Junqueras sobre la suspensión de su tercer grado: «Nos tienen miedo»

fiscalía Oriol Junqueras
Oriol Junqueras en su pueblo.

El líder de ERC, Oriol Junqueras, ha sido uno de los primeros golpistas del 1-O en reaccionar tras la decisión del Juzgado de Vigilancia Penitenciaria número 5 de Cataluña de revocar el tercer grado de los políticos condenados por sedición. Junqueras asegura que «volvemos a constatar que nos tienen mucho miedo y por eso nos quieren cerrados. Para incidir en la política y en la sociedad catalana».

En un vídeo publicado en su cuenta de Twitter , ha defendido que la cárcel forma parte del camino hacia la independencia y ha convencido de que saldrán «para ganar». «Nosotros sabemos que esto forma parte del camino y que de la cárcel se sale, y que saldremos para ganar y para llevar a este país a la libertad», ha reivindicado.

El Juzgado de Vigilancia Penitenciariaha revocado el tercer grado (régimen de semilibertad) de los golpistas catalanes que tendrán que volver a prisión. «Se acuerda el efecto suspensivo de dicha calificación así como su tramitación preferente y urgente», ha indicado el tribunal, tras admitir el recurso planteado por la Fiscalía de Barcelona. La decisión afecta a los condenados Oriol Junqueras, líder de ERC, los exconsellers Joaquim Forn, y Raul Romeva; y, los activistas Jordi Sánchez y Jordi Cuixart.

A comienzos de este mismo mes, el Ministerio Público anunció que llevaría ante la Justicia las resoluciones de las juntas de tratamiento de los centros penitenciarios de Lledoners, en San Juan de Torruella (Barcelona), Puig de les Basses, en Figueras (Gerona) y la cárcel de mujeres Wad-Ras, en la capital catalana, tras proponer que los líderes independentistas sólo volviesen a dormir a la cárcel de domingo a jueves, pudiendo disfrutar de los fines de semana en sus domicilios y cerca de sus familias. La decisión administrativa dependió, en última instancia, de la Consejería de Justicia de la Generalitat que preside Quim Torra.

La Fiscalía no avaló que Torra beneficiase a los suyos con una semilibertad encubierta, cuando algunos de ellos, con penas que llegan hasta los 13 años de cárcel -en el caso de Junqueras- ni siquiera han cumplido una cuarta parte de la condena y no estaban arrepentidos.

No se puede «utilizar la progresión a tercer grado en fases tan iniciales de cumplimiento de la pena, como es el caso, como un modo de alterar la decisión condenatoria de la sentencia y su efectivo cumplimiento«, sostuvo la Fiscalía en su escrito. Además, a juicio de la Fiscalía, no se han cumplido «los fines de reeducación y resocialización», o no al menos con el alcance concreto que requieren en este caso los líderes separatistas, ya que todos ellos estaban integrados en la sociedad antes de cometer los delitos de sedición y malversación que les llevaron a ingresar en la cárcel.

Los presos no podrán volver a pisar la calle durante los próximos días una vez que reingresen en prisión esta tarde. Esto es, vuelven a quedar clasificados en segundo grado penitenciario. Sin embargo, se plantea la duda jurídica de si conservan el beneficio del 100.2 del reglamento penitenciario del que disfrutaban  y que el tercer grado dejó sin efecto. A la espera de que sus defensas presenten las apelaciones correspondientes, en un plazo máximo de 3 días, la única que lo tiene suspendido es Carme Forcadell, por decisión del Tribunal Supremo.

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