Elecciones Generales 2019 / Los candidatos

Pedro Sánchez: el presidente que busca enterrar en las urnas el sambenito de ‘okupa’

Pedro Sánchez es el principal favorito en todas las encuestas tras protagonizar en 2016 el mayor descalabre de los socialistas en unas elecciones generales.

Ver vídeo
Joan Guirado

Ambicioso hasta límites insospechados, Pedro Sánchez (Madrid, 1972) -alías Pedro el guapo- es el candidato mejor situado en las encuestas para ganar las elecciones. Unas expectativas distintas a las del 2016, cuando sumió a su partido en el peor resultado histórico. Aquel mal resultado, la abstención a la investidura de Mariano Rajoy y las heridas aún no cerradas del último congreso socialista, le llevaron a dimitir, no para irse a casa, sino para coger impulso en una nueva carrera para recuperar el poder perdido en el partido más antiguo de España.

Cogió su coche, tras apuntarse al INEM, y recorrió toda España con la intención de dar batalla interna frente a Susana Díaz. Meses después, rodeado por los que ahora son sus colaboradores más cercanos -Iván Redondo, José Luis Ábalos, Adriana Lastra, Alfonso Rodríguez Gómez de Celis o Maritxa Ruiz Mateos-, volvió a la planta cuarta del número setenta de la calle Ferraz de Madrid con la determinación y el aval de la militancia. Y puso en marcha una auténtica revolución: una ejecutiva a su antojo, cambios en los grupos parlamentarios y, ahora, las listas electorales sin injerencias ajenas. Pisoteó a todos los críticos en aquel momento, hasta llegar a  cambiar el pomo de la sede del PSM para evitar la entrada del cesado secretario general Tomas Gómez.

Licenciado en Ciencias Económicas y Empresariales por el Real Centro Universitario María Cristina, se afilió al PSOE en 1993 mientras estudiaba la carrera y poco después de la última victoria de Felipe González. En su casa siempre respiró socialismo. Su padre, ex empleado del sector financiero y empresario, militaba en el PSOE; su madre, funcionaria de la seguridad social, simpatizaba en él. Durante su adolescencia se formó en el instituto madrileño Ramiro de Maeztu donde coincidió con la reina Doña Letizia. Fue en ese centro, vinculado con la fundación Estudiantes, donde descubrió su pasión por el baloncesto que llegó a practicar de forma semi profesional en el Estu, club con el que mantiene relación a través del deporte base. Se muerde las uñas, se declaraba incondicional del ex ministro José Blanco y solo puede celebrar su aniversario cada seis años: nació un 29 de febrero.

Durante su adolescencia se formó en el instituto madrileño Ramiro de Maeztu donde coincidió con la reina Doña Letizia

Antes de ocupar cargos políticos trabajó en el Parlamento Europeo y en las Naciones Unidas durante la Guerra de Kosovo, país en el que residió y que le marcó personal y profesionalmente. Fue concejal en el ayuntamiento de Madrid casi de rebote y años más tarde, el azar, quiso que en 2009 se convirtiese en diputado en el Congreso a raíz de la dimisión de Pedro Solbes y en 2013 de la actual presidenta del partido Cristina Narbona gracias a una de las grandes defenestradas por él, Elena Valenciano, entonces número dos del PSOE que promocionó a Narbona para ser consejera del Consejo de Seguridad Nacional. Gracias a esos dos golpes de suerte, mientras los periodistas lo elegían diputado revelación, años más tarde alguien pensó que él podía liderar el partido. Entre 2011 y 2013, mientras no tenía escaño, se dedicó a su actividad profesional como consultor y profesor universitario mientras hacía una tesis que después se revelaría un plagio.

Pedro Sánchez
Pedro Sánchez y su mujer, Begoña Gómez, a su llegada al FIB.

