Sánchez pedía «ejemplaridad» con Rita Barberá pero mantiene a un procesado por corrupción en Valencia
En septiembre de 2016, el entonces secretario general del PSOE Pedro Sánchez no dudaba en saltar a la palestra mediática para solicitar la dimisión de la que fuera alcaldesa de Valencia y, por entonces, senadora del PP, Rita Barberá.
La ‘alcaldesa de España’ acababa de ser imputada por el Supremo en el caso Taula por su presunta vinculación con un delito de blanqueo de capitales. Sánchez pedía la dimisión de Barberá «porque hay que reivindicar la ejemplaridad». Pero donde dije digo, digo Diego. Cinco años después, Pedro Sánchez mantiene en su cargo de subdelegado del Gobierno a Rafael Rubio, pese a que ha sido procesado también en el marco del caso Taula.
Rafael Rubio está acusado de haber contratado a una asesora que cobraba sin ir a trabajar. Un contrato que, según la magistrada del caso, se hizo para ‘colocar’ a personas afines políticamente hablando. Es decir, para colocar a colegas del PSOE.
Pieza de los ‘zombies’
El cargo socialista ha sido procesado dentro de la conocida como pieza de los ‘zombies’. Y mientras se acerca el día en que el subdelegado del Gobierno valenciano se sentará en el banquillo, su jefe, Pedro Sánchez, sigue sin darse por enterado: no escucha las peticiones de dimisión, no quiere ver la doble vara de medir que utiliza y calla sobre el tema. Así, toda la ejemplaridad que le pedía al PP y a Rita Barberá no es aplicable cuando el aludido es uno de los suyos, aunque sea dentro del mismo caso. Es más, el PSOE nombró a Rubio subdelegado del Gobierno estando ya imputado por corrupción.
Sánchez se pasó meses ‘disparando’ dardos dialécticos contra Rita Barberá, y contra todo el PP valenciano, por los casos de corrupción que les salpicaban meses y meses.
Pero una vez se ha dado la vuelta a la tortilla, y quienes van a pasar por el banquillo son los suyos, no hace nada pese a que la magistrada instructora diga que los hechos podrían ser constitutivos de los delitos de pertenencia a organización criminal y de delitos continuados de prevaricación, malversación de caudales públicos y falsedad en documento oficial.
Ximo Puig
Y si Pedro Sánchez no respira sobre el futuro de Rafael Rubio, mucho menos lo hace el presidente de la Generalitat Ximo Puig. De hecho, Puig no sólo no ha solicitado la dimisión de su compañero, sino que acude a actos con él y le otorga responsabilidades en la lucha contra la pandemia de coronavirus.
Este mismo martes, se reunía con Rubio; con la consellera de Justicia, Interior y Administración Pública, Gabriela Bravo; con el presidente de la Federación Valenciana de Municipios y Provincias; Rubén Alfaro; y con los representantes de la Policía Nacional y Autonómica, y de la Guardia Civil para coordinar el dispositivo de Semana Santa en las zonas del interior de la Comunidad Valenciana.