Los ‘pablistas’ maniobran para retrasar el Vistalegre 2 de Podemos y controlar a los ‘errejonistas’

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Pablo Iglesias, candidato de Podemos a la presidencia del Gobierno

Todos en Podemos están de acuerdo con celebrar la segunda parte de Vistalegre. Un congreso de refundación del partido donde predomine una estrategia nueva para formar un bloque histórico y reinventar el espacio. Nuevo modelo y quizás nuevas caras. La formación morada lo propondrá este sábado en el Consejo Ciudadano. Sin embargo, no hay nada establecido sobre los plazos. Los partidarios de Pablo Iglesias pedirán atrasarlo para consolidar su liderazgo, ahora cuestionado por el sector ‘errejonista’ tras los resultados del 26J y la confluencia con Izquierda Unida. Una pugna entre dos modelos de partido para definir el futuro de la izquierda.

El secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, nunca se ha sentido más respaldado por los suyos y su liderazgo no está cuestionado. Ese es el mensaje de sus más cercanos, los que le siguen y le acompañan y, en definitiva, los ‘pablistas’ amantes de los ‘Chikos del Maíz’. Sin embargo, no es lo que proyecta de cara a la galería en sus apariciones tras el batacazo del 26J. Los gestos le delatan y a Iglesias, tanto la cabeza baja como el lenguaje, le han dado un buen revés.

El cielo quedó muy alto y la altanería tornó de mirada. Eso sí, ha necesitado de una semana para asimilarlo y atreverse a expresar en público lo que piensa o su «acojone», como él mismo explicó delante de cientos de alumnos en su primera aparición tras la noche electoral. «Podríamos ganar o darnos una hostia de proporciones bíblicas», habló en plata el líder de la formación de los círculos. Una frase que esconde un gran significado en la personalidad de Iglesias y quizá el comentario que muchos votantes esperaban en campaña de su boca y no por plasma. Esa gente quería verle y le hicieron la campaña para no desgastarle. Ahora se siente aturdido. «Se acabó la hipótesis Podemos, el estilo Podemos, la posibilidad de impugnaciones y se acabó la gramática que a nosotros nos permitía jugar con cierta soltura», dijo rotundo.

Valoran adaptarse al escenario político actual y no ir tanto por libre. Tras dar una de cal y otra de arena al PSOE, ahora propone a Sánchez «otro tipo de gobierno» u «otro tipo de acuerdo» dejando bien claro que al que le toca mover ficha es al líder socialista después del no ‘sorpasso’. Y si Sánchez vuelve a la carga, éstos volverán a dejar la decisión a las bases. Así lo ha dejado claro Iglesias: «Preguntaremos a nuestras bases. Son las bases las que deciden».

Iglesias llegó como líder nuevo para cambiarlo todo y se dio cuenta (tarde) de que para ganar, primero hay que observar, aprender y esperar. Su máximo rival lo tiene bien aprehendido y con la ‘calma mariana’ barrió todo el tablero político. «Cuando vas a jugar un partido nuevo, tienes que asumir que para poder ganar tienes que estudiar con mucho cuidado las posibilidades de perderlo. Eso es lo que vamos a hacer», asumió Iglesias este martes. Siempre sin perder su esencia: «Quédese usted con la casta, señora Celia Villalobos, que a nosotros ahí no nos va a ver», agregó.

Sus planes pasan por la continuidad de ese «bloque electoral» aunque matiza que deben seguir «trabajando juntos» pero «desde la independencia» de cada una de las organizaciones que con conforman, porque son «diferentes, con identidades y estilos diferentes». «Pero ese bloque electoral tiene que continuar», zanjó de cara al cónclave del sábado. Sus planes no pasan por la moderación que exige el otro espectro de Podemos. Por ello, les urge celebrar este congreso extraordinario y ‘depurar’ las «malas hierbas» cuanto antes, véase la confluencia con Izquierda Unida. La ventaja que llevan estos ‘girondinos’ es que el consejo ciudadano está compuesto por una mayoría de afines a Errejón, pero los foros son ‘pablistas’ y llevan gran peso. El fin de semana pinta divertido para la formación morada.

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