Crisis Migratoria

La Policía alerta de una llegada masiva de inmigrantes al País Vasco con riesgo para la seguridad europea

La zona se ha convertido en lugar de paso obligado para los inmigrantes

inmigración Irún
Cartel en la estación de Irún
Alfonso Egea
  • Alfonso Egea
  • Jefe de Investigación en OKDIARIO. Anteriormente fui responsable de la sección de Actualidad y Sucesos en Espejo Público, en Atresmedia. He publicado cuatro libros y actualmente colaboro en programas de televisión en Mediaset y en Telemadrid. Agradecido por tener el reconocimiento de la Policía Nacional de Madrid y la medalla al mérito de la Guardia Civil.

Ignorar que la llegada masiva de inmigración ilegal a un país es una cuestión que puede poner en entredicho la seguridad del propio país y del continente al que pertenece es algo más que ser confiado, es ser negligente, y más aún cuando el país en cuestión es España, fronterizo con un continente en el que abundan los países emisores de inmigrantes ilegales y que además tiene frontera de libre circulación con el resto del continente a través de sus pasos terrestres desde Cataluña y País Vasco sobre todo y con Irún como punto ‘caliente’.

Con esta situación, tras muchos años de inmigración ilegal llegada a través del sur de España y las Islas Canarias y acabando este año 2020 en el que ese flujo canario se ha disparado un 1.000%, los servicios de Inteligencia e Información se están fijando en el efecto que ese aumento provoca en el resto del país, y la documentación a la que ha tenido acceso OKDIARIO se centra en el efecto mariposa que todo lo anterior está teniendo ahora sobre el País Vasco. En la citada documentación aparece un párrafo de obligada cita para quienes sigan viendo en el control de la inmigración ilegal un acto de xenofobia o racismo. Los propios servicios de Inteligencia separan de antemano una cosa de la otra: “Se ha detectado que los flujos de migrantes procedentes de la costa atlántica africana son los que más posibilidades tienen de estar penetrados por elementos hostiles. Países como Senegal, Costa de Marfil, Ghana, Togo o Benín, son lugares donde la presencia de elementos radicales es una constante. Sin embargo, no se debe pensar que todos los procedentes de estos países, aun cuando ilegales, son radicales”. Por ‘penetrados’ se entiende a aquellos radicalizados a través de captadores de organizaciones terroristas que están aprovechando el descomunal aumento del flujo migratorio para infiltrarse entre los inmigrantes ilegales llegados a España.

Los datos recabados por este periódico detallan con precisión las instrucciones y recorridos realizados por los inmigrantes ilegales una vez llegan a territorio español. Si nos centramos en los llegados mayores de edad, en esta última crisis migratoria la práctica mayoría de estas personas son hombres de mediana edad en buen estado de salud, se explica lo siguiente. Hay dos tipos de inmigrantes ilegales detectados ahora mismo: los que tienen como objetivo llegar a nuestro país e instalarse aquí por diversos motivos, pero grosso modo por reagrupación familiar o mejora de condiciones de vida, y por otro lado aquellos que están usando ‘trampolines’ para llegar a Europa a través de la inmigración. Primero Canarias, luego España y por vía terrestre Francia y desde allí a Bélgica o Alemania. En este último supuesto la información obtenida por OKDIARIO apunta directamente a las iniciativas de Irún, que según los expertos en seguridad están suponiendo un efecto llamada muy peligroso: «En aquellos que quieren utilizar a España como trampolín, se apoyan en las ONGs que ayudan al migrante y que, en el País Vasco aparecen muy activas y con apoyo oficial (local). De hecho, en la estación de tren de Irún se pueden ver carteles sobre el recorrido que tienen que hacer los inmigrantes para conseguir ayuda de estas organizaciones. Y en las aceras hay sobreimpresas pisadas de color verde para señalar el camino. Es obvio que el efecto llamada de estas iniciativas es muy alto”.

España como trampolín

En la documentación obtenida por este periódico estas afirmaciones se ilustran con las fotografías que pueden apreciarse en este artículo en las que se ve el cartel orientativo que una ONG colocó en la estación de Irún con indicaciones precisas en inglés, francés y árabe de cómo llegar tanto al ayuntamiento de la ciudad como a la sede de la Cruz Roja de la localidad, explicando que en esos lugares podrán obtener comida, alojamiento, acceso a teléfonos y recepción de transferencias de dinero. Para marcar la ruta de manera más visible esta organización pintó huellas de color verde desde la citada estación hasta los lugares anunciados en el cartel. Las conclusiones de los expertos en seguridad acerca del efecto y consecuencias que esta iniciativa puede tener sobre España y sobre Europa son demoledoras: “Los individuos que buscan utilizar a España como trampolín se deben distinguir entre los que quieren llegar principalmente a Francia, por cuestiones de comodidad social y tener un entorno urbano más favorables (comunidades de migrantes afines). Y por otro, los que utilizan los flujos de migrantes para llegar hasta Europa con otras intenciones mucho más peligrosas. Terrorismo. Los primeros ‘sólo’ fomentan la aparición de mafias de transporte de emigrantes, que están directamente relacionadas con la delincuencia organizada”.

Y ese es uno de los principales problemas detectados en la frontera vascofrancesa, un tránsito descontrolado de vehículos particulares que protagonizan una especie de escenario de pateras por carretera en las que a cambio de dinero los inmigrantes ilegales cruzan de un país a otro. Pero como bien apunta esta información ese sería el menor de los males, muy importante, sí, pero el menor. Lo grave es el peligro terrorista que puede suponer la inmigración ilegal, al que los expertos que firman estos informes también le ponen matices: “Las organizaciones terroristas islamistas que operan en África no mandan combatientes a Europa a cometer atentados. Es importante dejar eso aclarado. No en la actualidad. Los que se camuflan entre el fenómeno de la inmigración y llegan a Europa con el fin de cometer actos terroristas son individuos radicalizados o que se han radicalizado a la llegada por el entorno social de acogida. En este caso, España no se considera un objetivo para estos individuos. En términos generales obviamente. Por lo general, buscan llegar a Francia, Bélgica o incluso Alemania, donde las diásporas musulmanas son más grandes y donde encuentra mayor apoyo logístico para sus objetivos. Sin embargo, las informaciones obtenidas señalan que en estos momentos existe un flujo, débil, de individuos que podrían considerarse potencialmente peligrosos”.

Por todo lo anterior las iniciativas humanitarias no solo son loables, sino necesarias para la ayuda a los inmigrantes ilegales desvalidos, pero sería conveniente que en lugares tan geográficamente críticos como Irún se fuera mucho más prudente a la hora de no convertir la ayuda humanitaria en un cartel de neón para los que buscan un coladero con fines hostiles.

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