Casado: «Hay que acabar con el adoctrinamiento, los profesores deben ser estatales, no de las autonomías»
Pablo Casado sí cree que hay adoctrinamiento nacionalista en las escuelas catalanas. Para el candidato a la Presidencia del PP, no sólo existe, sino que hay que erradicarlo. Por eso, «el currículum formativo y los profesores deben ser estatales, no de las comunidades autónomas», tal y como señala en una entrevista concedida a OKDIARIO.
Casado afirma que «la columna vertebral» de su candidatura «son los mismos principios de siempre, los mismos desde Adam Smith». Y añade: «No han cambiado mucho, porque son los que nos han hecho ganar siempre: la libertad individual, bajar impuestos, quitar trabas burocráticas, fomentar el emprendimiento, la defensa de la unidad de España… Y esa defensa de la unidad nacional, además, debe hacerse con firmeza en Cataluña, pero también en País Vasco».
El candidato no quiere olvidar otra faceta: «También debemos volver a la defensa de la vida y de la familia, de la libre educación, de la sanidad, de un sistema sostenible de pensiones. Tenemos que volver a ilusionar a nuestros votantes».
Casado no escapa a debates polémicos, por eso considera que «también debe lograrse una ley de aborto y eutanasia inclusiva, como las que estaban en el consenso de los españoles hace tiempo».
Y, por supuesto, cree que su partido debe convertir en eje «la defensa de las víctimas del terrorismo, que son nuestra esencia. Hay que establecer un relato de lo ocurrido, con vencedores y vencidos, y no ceder en una política penitenciaria infame».
Esas son las bases que Casado relata en su programa. Unas bases que se completan con «la honestidad y eficacia en la gestión».
Unas pautas con las que el vicesecretario de Comunicación del PP afirma que habrá hueco y empuje suficientes para abordar una profunda «rebaja de impuestos»: «Tenemos que abordar una reforma fiscal en profundidad que nos permita competir bajando impuestos con los países más competitivos».
La educación y el adoctrinamiento nacionalista también preocupa a Casado: «En educación el curriculum educativo lo tiene que marcar el Estado, no las CCAA. Se tiene que realizar un fortalecimiento del Estado sin tocar la Constitución y eso se puede hacer consiguiendo que la selección del profesorado sea nivel nacional». La Inspección educativa, además «tiene que garantizar que no hay adoctrinamiento Y que se enseña el español en toda España».
El combate al nacionalismo es una constante en el discurso de Casado. Por eso señala que «se tiene que recuperar el delito de convocatoria de referéndum separatista. Y si los partidos tienen fines ilícitos para el separatismo se tiene que aplicar la ley de partidos».
Para el candidato Popular «hay tres momentos fundamentales en el Partido: las dos victorias de José María Aznar y Mariano Rajoy, que acabaron con dos etapas malas. El tercer momento fue el asesinato de Miguel Ángel Blanco. En ese momento yo pensé que no podía estar en un país en el que se matase un joven como yo por defender la idea de la libertad. Fue el momento más triste y también el que me marcó».
ETA y el separatismo
Casado sabe que se le achaca su juventud como un pasivo para aspirar a comandar uno de los grandes partidos españoles. «Me preguntan que si me asusta mi juventud. Pero lo cierto es que mi generación está ya gobernando en muchos países de Europa: lo hace en Francia, en Canadá, en Colombia, en Austria… Rondar los 40 años ya no es ser un niño», afirma.
Pero sabe que es algo que la gente se pregunta. Y, por ello, asegura que «me rodearía de los mejores, de gente con experiencia, de gente que me haga sombra». Porque, de hecho, considera que «se tiene que cerrar la tesis de la puerta giratoria. No la puerta. La tesis. La política se tiene que nutrir de los mejores de la vida privada».
Casado es optimista y lanza un reto: «Hay que mirar a la España de 2050. Los nuevos retos, nuevas formas de energía, sostenimiento de estado de bienestar, el desarrollo tecnológico…». No al pasado, no todo el día a Franco, señala.
«Mi libro de referencia es ‘Camino de Servidumbre’ de Hayek», señala, todo un clásico del liberalismo austriaco.
El candidato tiene también una crítica al PP. Por eso considera que «tenemos que liderar la sociedad, no sólo gestionar. En la última etapa del PP ha faltado política. Lo digo con autocrítica y también con indulgencia porque era prioritario salvar al país de la quiebra y evitar el rescate».
Y no deja pasar el cierre de la entrevista para volver sobre dos asuntos. El primero, ETA: «En España se tiene que enseñar lo que ocurrió con ETA: que casi 1.000 personas murieron por defender sus ideas. Y mis hijos tienen que poder estudiar eso y conocerlo». El segundo, el separatismo. Porque «no se puede ceder al chantaje separatista: ni en Cataluña, ni en País Vasco, ni en Navarra, ni en ningún sitio. Tenemos que gobernar sin bisagras nacionalistas».
Casado se despide con una última reflexión sobre el tema del desplazamiento de los restos de Franco y el Valle de los Caídos: «Tenemos que pasar página de un revisionismo histórico permanente. No podemos estar todo el día con lo de cambiar nombres de calles o reabrir heridas de la guerra civil».
Y lanza un último avance de por dónde pretende llevar la política si gana la Presidencia del PP: «El liberalismo es la ideología que más ha hecho avanzar la humanidad. No hay alternativa a la economía de mercado». Una política que aplicará desde el PP si gana el Congreso Extraordinario: «Integrando al resto de candidatos, por supuesto. Pero no para hacer lo mismo que hasta ahora». Porque si él pierde, «no aceptaré cargo alguno».