Pablo Iglesias también copia de Hugo Chávez el boicot a la Coca-Cola

Hugo Chávez
El ex presidente de Venezuela Hugo Chávez en su programa de Tv 'Aló Presidente'.

La foto de Ramón Espinar pidiéndose un menú con dos coca-colas en el Senado no es casual. Es una demostración más de la permanente impostura de los líderes de Podemos y de los mensajes que lanzan de cara a la galería.

Pero Pablo Iglesias ni siquiera es original al exigir el boicot a Coca-Cola. Se ha limitado a copiar la idea de dos de sus principales referentes políticos: el ex presidente de Venezuela Hugo Chávez y el presidente de Bolivia, Evo Morales. Para Hugo Chávez, la lucha contra la Coca-Cola se convirtió en una auténtica obsesión, símbolo de su cruzada contra el «imperialismo norteamericano» y las grandes multinacionales.

En un discurso multitudinario pronunciado en 2011, Chávez advirtió a los fabricantes de la popular marca: «Si la Coca-Cola no quiere cumplir con la Constitución y las leyes, uno puede vivir sin Coca-Cola, no es imprescindible la Coca-Cola, ¿quién dijo que hace falta Coca-Cola para vivir?», afirmó esgrimiendo un diminuto ejemplar de la Constitución venezolana. Se ve que Ramón Espinar no ha tomado nota de sus palabras.

En otras ocasiones, Hugo Chávez utilizó su programa de televisión «Aló presidente’ para pedir a los venezolanos que consuman productos autóctonos como el zumo de uva indígena Juvita, en vez de beber Coca-Cola: «Tome Juvita, para mantener la juventud eterna, en vez de estar tomando Cola-no-sé-qué-cosa…», dijo entre aplausos, convirtiendo su programa en un sonrojante anuncio publicitario.

«Comer pollo produce homosexualidad»

El presidente de Bolivia, Evo Morales, está embarcado en la misma cruzada. En su célebre discurso pronunciado en abril de 2010, con motivo de la inauguración de la Cumbre sobre el Cambio Climático, expuso unas interesantes reflexiones sobre los hábitos alimenticios.

«En Europa casi todos son calvos por las cosas que comen,» señaló, «la calvicie es resultado de comer alimentos transgénicos. De aquí a 50 años todo el mundo será calvo, no habrá peluqueros». Y a continuación explicó que, a su juicio, la Coca-Cola sólo sirve para desatascar «la taza del váter». En la misma charla, aseguró que la homosexualidad se debe a que la gente «come pollo cargado de hormonas femeninas».

En la Cumbre del Alba celebrada en enero de 2008, Chávez explicó que tiene un hábito mucho más saludable que beber Coca-Cola: masticar cada mañana las hojas de planta de coca que regularmente le enviaba Evo Morales a él y a Fidel Castro. Esa probablemente aclare muchas cosas.

Ante una nutrida de representación de mandatarios internacionales, Hugo Chávez se puso a masticar una hoja de coca, «la hoja sagrada de los aimara y de los incas, nuestros indígenas. El capitalismo y las mafias internacionales la convirtió en cocaína, pero como ha dicho Evo, la coca no es cocaína», añadió.

Lo cierto es que la Justicia de Estados Unidos investiga al actual vicepresidente del Gobierno de Nicolás Maduro, Tareck El Aissami, y al ex presidente chavista de la Asamblea de Venezuela, Diosdado Cabello, por su implicación en las redes internacionales de narcotráfico procedentes de Colombia. Y dos sobrinos del propio Nicolás Maduro fueron condenados el pasado mes de noviembre por la Corte de Nueva York por intentar introducir en Estados Unidos 800 kilos de cocaína procedentes de las FARC.

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