Podemos jubila el término «casta» porque son parte de ella y ya tienen un nuevo mantra: «La trama»
De «casta» a «trama». Es el nuevo concepto que emerge con fuerza en el discurso de Podemos, en especial, tras la última Asamblea de Vistalegre.
Basta repasar algunas de las declaraciones de los dirigentes en la última semana-«Nos movilizamos para acabar con los privilegios de la trama», «exigimos los derechos que la trama está dinamitando», «la trama es una cúpula del poder político y económico que toma decisiones que afectan a la gente»-para darse cuenta de que el término engrosa ya el vocabulario podemita.
Desde las intervenciones en el Congreso hasta las tertulias, entrevistas y actos de protesta… En definitiva, ha reemplazado por completo al que marcó la propia irrupción del partido, en 2014: la «casta». Un concepto que sirvió para simplificar gráficamente la división rico-pobre, débil-poderoso, arriba-abajo, y que caló con fuerza en el imaginario colectivo.
La principal razón del reemplazo no es otra que los propios dirigentes podemitas han asumido ya, y en apenas tres años, los vicios políticos de las formaciones de la «vieja política», que tanto critican: ‘dedazos’, primarias cuestionables, escándalos de especulación… En definitiva, que ellos mismos se han convertido en «casta» política, como demuestran las múltiples tensiones internas por retomar una línea más dura, volver a las ‘plazas’ y, en definitiva, a la esencia del movimiento 15-M.
A ello se añadió que, tras las elecciones de 2015, Podemos permitió que el PSOE, partido, según ellos, de la ‘casta’, gobernase en algunos ayuntamientos y comunidades. O declaraciones críticas de algunos de sus dirigentes, como Juan Carlos Monedero, que concluyó que «a veces nos parecemos a lo que queremos sustituir». O que el propio Iglesias ofreciese a Pedro Sánchez un gobierno de coalición, exigiéndole «sillones» a cambio de apoyarle en la investidura.
Entre los dirigentes de Podemos se asumió así que su concepto fetiche se había ido vaciando de sentido, que había perdido su función como instrumento «de guerrilla». De hecho, hace meses que ellos mismos se resistían a escribir la palabra en las redes sociales, a sabiendas de que, cada vez que lo hacían, les llovían las críticas. El año pasado, las alusiones eran ya prácticamente inexistentes.
«Se entiende que la corrupción es una forma de entender y construir el poder en España, que existe una trama corrupta que a través de mecanismos legales y no legales ha sido capaz de mantener el poder en España», aseguró Iglesias a finales de febrero.
Desde entonces, la palabra ‘trama’ no ha dejado de estar presente en las intervenciones públicas de los principales dirigentes de Podemos y se ha hecho más evidente después de que, tras la asamblea de Vistalegre,
Iglesias nombrase a Pedro Antonio Honrubia como nuevo responsable de argumentario.
Honrubia, un hombre de la máxima confianza del líder de Podemos, ha reemplazado otros términos como Venezuela por Cubazuela del Norte y es partidario de la línea más dura del partido. De hecho, no ha tenido reparos en declarar sus simpatías hacia el régimen chavista, e incluso criticar la detención y encarcelamiento de etarras.
Desahucios, precariedad, pobreza energética… Frente a las consecuencias del gobierno de la trama corrupta, #El25mVamos pic.twitter.com/Ntr8p93x72
— Podemos Com. Madrid (@PodemosCMadrid) 20 de marzo de 2017
Desde entonces, es una realidad que ‘trama’ es el nuevo término fetiche del partido. Hasta en 23 ocasiones lo mencionó Irene Montero en una entrevista en La Sexta, el pasado sábado. La misma Montero la ha utilizado con frecuencia en sus debates parlamentarios. «Quizá esto guarde también relación con lo que hemos venido llamando la trama, una red de altos cargos del Estado y de políticos, algunos expresidentes o exministros con destacados empresarios que mandan en este país en lugar de este Parlamento», le reprochó a Rafael Catalá, ministro de Justicia, en uno de ellos.
«Trama es la palabra que explica las redes de poder mafiosas que creó Esperanza Aguirre en Madrid y que continúa Cristina Cifuentes o que desarrolló el PP en la Comunidad Valenciana, o todo el entramado creado por José María Aznar para entregar el poder y el dinero a sus amigos», resumió Iglesias, este mismo sábado, el mismo día en que el partido celebró la primera reunión del llamado espacio ‘Rumbo 2020’, un grupo de trabajo tiene como objetivo diseñar la hoja de ruta para las generales de 2020. Y, como indican en sus prioridades, analizar la manera de desarticular «la trama política y económica que configura el poder en España».
En ese grupo de trabajo, el partido cuenta además con la asesoría del sociólogo Rubén Juste, autor del libro ‘Ibex 35. Una historia herética del poder en España’ que, según el líder del partido morado, «sirve para entender lo que ha ocurrido en España en los últimos 40 años», para comprender «el significado de la palabra corrupción» y para entender esas relaciones de poder que Podemos se ha marcado como principal tarea desenmascarar.