El PP ve en la espantada de Sánchez la prueba de que «tiene hecha» la amnistía con los golpistas
El jefe del Gobierno en funciones permanece en silencio durante las siete horas y media del debate
El Grupo Popular cierra filas con su líder: "Sánchez no soporta que Feijóo le humille"
Feijóo retrata a Sánchez: "Ni amnistía ni autodeterminación, tengo principios, límites y palabra"
Gritos de "¡Cobarde, cobarde!" a Sánchez por no dar réplica a Feijóo en el Congreso
La espantada del jefe del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, en el debate de investidura del líder del PP y ganador del 23J, Alberto Núñez Feijóo, ha sido interpretada en Génova, según fuentes internas, como la prueba de que el secretario general del PSOE y los independentistas catalanes «tienen hecha» la amnistía para los golpistas y demás procesados por el 1-O.
«Planteamos este debate de investidura para que Sánchez explicara cómo va a amnistiar a Puigdemont y al resto de independentistas encausados, pero el que no haya querido hablar lo más mínimo es muy significativo», señalan las fuentes citadas. El líder socialista mandó a un diputado de la cuarta fila de su bancada, a Óscar Puente, ex alcalde de Valladolid, para que diera la réplica a Feijóo en un hecho sin precedentes «en 45 años» en este tipo de debates, faltando así el respeto a la Cámara y a la designación del Rey tras la ronda de consultas.
«El nuevo dóberman del PSOE hace méritos para ser ministro», comentaban en las filas populares sobre Puente, al tiempo que cerraban filas con su líder en su consagración parlamentaria como hombre de Estado. «Sánchez no soporta que Feijóo le humille», destacaban. Por su parte, desde Ferraz avanzaron que el presidente en funciones intervendrá «cuando llegue el tiempo de su investidura». Y aquí, fuentes parlamentarias apuntan cómo miembros del Gobierno están despejando su agenda para la semana del 17 de octubre.
Entretanto, el propio Feijóo calificó a Sánchez como «el diputado en silencio que mira su móvil…» para denunciar la actitud del jefe del Ejecutivo, quien a lo largo de siete horas y media no pidió la palabra, ni siquiera por alusiones cuando desde la bancada del centroderecha le gritaron «cobarde» por no salir a hablar.
«El señor Sánchez no quiere hablar porque no quiere responder. O mienten ustedes o miente el señor Sánchez, no hay otra posibilidad», manifestó Feijóo a los portavoces independentistas de ERC y Junts, Gabriel Rufián y Míriam Nogueras, con los que el PSOE negocia la amnistía al golpismo.
Con anterioridad, pese al mutismo de Sánchez, sus socios en el Gobierno, es decir, los representantes de Sumar, sí admitieron abiertamente que el indulto generalizado a los separatistas encausados -algo que no tiene cabida en la Constitución- es una operación en marcha que va a ejecutarse.
La portavoz de Sumar en el Congreso, Marta Lois, ante el silencio también de su jefa, la vicepresidenta Yolanda Díaz, ensalzó la amnistía como «una oportunidad para pasar página» en Cataluña. Lois esgrimió que esta ley no va dirigida «a las élites políticas», sino para «cientos de personas anónimas» que, según sostuvo, «se vieron envueltas en un conflicto político».
De igual modo, el secretario general del Partido Comunista (PCE) y diputado de Sumar, Enrique Santiago, defendió la amnistía como una «institución» recogida en tratados internacionales en vigor en España, así como contemplada, a su juicio, en la ley de enjuiciamiento criminal. «Los objetivos de las amnistías en el derecho internacional son alentar la reconciliación y ayudar a restablecer las relaciones normales en la vida de un país. La amnistía siempre es el final de un proceso de normalización y en este caso lo va a ser», aseguró Santiago, reprochando al PP que no se sume a un «gran acuerdo de entendimiento entre Cataluña y el resto del Estado».
En su discurso inicial como candidato a la Presidencia del Gobierno, Feijóo remarcó que él, a diferencia de Sánchez, no piensa tolerar «ni la amnistía, ni la autodeterminación, ni ninguna otra fórmula equivalente» con tal de estar en la Moncloa. «Tengo principios, límites y palabra. Y sobre todo, tengo un deber que no voy a eludir». «Ningún fin, ni siquiera la Presidencia del Gobierno, justifica los medios», apostilló entre aplausos del Grupo Popular.
La intervención del Rey
Además, Feijóo alertó de que una ley de amnistía o «análoga» como la que Sánchez quiere pactar con los golpistas del 1-O supondría «otorgar privilegios a quienes pusieron en grave riesgo nuestra convivencia; privar de todo efecto a las resoluciones judiciales; desautorizar la defensa de la legalidad quebrantada que llevaron a cabo las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado; o reducir a meras soflamas posiciones firmes de estas Cortes». Y también advirtió el líder del PP sobre otra preocupante consecuencia: «Quedaría también discutida la intervención del Rey en 2017», incidió.
En este contexto, Feijóo también lanzó todo un dardo a la línea de flotación de PNV y Junts, cuyos votos le podrían hacer presidente. «A mí no me han votado para entregarles la autodeterminación o la amnistía. ¿Les han votado a ustedes para que se aplique la política económica de Podemos? ¿En serio?», les espetó, recibiendo una de las mayores ovaciones de la jornada.