Un alcalde protegido por Lastra condenado por agredir a un vecino que lo denunció por obras ilegales
Ángel Antonio García González, alcalde socialista de Siero en Asturias le dijo a su vecino “te voy a matar, te voy a arrancar la cabeza, hijo de puta” mientras lo agarraba por el cuello.
El pasado 28 de junio la Audiencia Provincial de Oviedo ratificó de manera firma la sentencia por lesiones “por la inconsistencia de las pruebas” con la que el alcalde alegaba su inocencia.
El código ético del PSOE exige la dimisión de cargos públicos de su partido inmersos en procedimientos penales.
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Ángel Antonio García González es alcalde de Siero y uno de los favoritos de Adriana Lastra, portavoz del PSOE en el Congreso. Y desde hace unos días es un agresor condenado en firme por ajustar cuentas a gritos y a golpes con un vecino que lo había denunciado por obras ilegales en su vivienda. Además de todo lo anterior, El Cepi, apodo con el que se conoce al regidor, está siendo investigado por presuntas coacciones, acoso y prevaricación con respecto a agentes de la Policía Local de la localidad que regenta.
OKDIARIO ha tenido acceso a la sentencia redactada el pasado 28 de junio en la Audiencia Provincial de Oviedo y que se ocupa de resolver un recurso de una sentencia anterior, ésta de marzo de este mismo año, en la que el Juzgado de Instrucción número 1 de Siero condenaba al alcalde a 45 días de multa por un delito leve de lesiones contemplado en el Código Penal.
Ahora esa sentencia ha dejado de ser provisional y adquiere rango de firmeza toda vez que la audiencia Provincial ha analizado el recurso interpuesto por el alcalde, quien negaba en todo momento haber tenido ningún tipo de roce con el vecino que lo denunció por agredirle. La audiencia asegura que los criterios subjetivos para creer una versión u otra pasan por lo que vio el primer juzgado en sus sesiones a la hora de tomar declaración del alcalde acusado y del vecino denunciante: “La convicción judicial se forma también por los gestos, expresión facial, tono de voz, firmeza o duda en las manifestaciones, inseguridad o incoherencia”. Por todo lo anterior, El Cepi cayó derrotado frente a su vecino, pero es que además el ciudadano aportó datos objetivos que le daban la razón.
Pruebas objetivas
El denunciante asegura que días atrás denunció unas obras en la casa del alcalde porque éstas le dejaban a diario el balcón de su residencia llena de polvo. Aportó las imágenes. Curiosamente, el alcalde obtuvo una licencia para esa obra justo cuando fue denunciado. El caso es que ambos, la sentencia lo considera así probado, se encontraron el 25 de abril de 2020 a las 11:50 horas de la mañana en las escaleras del edificio. Nadie vio la escena, pero dos vecinas escucharon como el alcalde gritaba “te voy a matar, te voy a arrancar la cabeza, hijo de puta”. El vecino aseguró que El Cepi le dijo todo eso mientras le agarraba del cuello.
Para confirmarlo aportó fotografías realizadas inmediatamente después del incidente y documentación médica que refrendaba su versión que, a criterio del primer juzgado, otorgaba “plena credibilidad” a la versión del vecino.
En cuanto a los argumentos del alcalde la Audiencia, deja en papel mojado el informe de parte que El Cepi aportaba para desmentir el origen de las lesiones. Lo tilda de inconsistente.
Con esta condena, el alcalde con el que la portavoz socialista en el Congreso de los diputados, Adriana Lastra, se hacía fotos en campaña electoral, se coloca en una posición incómoda. Bueno, más bien lo hace el propio código ético de su partido, que en su punto 5 dice: “Cualquier cargo público u orgánico del PSOE al que se le abra juicio oral por un procedimiento penal dimitirá de su cargo en el mismo momento en el que se le dé traslado del auto de apertura del mismo y solicitará la baja voluntaria. En caso contrario, será suspendido cautelarmente de militancia y, en su caso, expulsado del partido”.
Y, ojo, porque el horizonte penal de El Cepi puede aumentar, ya que una asociación de policías lo denunció por presuntos delitos de coacciones, prevaricación y acoso a algunos policías locales. Según la denuncia interpuesta por el Sindicato Independiente de Policía Local de Asturias (SIPLA), Ángel García coaccionó a varios agentes de la Policía Local después de que participaran en una concentración, celebrada el 31 de octubre de 2019, para exigir al alcalde socialista que cumpliera sus compromisos con estos funcionarios. Entre ellos, el pago de las horas extras que el Ayuntamiento adeuda desde 2019. La lista completa de delitos a los que se enfrenta el alcalde son amenazas, coacciones, obstrucción a la justicia, prevaricación y acoso laboral. Veremos qué sucede con El Cepi si la causa prospera.
Cuando OKDIARIO preguntó a Adriana Lastra sobre su relación con este alcalde la respuesta de su gabinete de comunicación fue prácticamente que apenas se conocían, sin poder explicar por qué de entre todos los alcaldes de Asturias este y sólo este se fotografió con ella y con el presidente del Principado en el último cierre de campaña.