El PP lleva un año negociando la salida de Aznar y de Faes
«Llevamos un año separando Faes del PP»; «El PP lleva un año negociando la salida de Aznar y de Faes», son palabras de un alto cargo del Partido Popular que asegura que el anuncio del ex presidente (de renunciar a la Presidencia de Honor del PP) no pudo coger por sorpresa a nadie de la cúpula de Génova 13.
El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, aseguró ante los periodistas que atendió la llamada de José María Aznar y que no le «sorprendió» su anuncio. Fuentes populares aseguran que llevaba tiempo fraguándose y que ambos estaban decididos a que fuera amistoso. De hecho, la relación entre los dos no es mala, apuntan en el entorno del jefe del Ejecutivo.
Un día después y a su entrada en Moncloa para tomar la ya famosa copa de Navidad con los periodistas, Rajoy evitó contestar asegurando que «sobre Aznar no voy a decir nada». En el PP tratan de minimizar la decisión del ex presidente de dejar su puesto honorífico, y numerosos dirigentes consultados han descartado por completo la posibilidad de que vaya a emprender un nuevo proyecto político.
Sí hubo, no obstante, cierto malestar por el día elegido por Aznar para hacer este anuncio, con Mariano Rajoy de viaje en Nueva York para presidir el Consejo de Seguridad de la ONU y con la dirección del PP presentando la ponencia política que quiere defender en el Congreso, y que cambia, entre otras cosas, el modo de elegir al líder del partido.
Fuentes de la dirección admiten en privado que en el partido esperaban un nuevo golpe de efecto de Aznar en las próximas semanas, antes o durante el congreso nacional -que se celebra el fin de semana del 10 al 12 de febrero-, para volver a hacer constar públicamente sus críticas a Rajoy y a su equipo. Las mismas fuentes esperan que tras haber tomado esta decisión el expresidente entierre el hacha de guerra, al menos hasta que pase el cónclave del partido que reelegirá a Mariano Rajoy.
Confían en que Aznar cese en sus ataques
En la cúpula del PP no niegan, en cualquier caso, que la relación con quien fue líder del partido durante catorce años hacía ya tiempo que era tensa y en muchos casos inexistente. El vicesecretario de Organización del PP, Fernando Martínez-Maillo, trató de quitar hierro al asunto esta mañana en la que, sin embargo, puso encima de la mesa otro debate, al sugerir que en España no se ha sabido «solucionar» cuál debe ser el papel de los ex presidentes del Gobierno.
En su reflexión Maillo no hizo ningún reproche explícito a Aznar -prefirió usar a los socialistas José Luis Rodríguez Zapatero y Felipe González como ejemplos-. Y aunque admitió que Aznar siempre será un referente para los ‘populares’, insistió en que el partido tiene que «mirar al futuro».
En cualquier caso, en el partido no creen que Aznar vaya a intensificar ahora sus críticas, y así lo admitieron en declaraciones a los periodistas en el Congreso dirigentes como Pablo Casado y el ex presidente del Congreso Jesús Posada. «No. Todo lo contrario», dijo al respecto Casado. Admiten en cualquier caso que la relación de Aznar con Rajoy y su equipo siempre ha sido complicada.
En tono condescendiente, un dirigente comparó esta situación con la de una empresa familiar en la que el padre, ya retirado, quiere seguir interviniendo en las decisiones cuando la compañía ya ha echado a volar y es incluso más potente que cuando el patriarca estaba al mando. Pese a estos comentarios, de nuevo hubo dirigentes que expresaron en público sus elogios hacia Aznar, como hizo el presidente de Castilla y León, Juan Vicente Herrera, quien consideró al ex presidente del Gobierno como el «el principal responsable de la moderna centroderecha española» materializada en su partido.