Sánchez esconde casi la mitad de los contagios con la variante india en plena explosión de la quinta ola

Pedro Sánchez quinta ola
Pedro Sánchez, Reyes Maroto y Teresa Ribera
Carlos Cuesta

Si la ocultación de muertes y cifras se convirtió en el santo y seña de la gestión de Pedro Sánchez en la primera ola de la pandemia del Covid, la cosa no ha cambiado en la quinta ola. Todos los organismos internacionales han pedido ya la máxima cautela en el control de la variante delta, la conocida popularmente como india. Y en plena explosión de la quinta ola, el Ministerio de Sanidad oculta casi la mitad de los contagios de esta cepa: reconoce un 43% de los contagios totales como provocados por esta variante, cuando los laboratorios han comunicado internacionalmente ya que la variante delta es la responsable del 71,4% del total por Covid.

Pedro Sánchez comenzó el verano con un nuevo triunfo falso: “La España de las sonrisas”. Su ministra de Sanidad anunció el fin de la obligatoriedad de usar mascarilla en exteriores porque, por lo visto, habíamos vuelto a derrotar al virus, tal y como afirmó ya el año pasado el presidente por las mismas fechas. Pero, pese a sus prisas por hacer coincidir el principio del fin de las mascarillas con los indultos a los golpistas del 1-O, lo cierto es que el avance en España de la variante delta (india) del coronavirus ha estallado y convertido a nuestro país en el foco de la crítica de la UE por el fuerte avance de los contagios.

Los últimos datos son reveladores. El último balance de Sanidad sobre evolución de las distintas variantes recoge el siguiente cálculo y comentario:
“Variante Delta (B.1.617.2): mayoritaria en India y Reino Unido.

Probablemente más transmisible que la variante Alfa y con una mayor probabilidad de hospitalización. Ligera disminución de la eficacia vacunal. En España, la variante Delta ha ido incrementando su porcentaje en los muestreos aleatorios: mediante técnicas de PCR específica algunas CCAA detectan un porcentaje muy elevado de esta variante, aunque la distribución sigue siendo desigual: en la semana 27 se encuentra entre 19,7% y 85,7% con datos de 9 CCAA. La información de secuenciación integrada en el sistema de vigilancia alcanza un 43% en la semana 26 (28 de junio a 4 de julio)”.


Traducido: la estimación general para España se limita a un 43%. Todo ello, mientras Sanidad reconoce que carece de datos en casi la mitad de las comunidades autónomas, y mientras admite que el dato lleva un retraso de casi tres semanas.

Pero lo más llamativo es que los mismos laboratorios que prestan esta información a Sanidad hacen sus datos públicos en una web internacional llamada Gisaid. Y allí el mismo dato se dispara hasta alcanzar la variante india un peso sobre los contagios totales de nada menos que un 71,4%.
Dicho de otra manera: Sanidad oculta el 40% de los casos de contagios con variante india. Casi la mitad de ellos.

Los laboratorios publican en el observatorio Gisaid sus datos con plena transparencia y actualidad. La diferencia en el reconocimiento del avance de la variante delta del Covid, por lo tanto, no tiene explicación científica. El propio protocolo de secuenciación del Ministerio de Sanidad recoge en su página 4 la explicación al mecanismo de publicidad de los datos de evolución de las distintas variantes del coronavirus: “El Centro Nacional de Microbiología será el responsable de la comunicación de los resultados de secuenciación a los organismos de vigilancia internacionales (OMS, ECDC). Los laboratorios que realicen secuenciación depositarán las secuencias de los virus en la base de datos internacional GISAID”.


Es decir, que Sanidad conoce los datos de los laboratorios encargados de investigar el avance de las cepas del virus. Es más, esos mismos datos son los que deben depositar en la base de datos Gisaid. Ese mismo protocolo en su página 5 señala lo siguiente: “Cualquier laboratorio que realice la secuenciación tiene la obligación de enviar los resultados de este análisis a salud pública de la comunidad autónoma correspondiente, para garantizar la integración de la secuenciación con la información epidemiológica”.

Traducido: los datos de Gisaid y de Sanidad no deberían diferenciarse. Pero, lo cierto es que la estadística de Gisaid para España no coincide ni por lo más remoto con los de las actualizaciones de variantes del Ministerio de Sanidad. Y casualmente, los de Sanidad favorecen claramente a las tesis políticas del Gobierno de Pedro Sánchez.

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