Crisis del coronavirus

Iglesias se niega a desplegar al Ejército en la Cañada Real de Madrid para obligar a cumplir el confinamiento

El Gobierno regional solicitó hace dos semanas la presencia de efectivos pero el vicepresidente segundo aún no ha dado ninguna orden

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Supremo Pablo Iglesias
El vicepresidente del Gobierno, Pablo Iglesias, en el Congreso.
Pelayo Barro

La Comunidad de Madrid lleva casi un mes requiriendo insistentemente la presencia de efectivos de las Fuerzas Armadas en el ‘gueto’ de la Cañada Real, una zona deprimida al sur de la capital donde no se está respetando el confinamiento en pleno estado de alarma por el coronavirus. Hasta en seis ocasiones lo ha solicitado Madrid. La decisión sobre el despliegue depende de Pablo Iglesias, vicepresidente de Derechos Sociales, que aún no ha dado ninguna orden al respecto.

Las continuas peticiones de socorro por parte de la Comunidad de Madrid han caído en el ‘saco roto’ de la Vicepresidencia de Derechos Sociales y Agenda 2030. El departamento que dirige Pablo Iglesias conoce desde hace semanas las diversas solicitudes que ha cursado el gobierno regional de Isabel Díaz Ayuso a la Administración central.

Pese a que el despliegue operativo de las Fuerzas Armadas depende del Ministerio de Defensa, es la Vicepresidencia de Derechos Sociales de Pablo Iglesias la que tiene arrogadas las competencias en materia de actuaciones sobre los llamados colectivos sociales vulnerables mientras dure la pandemia del coronavirus. Así lo ha reconocido incluso el Jefe del Estado Mayor de la Defensa (JEMAD), Miguel Ángel Villarroya, cuando este martes se le preguntó por un posible despliegue militar en la Cañada Real.

«Las peticiones a las Fuerzas Armadas de estos temas sociales vienen a través del Ministerio de Derechos Sociales, el cual nos proporciona una serie de sitios donde tengan que intervenir», advirtió el teniente general Villarroya. Sin el requerimiento expreso de Iglesias, la ministra Margarita Robles no puede dar la orden de despliegue, explican a OKDIARIO fuentes de Defensa. Y ese requerimiento no ha llegado.

Problemas de orden en la Cañada

La Cañada Real es un corredor de 14 kilómetros de longitud que discurre por los términos municipales de Madrid capital, Coslada y Rivas Vaciamadrid. Cuenta con una población de 8.000 personas, la gran mayoría de ellas en situación de exclusión social.

Tanto agentes de las policías municipales de la zona como efectivos de la Policía Nacional han tratado de mantener el orden y hacer cumplir el confinamiento que requiere el estado de alarma. Sin embargo no ha sido posible. Se emiten mensajes en español, rumano y árabe por megafonía solicitando a los habitantes que se queden en casa y no deambulen por estas zonas, principal foco del narcotráfico en la capital de España, pero las órdenes siguen sin cumplirse. Los habitantes no permanecen en sus viviendas y la situación está «totalmente descontrolada», tal y como admiten fuentes de la Comunidad de Madrid próximas al problema.

Seis solicitudes ignoradas

Es por ello que desde la CAM, desde mediados de marzo y constatando la delicada situación de seguridad de esta zona, se hizo llegar al Gobierno de Pedro Sánchez la primera petición de desplegar efectivos de la Unidad Militar de Emergencias para hacer cumplir el confinamiento en la Cañada Real. Fue el día 20 de marzo. Se repitió el 28 y el día 30.

La cuarta solicitud al Gobierno llegó el 1 de abril, siendo trasladada personalmente por el consejero de Justicia madrileño, Enrique López, con motivo de la octava reunión del centro de coordinación que gestiona la actuación conjunta de Estado y Comunidad de Madrid.

La quinta llegó el pasado 7 de abril, tal y como confirman fuentes autonómicas a OKDIARIO.  La sexta y de momento última de las solicitudes llegó este mismo martes. El consejero de Políticas Sociales de la Comunidad de Madrid, Alberto Reyero, remitió una carta al delegado del Gobierno en Madrid, José Manuel Franco, para solicitarle el despliegue de la Unidad Militar de Emergencias (UME) en la Cañada Real Galiana y otros asentamientos chabolistas, como Las Sabinas (entre Móstoles y Arroyomolinos).

Un foco descontrolado

En estos avisos se ponía de manifiesto el hecho de que no sólo se estaba incumpliendo sistemáticamente el confinamiento en algunas zonas concretas de la Cañada Real -como el ‘sector 6’, el más problemático-, sino que se estaban produciendo desplazamientos no autorizados en dicha área. El ‘gueto’ de la droga sigue recibiendo, aunque en menor medida, la visita de las ‘cundas’: los ‘narcotaxis’ que transportan a los toxicómanos desde la capital hasta los puntos donde operan los vendedores de droga.

La Comunidad de Madrid también solicitaba al Gobierno un plan de desinfección de viales de comunicación dentro de la Cañada Real, para el que se requería igualmente la actuación de la UME. El impacto del coronavirus en esta zona deprimida de la región es, califican fuentes autonómicas, «incalculable». Un ‘foco’ sin control ante el que Iglesias continúa haciendo ‘oídos sordos’.

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