Podemos propone convertir Paracuellos en un lugar de «memoria pública» sobre la «violencia revolucionaria»
El partido aborda la idea en el informe 'De un Valle de Lágrimas a un Valle de Memorias'.
La referencia a Paracuellos aparece así, por primera vez, en plena polémica por la exhumación de Franco del Valle de los Caídos.
Podemos exige a Sánchez que la exhumación de Franco sea a plena luz del día y “sin complejos”
Más allá de su propuesta para «resignificar» el Valle de los Caídos con medidas como la exhumación de Francisco Franco o la demolición de la gran cruz, Podemos debate sobre otra polémica: cómo aprovechar Paracuellos en su plan de Memoria Histórica. La formación de Pablo Iglesias plantea convertir este espacio -donde alrededor de 2.500 personas fueron asesinadas por las fuerzas de la República- en un lugar de «memoria pública» sobre la «violencia revolucionaria». Una propuesta que blanquea una de las mayores matanzas de la Guerra Civil española.
El partido pasa de soslayo por esa idea en el informe ‘De un Valle de Lágrimas a un Valle de Memorias. Bases para un proyecto de futuro sobre el Valle de los Caídos’. Un trabajo dirigido por el historiador Jordi Guixé y que sirve de sustento a la propuesta podemita para el Valle de los Caídos.
El informe rechaza que el Valle pueda ser «el lugar para hablar de la violencia revolucionaria durante la guerra ni para crear una memoria pública sobre ello» para, acto seguido, considerar que Paracuellos sí podría serlo.
«Hay más lugares apropiados para esto en España, lugares representativos de esa violencia, como por ejemplo Paracuellos. El Valle es el lugar, sin duda, que representa la dictadura y el nacionalcatolicismo en todas sus variantes y apreciaciones», concluye el autor, que opina también que el Valle de los Caídos debe ser un «ágora donde convivan distintas memorias, aunque estén enfrentadas» y no un «memorial reconciliador».
Ejecución en masa
La referencia a Paracuellos aparece así, por primera vez, en plena polémica por la exhumación de Franco y los planes del Gobierno de Pedro Sánchez y sus socios para el Valle de los Caídos.
En la actualidad, este cementerio evoca el horror de lo ocurrido entre el 7 de noviembre y el 4 de diciembre de 1936. Una ejecución en masa, que se recuerda en la actualidad con varias cruces blancas y lápidas, con nombres y fechas simbólicas en honor a los más de 2.000 asesinados en la batalla de Madrid, prisioneros considerados contrarios al bando republicano y que fueron engañados por sus asesinos haciéndoles creer que serían trasladados a Valencia. Por entonces, Santiago Carrillo tenía la máxima responsabilidad en la Consejería de Orden Público de la Junta de Defensa de Madrid.
«Violencia revolucionaria» es una alusión clásica de la izquierda comunista a aquella que se ejerce contra el enemigo opresor del pueblo
Ahora, con su propuesta, Podemos viene a legitimar la violencia ejercida en ese espacio y que considera una «violencia revolucionaria», la alusión clásica de la izquierda comunista a aquella que se ejerce contra el enemigo opresor del pueblo y la clase obrera.
La formación morada apenas se ha posicionado en público sobre Paracuellos, aunque algunos de sus dirigentes sí han expresado opiniones controvertidas.
Juan Carlos Monedero se refirió en una de sus intervenciones en televisión a la masacre como un «lamentable hecho de la Guerra Civil por un ejército republicano en retirada con un Madrid rodeado por las tropas franquistas» y consideró que «en absoluto» era «comparable» con «los 130.000 asesinados por Franco». «Si Paracuellos es un genocidio, los asesinatos de Franco son diez genocidios», resolvió el ideólogo podemita.
Asediado por su relación con el gobierno chavista de Venezuela, el propio Pablo Iglesias consideró que la situación era la misma «que cuando le sacaban a Carrillo lo de Paracuellos».