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El PP se desmarca de Vox tras llamar Milei «corrupta» a Begoña Gómez: «Es una intromisión»

González Pons carga contra el presidente de Argentina por "remover la política nacional" en su primer viaje a España

"La mujer de Pedro Sánchez no es un asunto de Estado", declara el vicesecretario de Acción Institucional del PP

PP Vox Milei
Esteban González Pons, vicesecretario del PP. (Foto: EP)
Segundo Sanz

El vicesecretario de Acción Institucional del PP y principal asesor de Alberto Núñez Feijóo en asuntos exteriores, Esteban González Pons, ha marcado distancia este lunes con Vox y el presidente de Argentina, Javier Milei, después de este llamara este domingo «corrupta» a Begoña Gómez, mujer del presidente del Gobierno.

«El discurso de Milei es desde luego una intromisión en política nacional. No puede, o no debe, en su primer viaje a España remover la política nacional de España. La mujer de Pedro Sánchez no es un asunto de Estado», ha afirmado González.

Además de criticar que Milei haya venido a España «sin saludar al Rey, al Parlamento y al Gobierno», González Pons ha querido también censurar que Sánchez pretenda convertir a Begoña Gómez en un «asunto de Estado». «No deja de ser la mujer del presidente», ha comentado.

En este contexto, González Pons ha reclamado «política de adultos» porque España «es un país europeo racional», asegurando que los españoles que viven en Argentina o las empresas que operan allí «no merecen que su situación se vea comprometida por el sentido del honor que tiene Pedro Sánchez con respecto a su mujer», ha declarado en el programa Herrera en Cope.

Asimismo, ha calificado de «probable» que la esposa de Pedro Sánchez tenga que «afrontar dificultades en el futuro inmediato» tras haber designado abogado, en este caso, Antonio Camacho, último ministro del Interior de José Luis Rodríguez Zapatero.

Durante su intervención en el acto de Vox Europa Viva 24 celebrado este domingo en el Palacio de Vistalegre, Milei se refirió así al socialista Pedro Sánchez y su esposa, denunciada en un juzgado de Madrid por un presunto delito de tráfico de influencias: «No saben qué tipo de sociedad y país puede producir el socialismo y qué calaña de gente atornillada en el poder y qué niveles de abuso puede llegar a generar. Aun cuando tenga la mujer corrupta, digamos ensucia, y se tome cinco días para pensarlo», manifestó el presidente argentino aludiendo a la farsa de los cinco días de reflexión que se tomó Sánchez.

Estas palabras llevaron al Gobierno a improvisar una declaración institucional del ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, en Moncloa, donde anunció horas después que el Ejecutivo llamaría a consultas sine die a la embajadora en Buenos Aires, al tiempo que exigió «disculpas públicas» a Milei.

Este lunes, en otra entrevista de radio en la Cadena Ser, Albares ha avanzado que había convocado a la sede del Ministerio al embajador de Argentina en España, Roberto Bosch, para exigirle que Milei se disculpe. En caso contrario, el jefe de la diplomacia española ha amenazado con romper relaciones con Argentina ante lo que ha calificado como un «ataque» y una «injerencia» en la política interna de España.

El «silencio» de Sánchez

En su primera reacción, en la tarde de este domingo, fuentes de Génova criticaron que el ministro de Exteriores, que «no nos llamó para informarnos de la posición en el Sáhara, Ucrania, Israel o Gibraltar», se  pusiera en contacto con el PP para defender a Pedro Sánchez de «unas declaraciones del presidente argentino al que el Gobierno acusó de drogarse», recordaron tales fuentes sobre las palabras del ministro de Transportes. Óscar Puente dijo que Milei tomaba «sustancias». Por su parte, el sábado, la ministra de Ciencia, Diana Morant, llamó «fascista» al mandatario argentino.

«De la estrategia del PSOE no participamos. Pretenden que Milei movilice al electorado al que ya no convence el Gobierno», advirtieron las fuentes del PP. «Hace semanas que Sánchez debería haber dado explicaciones de los casos de supuesta corrupción que afectan a su Gobierno, su partido y entorno personal. Su silencio genera dudas internas, pero también desconfianza en el extranjero y debilidad en nuestras posiciones en el exterior», añadieron desde Génova.

«El PP hace política en el marco de la moderación y el respeto. No participamos de la hipérbole discursiva que pretenden incluir unos y otros», sentenciaron. «En cualquier caso, nuestra labor es hacer oposición al presidente de España, no al de Argentina», apostillaron.

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