Orgullo Gay

El Orgullo se manifiesta en Madrid con el PSOE y Podemos divididos

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Madrid vuelve a ser escenario de una manifestación reivindicativa para celebrar el Orgullo. Y esta vez ha sido también el escenario que ha dejado patente la falta de unión entre PSOE y Podemos con la ‘ley trans’ como punto de ruptura.

La polémica ‘ley trans’ impulsada por el Ministerio de Igualdad de Irene Montero ha supuesto un nuevo punto de ruptura en el seno del Gobierno socialcomunista. La vicepresidenta segunda, Carmen Calvo, chocó frontalmente con Montero por el proyecto de ley. La bronca se ha trasladado este sábado a las calles de Madrid y más concretamente a la marcha del Orgullo.

Las dos formaciones que gobiernan España en coalición han decidido tirar por la calle de en medio y en lugar de compartir cabecera y pancarta, cada partido ha querido liderar la suya propia. Uno de los pocos incidentes que ha resaltado por encima de la fiesta ha sido una sentada de partidarios de no hacer recortes en la ley al paso de la pancarta del PSOE, que ha impedido a los representantes socialistas avanzar durante unos minutos.

También cabe destacar que durante la marcha sólo se han registrado algunos insultos en la cabecera de la pancarta de Ciudadanos. El partido naranja ha querido reivindicar su protagonismo en el Orgullo, pero la vicealcaldesa Begoña Villacís y el resto de representantes de Cs han sido recibidos con gritos de «¡fuera, fuera!». El partido ha sido escoltado en todo momento por agentes de la Policía para evitar altercados como los que se produjeron en anteriores convocatorias.

El Orgullo de 2021 no ha recuperado en la capital de España el fuste que solía mostrar en los años anteriores a la pandemia del Covid, cuando se convertía en uno de los eventos callejeros del año y atraía a miles de turistas de toda España y de todo el mundo. Sin embargo este año, a diferencia del anterior, sí ha habido una ligera celebración en forma de marcha reivindicativa, centrada en los derechos del colectivo trans.

La manifestación ha arrancado pasadas las 20:00 horas de la glorieta de Carlos V, conocida como glorieta de Atocha, y ha discurrido por el Paseo del Prado y el Paseo de Recoletos. Estaba previsto que el recorrido, finalizara a las 23:00 horas en la plaza de Colón. Una duración de alrededor de 3 horas. Los representantes de los diferentes partidos políticos han ido abandonando la marcha a medida que transcurría la noche.

Los manifestantes han estado distribuidos en cuatro columnas para lograr mantener esa distancia de seguridad que exigen las autoridades sanitarias para este tipo de eventos en tiempo de pandemia. Por supuesto, el uso de la mascarilla ha sido obligatorio en todo momento.

«Somos conscientes de lo frágil que es la situación sanitaria todavía, por eso, convocamos una manifestación distinta a las celebradas hasta ahora, en la que se pedirá responsabilidad a la ciudadanía y que se respeten las medidas de seguridad, la distancia social y el uso de la mascarilla», ha explicado Uge Sangil, presidenta de la FELGTB y organizadora de los actos de este año.

La organización ha insistido mucho a los participantes para que respeten en todo momento las reglas sanitarias, así como para que se protejan de las altas temperaturas que han dominado esta jornada de sábado en las calles de la capital. Muchos de los manifestantes llevaban botellas de agua, tal y como les requirieron previamente los organizadores.

La marcha, además, ha estado fuertemente vigilada por las fuerzas de seguridad para evitar que se incumplan las medidas de protección sanitarias exigidas por el Ministerio de Sanidad y por la Delegación del Gobierno de Madrid como requisito para permitir la concentración.

Polémica ‘ley trans’

La cita llega tan sólo unos días después de que el Consejo de Ministros validase la llamada ‘ley trans’, a propuesta de la ministra de Igualdad Irene Montero. Un texto polémico que ha puesto en pie de guerra a muchos de los colectivos feministas, que consideran que al eliminar el componente de género invalida buena parte de sus reivindicaciones como mujeres.

Pero también ha sido polémica por el impacto que puede generar en las familias. La negativa a respetar la «expresión de género» de los hijos será considerada un «indicador de riesgo» para que la Administración pueda llegar a intervenir en el ámbito familiar.

Así se recoge en la Ley para la igualdad real y efectiva de las personas trans y para la garantía de los derechos de las personas LGTBI, conocida como Ley Trans.

La negativa a aceptar la «expresión de género» -la forma en que este se manifiesta mediante el comportamiento y la apariencia y que no necesariamente está vinculado al sexo biológico- es uno de los motivos para que pueda llegar a considerarse que, en el ámbito familiar, existe una «situación de riesgo» para los menores.

En ese caso, el Estado activaría el protocolo establecido en la Ley Orgánica 1/1996, de 15 de enero, de Protección Jurídica del Menor, de modificación parcial del Código Civil y de la Ley de Enjuiciamiento Civil.

 

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