más (14%). Por su parte, Ciudadanos marca un 10,5%, y sigue muy de cerca a Podemos.

La encuesta se realizó en los días en que el Congreso aprobaba los Presupuestos Generales del Estado con el respaldo de las formaciones separatistas y los proetarras de Bildu.

Las cesiones del Gobierno a los partidos que apoyan las cuentas del Estado se han hecho más evidentes en las últimas semanas, en forma de acercamientos de presos de ETA y con el anuncio sobre la reforma del delito de sedición, que el Ejecutivo prevé acometer de manera inminente.

Se trata del peor dato de PSOE y Podemos en el CIS desde las elecciones generales de diciembre del año pasado.

Tensión entre los socios

En las últimas semanas han sido varias las polémicas que han cercado al Gobierno de coalición, también en plena crisis interna por los desencuentros entre los socios.

La tensión entre PSOE y Podemos es cada vez más evidente. La pasada semana, incluso, se vio a Pablo Iglesias y a la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, discutiendo abiertamente en los pasillos del Congreso. «No seas cabezón», le dijo la ministra portavoz al líder podemita.

La batalla en los últimos días se centra en la subida del salario mínimo y el corte de suministros. Pero otros desencuentros van más allá, como sobre política migratoria o en relación a la Monarquía.

Este fin de semana, desde el Consejo Ciudadano Estatal, el máximo órgano de dirección de Podemos, Iglesias lanzó un aviso claro al PSOE.

«Vamos a seguir trabajando porque va a ser duro y difícil que se cumpla el programa de gobierno. Vamos a seguir trabajando para garantizar que a ningún hogar vulnerable se le pueda cortar el agua, la luz o el gas; para dejar atrás la reforma laboral; la mejora de los salarios y la capacidad de negociación de los trabajadores… Puede que nos digan que somos muy cabezones por trabajar para que se cumplan los acuerdos de gobierno firmados… Pues sí, somos muy cabezones y nos votaron para eso», dijo el líder de Podemos.

La discrepancia la protagoniza especialmente el sector económico del PSOE, con las ministras Nadia Calviño y Montero al frente, que consideran que no es momento oportuno para la derogación de la reforma laboral.

«Hoy como ayer, la presión de los movimientos sociales, de los sindicatos de trabajadores, de inquilinos, de las plataformas de pensionistas, en defensa de los servicios públicos es fundamental para que se logren los avances sociales y más aún, si cabe, en un gobierno de coalición en el que estamos nosotros y que por eso le van a declarar la guerra los de siempre», avisó Iglesias.

El vicepresidente segundo recurrió además a la amenaza al «conflicto político».

«A algunos la palabra conflicto no les gusta, pero esta semana se han cumplido 32 años de la huelga general de 1988, que marcó un hito en la lucha por los derechos de los trabajadores en España y cuya memoria es un orgullo para los demócratas», indicó, «pero tenemos que decir que todo lo conquistado por las mujeres, los trabajadores es el resultado de conflictos políticos: El conflicto político es el motor de la democracia».

Podemos presiona además para que la elección de los jueces del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) incluya a ERC y Bildu.

Como informó OKDIARIO, el ministro de Justicia, Juan Carlos Campo, ha dado el acuerdo a un pacto con el PP para renovar el CGPJ, pero Iglesias no lo está poniendo fácil.

Quiere ampliar su poder y ahora pasa a exigir modificaciones troncales en las negociaciones del Poder Judicial abiertas entre el PP y el PSOE. Podemos ha dejado abierta la puerta a que ERC y Bildu puedan reclamar la designación directa del nombre de algunos de los nuevos vocales.

El PP rechaza frontalmente negociar la nueva composición del Poder Judicial con las exigencias de Podemos, Bildu y ERC. Y eso significa que la pelota está en el tejado del PSOE: es Sánchez el que debe negociar con Pablo Iglesias para poder desbloquear la renovación, por mucho que desde el Gobierno insistan en que es el PP quien mantiene bloqueadas las negociaciones.

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