Sánchez blinda a Pablo Iglesias tras cuestionar la democracia en España y ataca a Casado
La tensión política ha regresado una semana más al Congreso de los Diputados. El enfrentamiento entre Pedro Sánchez y el líder de la oposición, Pablo Casado, ha tenido esta vez como protagonista a Pablo Iglesias. El líder del PP ha preguntado al socialista cuándo va a cesar al vicepresidente segundo, que recientemente cuestionó la democracia en España.
«Iglesias miente más que habla, nos lleva al populismo de la Venezuela de Chávez», ha empezado disparando Casado. El líder del PP ha recordado algunas frases de Sánchez, como que no dormiría tranquilo con Podemos en el Gobierno, y también los ataques del líder podemita a la Monarquía o sus críticas al Poder Judicial.
Sánchez, como es habitual, ha tratado de deslegitimar la labor de la oposición, llamando a Casado a trabajar con «sentido de Estado». Esto, para el presidente socialista, significa evitar la crítica a su Gobierno.
«Mi tarea como presidente es garantizar la estabilidad política», ha dicho Sánchez, que ha enumerado sus prioridades, todas incumplidas: «Hacer frente a la emergencia sanitaria y la vacunación, recuperación económica y creación de empleo y justicia social».
«Me gustaría que usted asumiera un papel de oposición útil, con sentido de Estado, arrime el hombro, cumpla con sus obligaciones constitucionales», ha espetado a Casado, en referencia a la renovación del Consejo General del Poder Judicial, en el que Sánchez pretende imponer su control político. El socialista ha considerado que Casado tiene que elegir entre ser una «oposición útil y con sentido de Estado» o «acomplejada» ante Vox.
Casado ha recogido el guante recordando los enfrentamientos de los socios de coalición y ha ironizado con que el Gobierno es «el camarote de los Marx».
«No por mandar al señor Illa a Cataluña van a desaparecer 90.000 muertos», ha avisado el dirigente ‘popular’.
Casado ha instado a Sánchez a «hacer caso a las personalidades de izquierdas que le exigen sacar a Podemos del Gobierno» ya que, ha considerado, es la única forma de acabar con la «jaula de grillos» de Moncloa.
«España necesita un Gobierno que garantice la estabilidad política», ha insistido Sánchez, sin argumentos. Incluso ha concluido recomendando al líder del PP una película, ‘El sirviente’. «Opte por la moderación o por el camino de la perdición», ha concluido.
Escándalos en Podemos
Cabe recordar que, este martes, el juez que investiga la presunta financiación irregular de Podemos, Juan José Escalonilla, decidió la imputación del ideólogo del partido de Pablo Iglesias, Juan Carlos Monedero, tras detectar cobros de la consultora chavista Neurona a través de una factura falsa, según apuntó la Policía Judicial.
Monedero deberá declarar el próximo 15 de marzo. El cofundador podemita recibió 26.200,31 euros de Neurona, la consultora con la que Podemos firmó un contrato para llevar a cabo los trabajos de las elecciones generales de 2019. El juez y la Policía Judicial consideran que el ahora director del Instituto 25M- la fundación de Podemos- presentó una factura falsa elaborada con posterioridad. La factura está fechada en un domingo de diciembre de 2018.
Además, el juez investiga el contrato entre la formación de Pablo Iglesias y Neurona, por importe de 363.000 euros, con la sospecha de que los trabajos no llegaron a realizarse.
«Normalidad democrática»
La afirmación de Pablo Iglesias de que en España no puede hablarse de «normalidad democrática» ha centrado buena parte de las intervenciones en la Cámara baja.
El vicepresidente segundo aseguró, en plena campaña para las elecciones en Cataluña, que en España «no hay una situación de plena normalidad política y democrática en España cuando los líderes de los dos partidos que gobiernan Cataluña, uno está en prisión (Oriol Junqueras, de ERC) y otro en Bruselas [en referencia a Puigdemont]».
Esas palabras provocaron un incendio dentro del Gobierno, con abiertas críticas por parte incluso de algunos ministros socialistas, como Margarita Robles (Defensa). Pese a ello, Iglesias se reafirmó asegurando que «es una obviedad que vivimos en una democracia mejorable».
«Para decir que todo es estupendo ya están otros, conmigo que no cuenten», añadió en una entrevista radiofónica, donde aseguró que seguirá «diciendo la verdad, a pesar de las amenazas y de que moleste a señores muy poderosos».