Pactos de Gobierno

Los proetarras salen a la calle para presionar a Sánchez con 19 presos ‘enfermos’

Pedro Sánchez etarras
Pedro Sánchez.

Desde que la líder de los socialistas navarros, María Chivite, se hiciese con el control del Ejecutivo autonómico gracias al apoyo de Bildu, el PSOE no ha dejado de negociar con la formación de Otegi, cuya abstención fue determinante para la investidura de Pedro Sánchez. El entorno proetarra se siente reforzado y volverá a tomar las calles, el próximo sábado en Bilbao, para exigir la libertad de los presos etarras alegando que hay 19 ‘enfermos’ graves a los que «la cárcel les perjudica».

Bajo el lema ‘Ahora los presos’, entidades como Sare o Etxerat movilizan este fin de semana a sus afines, en apoyo a los etarras condenados, para presionar a Sánchez con dos de sus históricas reivindicaciones: el acercamiento de todos los presos a las prisiones vascas y la excarcelación de aquellos con problemas de salud, con la ‘amnistía’ como horizonte.

«Es necesario acabar con la dispersión y el alejamiento de los presos vascos para la paz y la convivencia», advertía a Sánchez la portavoz de EH Bildu, Mertxe Aizpurua, durante su intervención en el Congreso de los Diputados en la primera sesión de investidura.

«Lo que urge es excarcelar a los afectados por cánceres, enfermedades cardiológicas y psicóticos» manifiesta la izquierda ‘abertzale’ en una nota publicada en la web de familiares de presos de ETA, Etxerat. Pese a que reconocer que algunos de los actualmente afectados por dichas dolencias se encuentran «en fase de remisión o con el tumor neutralizado», «el carácter de la enfermedad exige», añaden, «evitar cualquier repunte de la enfermedad o riesgo imprevisto».

Josetxo Arizkuren alias ‘Kantauri’, dirigente del aparato militar de ETA entre 1993 y 1999 y responsable de varias acciones violentas que causaron la muerte de 20 personas; Mikel Otegi, quien tras asesinar en 1995 a los ertzainas Iñaki Mendiluze y José Luis González, exclamó «dos hijos de puta menos»; Txus Martin, condenado a 36 años de prisión por el asesinato, en 1993, de un sargento mayor de la Ertzaintza; Kepa Arronategi, sentenciado por intentar asesinar al Rey emérito, Juan Carlos I; o, uno de los históricos jefes del aparato militar de ETA, Ibon Fernández Iradi, son algunos de los presos que los proetarras piden dejar en libertad.

Para otros, «enfermos crónicos sin riesgo evidente de fallecimiento» se propone su traslado «urgentemente» a la cárcel de Nanclares de Oca, en Álava, «donde la asistencia extrapenitenciaria y hospitalaria es más viable», aseguran.

«Estamos ante un Gobierno, conformado por dos fuerzas políticas, que en el ámbito vasco, han venido manifestando su voluntad de cambiar esta política penitenciaria», afirma la entidad convocante Sare en su manifiesto. Para acto seguido recordar a los socialistas que fue EH Bildu quien con su abstención «han propiciado esta elección», en referencia a la investidura de Pedro Sánchez.

Será difícil, sin embargo, que Sánchez pueda acceder a privilegios penitenciarios próximos a la ‘amnistía’ de los reclusos terroristas, como exigen los proetarras. Interior reconocía, comienzos de este mismo año,  que ninguno de ellos cumple con los requisitos legales exigibles para su excarcelación por razones de salud.

Ni uno solo de los etarras en cárceles españolas tiene un «grado de enfermedad» tal que «revista la suficiente entidad» como para que el Gobierno pueda aplicarles el mecanismo de puesta en libertad anticipada, previsto en el artículo 91 del Código Penal. Ni mucho menos «que esa enfermedad esté en un estadio en el que el peligro para la vida del interno sea patente» o terminal, reconoció el Ministerio que dirige, en funciones, Fernando Grande-Marlaska.

Instituciones Penitenciarias

Así lo manifestaba el Secretario General de Instituciones Penitenciarias, en respuesta oficial al Colectivo de Víctimas del Terrorismo COVITE: «Por lo que se refiere al colectivo de presos de ETA», no hay ninguno de ellos que en la actualidad pueda ser excarcelado, por criterios exclusivamente médicos, tal y como prevé la normativa vigente.

En España, tanto la legislación penal como la penitenciaria contemplan fórmulas para que los reclusos «que sufren enfermedades graves con padecimientos incurables» puedan acceder a la libertad condicional, gracias a la suspensión de sus condenas por esta circunstancia. Una consideración que Interior destaca que es extensible a todos los tipos de presos, siempre y cuando cumplan con los requisitos.

Todos los miembros de la banda terrorista encarcelados que «padecen algún tipo de enfermedad están recibiendo la asistencia sanitaria precisa a través de la red sanitaria pública y están, todos ellos, sometidos a los pertinentes controles» profesionales médicos «para valorar si su evolución deriva en situaciones que exijan iniciar el procedimiento de excarcelación anticipada», legalmente previsto.

Una circunstancia que, pese a los esfuerzos de Sánchez por contentar a la izquierda ‘abertzale’, complica la puesta en libertad de etarras condenados y encarcelados, por motivos de trato humanitario y en base a la excusa de su enfermedad, durante la próxima legislatura. Y ello pese a que Podemos, su socio en el Gobierno, se ha manifestado a favor de amnistiar a los presos terroristas de la banda armada, en más de una ocasión.

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