Pedro Sánchez se cree el jefe del Estado: él y su mujer se colocan en el sitio de los Reyes en el besamanos
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez y su mujer, Begoña Gómez, han protagonizado la imagen más bochornosa de la festividad del 12 de octubre: tras su turno en el besamanos ofrecido por los Reyes en el Palacio Real, ambos se han quedado junto a los monarcas, llegando incluso a saludar a los siguientes invitados, entre ellos, la presidenta del Congreso, Ana Pastor. No se han percatado del error hasta que el personal de protocolo de Casa Real se ha apresurado a advertirles de que tenían que continuar hacia adelante.
Sánchez se ha estrenado así en su primera Fiesta Nacional como jefe del Ejecutivo. Antes, y durante el desfile, Sánchez había sido abucheado por los asistentes, que le han increpado y le han instado a convocar elecciones inmediatas con gritos de «okupa» y «plagiador».
El líder socialista ha vivido una mañana incómoda, que comenzó desde el momento de su llegada a la plaza de Lima de Madrid, en el Paseo de la Castellana.
Una llegada que, como siempre sucede con los presidentes del Gobierno, no fue en esta ocasión anunciada por megafonía. Pese a ello, el público concentrado alrededor de la tribuna de autoridades ha dedicado numerosos pitos y abucheos al presidente. Este rechazo se ha repetido con mayor intensidad una vez finalizada la parada militar cuando Sánchez abandonaba el lugar.
La reacción al presidente del Gobierno contrasta con la que han sido recibidos los Reyes y sus hijas, a quienes la ciudadanía ha aplaudido y vitoreado con gritos de ‘Viva España’ después de que su llegada sí que haya sido anunciada al público.
Numerosos ciudadanos no han querido perderse la cita pese a la lluvia que desde primera hora de la mañana amenazaba el cielo de Madrid. Desde tres horas antes del inicio había público congregado en los más de dos kilómetros de recorrido del desfile por el Paseo de la Castellana.
Finalmente, la lluvia ha hecho acto de presencia al comienzo y al final de la parada militar, provocando la suspensión del desfile aéreo. Estaba prevista la participación de 88 aeronaves entre cazas, aviones de transporte y helicópteros. Sin embargo, finalmente sólo han podido volar los siete aviones de la Patrulla Águila que han pintado la bandera de España en el cielo de Madrid tras el homenaje rendido a los caídos.
En total, han participado en el desfile unos 4.000 militares de los tres Ejércitos y 152 vehículos, además de efectivos de la Guardia Civil, de la Policía Nacional, servicios de Protección Civil de comunidades autónomas y Ayuntamiento de Madrid, y Salvamento Marítimo.
Este acto central del Día de la Fiesta Nacional ha reunido a una amplia representación de las autoridades del Estado y partidos políticos. Encabezado por Pedro Sánchez, ha estado el Gobierno al completo con la única ausencia del ministro de Fomento, José Luis Ábalos.
También han asistido todos los presidentes de comunidades autónomas excepto los de Cataluña, Quim Torra; Euskadi, Iñigo Urkullu; Navarra, Uxue Barkos -cuya ausencia es habitual-; y la presidenta de Baleares, Francina Armengol, con motivo de la tragedia provocada por las riadas de Sant Llorenç.
Precisamente, los Reyes tienen previsto viajar a la zona asolada por las inundaciones junto al ministro de Ciencia, Innovación y Universidades, Pedro Duque; una vez finalice la recepción que tradicionalmente ofrecen en el Palacio Real.