El BNG salva a Sánchez tras el ‘no’ de Oramas: otro socio separatista contra la Guardia Civil

El inesperado ‘no’ de Ana Oramas a apoyar la investidura de Pedro Sánchez -pese a que su partido, Coalición Canaria, había anunciado la abstención-ha convertido en decisivo el voto del único diputado del BNG. Los independentistas gallegos resolvieron ‘in extremis’ el viernes su postura ante la votación al candidato socialista, decantándose finalmente por el ‘sí’. Fueron los últimos en pronunciarse, ya avanzada la tarde, tras una maratoniana jornada en la que Sánchez negoció el apoyo de los partidos regionalistas a cambio de promesas en financiación e inversiones. Si el BNG hubiese rechazado la investidura, al candidato socialista no le saldrían las cuentas: empate a 166 votos entre el bloque del ‘sí’ y del ‘no’. Al no lograr la mayoría simple, la investidura resultaría nuevamente fallida.

El acuerdo firmado entre PSOE y BNG reconoce siete compromisos: desde la «activación de la transferencia de las competencias pendientes» hasta la promesa de Sánchez de «impulsar las reformas necesarias para adecuar la estructura del Estado al reconocimiento de los sentimientos nacionales de pertenencia». «Teniendo en cuenta el actual estatus de Galicia, Euskadi y Cataluña como nacionalidades históricas, comprometerse a que cualquier modificación de la estructura del Estado, asegurará a Galicia el mismo estatus que las otras dos», se suscribe en el texto. También se compromete el candidato socialista a apoyar la lengua gallega, «normalizando» su uso en la administración y los medios públicos, o a invertir en infraestructuras (autopistas, ferrocarril), a aprobar la transferencia de la AP-9 durante este año o a impulsar el saneamiento de las Rías Gallegas.

Pero el pacto no pone negro sobre blanco algunas de las medidas que encierran esos genéricos enunciados, como la expulsión de la Guardia Civil de Galicia en cuanto se cierre el trasvase de competencias.

Así recoge el BNG, en concreto, en el programa electoral con el que concurrió a las elecciones del pasado 10 de noviembre y que le permitió regresar al hemiciclo, cuatro años después. Un programa netamente independentista, en el que la formación gallega proclama el falso ‘derecho de autodeterminación’ o defiende una Hacienda propia gallega. 

Bajo el epígrafe ‘Más poder para Galicia’ el partido gallego apuntala su intención de impulsar la «transferencia de competencias en materia de relaciones laborales, Seguridad Social, pensiones; traspaso de las competencias en materia de seguridad pública, policía judicial y fiscal, guarda de tráfico, para lo que será desplegado el cuerpo de la Policía Gallega». Además, propone el «control público de los recursos, de los sectores estratégicos de la economía y especialmente de la producción de energía» y «derogación de todas las leyes recentralizadoras que invaden las competencias de Galicia».

‘Derecho de autodeterminación’

La transferencia puntual de competencias no es en cambio el fin del BNG, que apuesta decididamente por la «ruptura democrática». ‘Soberanía para vivir mejor’ es el título que avanza su propuesta netamente separatista. «Debe verse reconocido el ‘derecho de autodeterminación’ y también la posibilidad de ejercerlo», «el BNG defenderá la ruptura democrática para que Galicia pueda asumir la soberanía política por medio de un proceso constituyente propio», la asunción de la soberanía política es la premisa básica para que cualquier proceso político posterior de articulación institucional parta de la decisión libre y no condicionada del pueblo gallego, en relación exclusivamente con sus intereses nacionales y populares», son algunos de sus postulados.

2.000 millones en inversiones

En su ‘Decálogo por la defensa de Galicia en el Congreso’, los gallegos proponen sus prioridades, la mayoría recogida en el acuerdo con Sánchez.

En ese documento, en cambio, se ponen cifras: 188 millones para dependencia, por ejemplo. Además de un «plan plurianual de inversiones de 2.000 millones para compensar los recortazos de PP  y PSOE en las cuentas del Estado». También presionan para que el Estado asuma las deudas del puerto exterior de La Coruña porque «los puertos de otros territorios recibieron 5.000 millones de euros del Estado». Así que, añaden, «el BNG se compromete a conseguir lo mismo para La Coruña».