Fuerzas armadas

La OTAN quiere a España en primera línea: planea desplegar sus misiles Patriot en la frontera rusa

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Una batería Patriot española durante un ejercicio.

La invasión rusa de Ucrania ha desbaratado todos los planes que tenía la OTAN a corto, medio y largo plazo: las misiones actuales y las prioridades han cambiado radicalmente, y la Alianza ya trabaja en rediseñar todo su escenario estratégico, donde España será una pieza clave. Será clave en esa «redistribución de esfuerzos» y uno de los primeros cambios podría afectar a la misión española en Turquía: la Alianza trabaja para enviar la batería de misiles antiaéreos Patriot al Báltico o a Polonia.

Desde el año 2014, el Ejército de Tierra español tiene una batería de misiles Patriot desplegada en los alrededores del aeropuerto y la base aérea de Adana, en el sur de Turquía. Una misión ya veterana que se puso en marcha para defender el suelo turco de posibles ataques por parte del Estado Islámico u otras organizaciones en plena guerra de Siria. Una amenaza ahora prácticamente desactivada.

Sin embargo, tal y como explican fuentes militares bien posicionadas a OKDIARIO, en el cuartel general de la OTAN se ha puesto en duda la necesidad actual de esta misión, denominada Active Fence, teniendo en cuenta la situación provocada por la invasión rusa a Ucrania.

Sobre la mesa, adelantan, está la posibilidad de que esa batería de misiles Patriot, capaz de derribar amenazas aéreas -aeronaves, drones o misiles-, sea enviada a una ubicación «más necesaria» en estos momentos. Y se señalan dos: o los países Bálticos, los grandes amenazados por Rusia, o Polonia. El rediseño del equilibrio de fuerzas y misiones actuales aún está en fase inicial y «no hay nada establecido» aún, pero fuentes militares españolas consideran que podría producirse.

Este tipo de baterías de misiles están formadas por una estación de radar y control, así como por media docena de lanzadores del MIM-104 Patriot. De fabricación estadounidense, ganaron mucha fama por su uso masivo contra los Scud de Saddam Hussein en la Guerra del Golfo. Los misiles tienen una longitud de más de 5 metros, un alcance de unos 70 kilómetros y un coste unitario que supera el millón de dólares.

España en primera línea

Lo que sí le ha quedado claro al Gobierno de Sánchez, al Ministerio de Defensa y al Estado Mayor de la Defensa, tras las últimas reuniones de alto nivel en la OTAN, es que la Alianza quiere una «involucración total» de España en la respuesta actual a Rusia y en los futuros planes de disuasión que prepara la organización militar.

Eso pasa, dicen, por asentar el despliegue de tropas y material español en zonas fronterizas con Rusia, tal y como ocurre en el Báltico con los ocho cazas F-18 del Ala 12 de Torrejón que se acaban de desplegar en Lituania. O los seis obuses ATP M-109, seis carros Leopard y catorce blindados Pizarro que, junto con los 350 militares -próximamente serán 500-, llevan años defendiendo la frontera de Letonia con Rusia.

Reticencias turcas

Sin embargo, el plan de la OTAN para rediseñar el despliegue Patriot de España cuenta con un escollo: la negativa de Turquía a perder una defensa aérea tan importante. Pese a que la guerra en Siria ya ha dejado de ser una amenaza de primer orden, las fuentes militares consultadas aseguran que Turquía se resiste a retirar la batería Patriot, alegando que, en caso de una escalada con Rusia, Ankara también debería aplicar la cláusula de defensa mutua que le exige su pertenencia a la OTAN.

 

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