Sánchez volverá a negar hoy Ministerios a Iglesias en su reunión en el Congreso

La misma escena se repite una vez más. El incansable solicitador de ministerios Pablo Iglesias vuelve a acudir a la cita con Pedro Sánchez con el objetivo de pedir cargos y presencia en el futuro Consejo de Ministros. Y el aspirante a presidente y actual jefe del Ejecutivo en funciones seguirá sin moverse un milímetro: negará los ministerios a Podemos y le abrirá las puertas únicamente a cargos de segundo nivel en departamentos que sean considerados como no vitales por parte de los socialistas, tal y como adelantó desde el primer momento OKDIARIO.

Iglesias parece no haber captado un mensaje que Sánchez no deja de repetirle. Y es que el PSOE quiere los votos de Podemos, pero eso no significa que esté dispuesto a dar ni una gota de poder a Iglesias porque no quiere alimentar a sus grandes competidores por el voto de la izquierda abriéndoles las puertas de La Moncloa. Ni está dispuesto ni lo hará, especialmente ahora que les ve entre la espada y la pared a causa de su fuerte división interna.

Por ello, y aunque el candidato socialista a la Presidencia del Gobierno necesita los votos de Podemos para poder ser elegido presidente por la Cámara Baja, Sánchez no piensa compartir las sillas de ministro con Iglesias. Porque ya sólo quiere, bien absorber a sus votantes sin contemplaciones ni cesiones, bien recortar su representación por medio de unas nuevas elecciones.

Por eso, Sánchez volverá a invitar este martes a Iglesias a aceptar puestos con un rango máximo de secretaría de Estado y en departamentos que no sean clave para la gobernabilidad de España. Y ello, además, con una condición previa: un compromiso de programa de Gobierno. Un documento donde quede reflejado el plan de acción para toda la legislatura con el objetivo de evitar una escalada de exigencias populistas a medida que avance el mandato.

Un mandato monocolor

El Ejecutivo no va a favorecer bajo ningún argumento que los hombres de Iglesias le revienten desde dentro el Gobierno y la legislatura. Sánchez tiene claro que el mandato será del PSOE y de nadie más. Y que si da entrada a los podemitas lo hará sin poder ministerial y fuera de seis áreas clave: Economía, Hacienda, Justicia, Defensa, Interior y Exteriores.

La crítica contra Iglesias, de hecho, crece ya en su propio partido a causa de la insistencia en pedir cargos sin reaccionar ante los desaires de Sánchez. No son pocos los que consideran que Iglesias debería anunciar ya su voto negativo a Pedro Sánchez en la cercana investidura. E incluso, entre quienes creen que es correcto el seguidismo del PSOE, tampoco es pacífico el ambiente: porque no entienden que en ese caso se siga poniendo el impedimento de los cargos cuando Pedro Sánchez ha dejado claro que no dará sillas de ministro a los hombres de Podemos.

La realidad es que la propia actitud de Iglesias le está lastrando. Porque si al inicio de las negociaciones, el líder de Podemos mantenía cierto aguante en las encuestas, los últimos estudios recabados por el PSOE muestran un claro avance de los socialistas en intención de voto y un retroceso notable de Podemos. Y ello, obviamente, mejora la posición negociadora de Sánchez y empeora la de Iglesias.