En 2013, diputado raso en el Congreso, llamó a varios compañeros para que le abrieran las puertas de distintas agrupaciones para escuchar a los afiliados. Un año después, en 2014, José Luis Rodríguez Zapatero, Ximo Puig, Tomás Gómez y Susana Díaz, con los que ahora mantiene una mala relación, le impulsaban al liderazgo del partido en el hotel AC Aravaca. Zapatero, íntimo amigo del presidente de la cadena, Antonio Catalán, pidió un lugar discreto a su amigo que les cedió su despacho. Buscaban relevo a Alfredo Pérez-Rubalcaba y el único candidato entonces, Eduardo Madina, no gustaba. Varios dirigentes habían tentado a Díaz que en ese momento prefirió centrarse en Andalucía y finalmente él, fue el elegido. Cuando Sánchez accedió a la secretaría general del PSOE ya hacía años que le había confesado a su esposa y madre de sus dos hijas, Begoña Gómez, que algún día sería presidente del Gobierno. En público, tras ser premiado por los periodistas en 2010, decía que ser diputado en el Congreso era la culminación de su sueño y que Carme Chacón valía más que él.

Llegó al liderazgo del PSOE después de que años antes confesar a su mujer que algún día sería presidente del Gobierno

En 2012, mientras acudía a agrupaciones casi vacías para hablar con sus compañeros, una de sus ministras también le aventuraba un futuro presidencial. Magdalena Valerio le comentó que algún día le vería hablar en la Comisión Europea y en las Naciones Unidas. La titular de Trabajo, Migraciones y Seguridad Social, reconoce a OKDIARIO, incluso se quedó despierta una noche para ver la primera intervención de Sánchez en la ONU. Ahora pronostica que su futuro pasa por Europa.

El ganador de la primera moción de censura en España se ha convertido también en el primer presidente en activo en publicar un libro, escrito por Irene Lozano, donde relata, aunque con muchas lagunas y algunas falsedades, su ‘resistencia’  en el ámbito político. En las páginas del ‘Manual de Resistencia’ Sánchez se compara con los ciudadanos que han padecido la crisis, cuando asegura que como ellos, él también cayó y se volvió a levantar. Lee mucho ensayo político y en su móvil tiene música de Los Planetas o El Último de la Fila, aunque también música clásica -su hermano es director de orquestra-. Según comentaba hace unos meses su colaboradora Maritxa Ruíz Mateos en los pasillos del Congreso, «es super trabajador, hiperactivo, cuesta seguirle el ritmo».

Amante del baloncesto y del Atleti, Sánchez no ha sido capaz de encontrar su posición en la cancha gubernamental pese a los esfuerzos. De su Ejecutivo, que presentaba como azote de la corrupción, han dimitido dos ministros y otros tantos han permanecido bajo sospecha en tan solo ocho meses.

El plagio de la tesis, el uso y abuso del Falcon y el apoyo de los separatistas y bildutarras ha contaminado todo su gobierno

La polémica también le ha acompañado en la negociación con los separatistas, el uso y abuso del avión presidencial o el encargo desde La Moncloa de un informe ficticio para intentar probar que no había plagiado su tesis doctoral, tal como reveló OKDIARIO, con amenaza incluida de demanda a este periódico que 200 días después todavía no ha llegado.

Su objetivo en estas elecciones, que decidió avanzar en una discreta reunión en La Moncloa, un domingo de febrero, junto a Redondo, Ábalos, Lastra, Cerdán y Calvo mientras repetían que su intención era llegar hasta 2020, es conseguir los diputados suficientes para gobernar en solitario o con pactos puntuales y obtener una legitimidad de las urnas que no le obliguen a escuchar a diario lo de “presidente okupa”. Y lo hará, otra vez, envuelto en la bandera española, y ahora, igual mirando a su futuro, en la europea. Y es que, como relata en su libro ‘Manual de resistencia’, la izquierda tiene que levantar también la rojigualda.

De todo ello depende su futuro político más inmediato. Algunos barones socialistas están a la espera por si hay que volver a fulminarlo, que de ganas, en el PSOE no faltan.

Lo último en España

Últimas noticias