Investidura Pedro Sánchez

Sánchez usa a Iglesias de coartada para evitar que su cabeza sea la condición de un pacto con PP y C’s

El candidato a la investidura, Pedro Sánchez, rechaza las propuestas de PP y Ciudadanos y blinda su acuerdo con Podemos, que necesita del apoyo de ERC

Niñas Tenerife
Casado y Sánchez en una reunión.
Luz Sela
  • Luz Sela
  • Periodista política. En OKDIARIO desde 2016. Cubriendo la información del Congreso de los Diputados. Licenciada en Periodismo por la Universidad de Santiago de Compostela. Antes, en COPE, ABC Punto Radio y Libertad Digital.

Pedro Sánchez está determinado a blindar su acuerdo con Podemos, le pese a quien le pese, y aunque ello complique de manera extraordinaria una gobernabilidad que sigue pendiente de los independentistas. El candidato a la investidura cerró este lunes cualquier puerta a explorar una vía alternativa, por ejemplo, el acuerdo de los 221 diputados que le planteó Inés Arrimadas en forma de un pacto con PP y Ciudadanos. O el gobierno en solitario que le aconseja Pablo Casado: un Ejecutivo con apoyos de partidos de izquierdas y la abstención de Ciudadanos, pero sin Podemos en el Consejo de Ministros.

El socialista bloquea las alternativas y se aferra al acuerdo con Iglesias, convencido de que es la única forma de atarse a sí mismo en el poder. Cualquier pacto que pase por el PP, o que dependa de este partido, supondría una presión a su propia supervivencia. Ya la misma noche electoral, los ‘populares’ -representados por el secretario general, Teodoro García Egea- reclamaron a Sánchez un paso atrás. En Génova consideran que esa advertencia es la razón por la que el socialista se apresuró a pactar con Podemos, apenas dos días después de las elecciones. Romper ahora el acuerdo, dicen fuentes ‘populares’, no sería entendible por sus propios militantes, ni por la opinión pública.

La ronda de reuniones iniciada este lunes por Pedro Sánchez con PP y Ciudadanos sólo sirvió para confirmar a cada uno en sus posiciones. La intención de Sánchez era presionar a Casado y Arrimadas para que favoreciesen su pacto con Podemos, evitando así cualquier acuerdo con ERC. Sin embargo, esa tesis se desmontaría si Sánchez aceptase la vía que propone Arrimadas, y que implicaría prescindir también de los de Pablo Iglesias. Sánchez se niega. Irrompible el pacto del Gobierno socialcomunista, su única salida es, pues, intentarlo con quienes quieren romper España. De aceptar la vía constitucionalista, Sánchez vería en un serio compromiso su supervivencia y, de no apartarse para favorecer la gobernabilidad, aparecería como el responsable del bloqueo. 

Por eso, ahora, el discurso se centrará en echar la culpa a PP y Ciudadanos por no avalar el acuerdo con Podemos. La primera en abonar el escenario fue la vicesecretaria general del PSOE, Adriana Lastra, encargada de pilotar las negociaciones con el resto de grupos políticos, que espetó al PP: «Un partido que se proclama constitucionalista tiene que facilitar que se cumpla la letra de la Constitución, y es que se forme Gobierno y que sea cuanto antes».

«Si la señora Arrimadas no quiere que ERC sea determinante, lo tiene muy sencillo, que apoye la investidura de Pedro Sánchez y el PP que se abstenga», prosiguió Lastra, en rueda de prensa tras concluir Sánchez sus encuentros. Avisó, además, de que «no se puede alertar de que la gobernabilidad del país no puede depender de los partidos independentistas y al mismo tiempo oponerse a desbloquear».

«Son sólo 13 abstenciones»

En la reunión, Sánchez, como avanzó OKDIARIO, llegó a reclamar a Casado una abstención parcial para desencallar la investidura. Una vuelta de tuerca en su estrategia de presión al PP. «Son sólo 13 abstenciones», le pidió el candidato.

El encuentro duró apenas 40 minutos. Suficientes para confirmar las posiciones enrocadas. El líder del PP acudió de frente, con el ‘no’ a la investidura y, sin sorpresas, trasladó que el PP «no puede ser el partido que blanquee el pacto con Podemos». Un Ejecutivo socialcomunista que, dijo después ante los medios, sería «letal para España». 

El líder ‘popular’ considera que Sánchez no tiene alternativa y que intenta buscar una «coartada» a su negociación con los independentistas que ha elegido libremente.

Mientras, los socialistas siguen las negociaciones con los independentistas para que el Gobierno con Podemos prospere. Lastra admitió que «la previsión es llegar a un acuerdo con ERC que no sólo desbloquee la investidura sino que también dé estabilidad a la legislatura».

La también portavoz parlamentaria no reveló los términos de la negociación, que afronta una semana crucial, pendiente de la decisión del Tribunal de Justicia de la UE sobre la inmunidad de Oriol Junqueras y Carles Puigdemont, y también el congreso de ERC, en el que el partido definirá su línea estratégica.

En la ponencia de dicho congreso, los republicanos abogan por tres vías para abordar la independencia: negociación y «diálogo» con el Gobierno de la nación, un referéndum pactado o, si lo anterior falla, la vía unilateral.

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