Acuerdo PSOE-Podemos

Sánchez hurta a los barones el debate interno sobre las cesiones a ERC

El presidente en funciones, Pedro Sánchez, lidera, apoyado en su equipo más cercano, las negociaciones con ERC para la investidura

Oriol Junqueras PSOE
Oriol Junqueras y Pedro Sánchez.
Luz Sela
  • Luz Sela
  • Periodista política. En OKDIARIO desde 2016. Cubriendo la información del Congreso de los Diputados. Licenciada en Periodismo por la Universidad de Santiago de Compostela. Antes, en COPE, ABC Punto Radio y Libertad Digital.

Pedro Sánchez lidera las negociaciones con ERC para la investidura, sin aparente oposición interna, y también sin ocasión de expresarla. Este martes se producirá la segunda reunión entre los equipos de ambos partidos, en pleno órdago de los separatistas. Ese mismo día, el PSOE se reunirá también, en este caso por primera vez, con Junts per Catalunya, el partido del presidente catalán Quim Torra, lo que confirma que el candidato socialista sigue determinado a buscar la complicidad del independentismo.

La toma de contacto con los republicanos se saldó con un buen clima de entendimiento, y la voluntad de seguir dando pasos para la investidura. Fueron más de dos horas de reunión, el jueves en el Congreso, tras las cuales  los negociadores emitieron sendos comunicados.

El PSOE -en una nota conjunta con el PSC- destacó la «voluntad compartida» de desbloquear el Gobierno y asegurar la estabilidad, aunque el voto de ERC, a día de hoy, sigue siendo negativo. En su comunicado, los socialistas retomaban el espíritu de la ‘Declaración de Pedralbes’, la cumbre entre Pedro Sánchez y Quim Torra, del pasado diciembre, hablando de un «conflicto político» en Cataluña y entrando así en la semántica del separatismo. Desde el partido de Sánchez se reiteró la apuesta por «encauzar» el órdago «desde el diálogo y el entendimiento institucional».

ERC, por su parte, no se mueve de sus posiciones. Reclama una mesa, bilateral, con trato de igual a igual, entre el Gobierno y la Generalitat, en la que se aborde la autodeterminación y la amnistía de los políticos presos Compromisos que deben ser firmados, con luz y taquígrafos. El comunicado de los republicanos, mucho más duro, admitía que los partidos no tienen el mismo diagnóstico de situación aunque sí «comparten la necesidad de poder retomar la vía del diálogo entre partidos e instituciones, así como implicar en ésta a la sociedad civil».

La polémica ‘nación’

Los socialistas tientan el voto del separatismo en plena polémica además por la defensa del PSC a la «nación» catalana, como reveló OKDIARIO. Un concepto que siempre ha incendiado el partido y que ya ha sido contestado por algunos barones. Pero la dirección de Sánchez se siente respaldada por el aval de la militancia al Gobierno socialcomunista y entiende que ello da carta blanca a negociar.

De ahí que no se haya previsto por ahora la reunión del Comité Federal que, según los Estatutos, tiene entre sus competencias «determinar la política de alianzas» del partido.

Aunque, en junio de 2017, Sánchez aprobó una modificación de los Estatutos para conferir un poder prácticamente total a los militantes, el Comité Federal reserva aún la competencia de pronunciarse sobre los posibles pactos, eso sí, «en línea con lo establecido por el artículo 53». Esto es, con lo que se decida en la «consulta a la militancia». No sería, por tanto, una convocatoria vinculante, porque las bases tienen la palabra definitiva. Pero, en cualquier caso, la cita del máximo órgano de dirección sí permitiría sondear el clima interno ante una eventual investidura con el apoyo de ERC -que públicamente nadie ha discutido -y, sobre todo, acerca de las posibles cesiones venideras.

Malestar con la «nación» de Iceta

Aunque los barones han mantenido hasta ahora la discreción sobre las negociaciones de Pedro Sánchez, el hecho de que el PSC hable ya abiertamente de Cataluña como «nación» e introduzca de nuevo el concepto de «plurinacionalidad» irrita en determinadas federaciones.

La ex presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz -muy discreta en las últimas semanas- salió en tromba a advertir de que estará «enfrente» de quien plantee «declararse nación para ser Estado».

«España tiene una Constitución que permite que cada uno sienta como quiera. Nosotros nos sentimos una realidad nacional dentro de nuestro Estatuto de Autonomía. Uno puede sentir como quiera pero no cuestionar el Estado español», dijo, sobre la propuesta de Iceta.

Por su parte, Emiliano García Page se mostró también crítico con las posibles cesiones a ERC, y avisó, en una entrevista en La Sexta, de que las condiciones que exigen los republicanos para apoyar la investidura «sobrepasan» al Gobierno. «Lo que plantea ERC no depende ni de un Gobierno con mayoría absoluta ni de un partido», dijo. Page instó a la «responsabilidad del PP» para «buscar la estabilidad y evitar las elecciones».

El presidente de Aragón, Javier Lambán,  ironizó con que «para exaltar la sardana o a la Virgen de Montserrat no es necesario que una Comunidad -Cataluña- se tenga que declarar nación». «Es inquietante que en cualquier partido haya ese tipo de declaraciones», admitió el dirigente aragonés, quien destacó que España tiene una «Constitución magnífica y envidiable, con una una historia que fundamenta con mucha fuerza la unidad como símbolo de la igualdad de derechos entre todos los españoles».

En público, en cambio, Sánchez cuenta con la complicidad silente de los barones que, en su día, sí criticaron vivamente cualquier pacto con el independentismo.

Mientras, ERC endurece sus condiciones para apoyar la investidura. Unas exigencias que orbitan, principalmente, en torno a una mesa entre los Gobiernos central y el de la Generalitat para hablar de propuestas concretas sobre la crisis en Cataluña.

Pese al órdago, Pedro Sánchez sigue determinado a buscar el apoyo del partido de Junqueras, cuya abstención es imprescindible para que pueda mantenerse en La Moncloa.

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