Órdago de Bildu a Sánchez: exige la libertad de 4 etarras con 2.403 años de cárcel por su «avanzada edad»
Entre ellos hay históricos pistoleros de la banda como 'Fiti' o 'Lola', responsables de asesinatos y secuestros
EH Bildu quiere cobrarse en este 2024 una de las promesas que le hizo el PSOE y que aún no ha visto satisfecha: la puesta en libertad de los presos de ETA con más de 70 años de edad. Son, en concreto, cuatro asesinos de la banda terrorista, entre los que están históricos como Fiti o Lola, que suman más de 2.400 años de prisión. La formación abertzale ya ha lanzado un ultimátum a los socialistas: si alguno de ellos termina muriendo en prisión, el pacto político Bildu-Sánchez se va a tambalear.
En la formación que dirige Arnaldo Otegi están convencidos de que éste será el año en que Gregorio Escudero Balerdi, Juan Manuel Inziarte Gallardo, Dolores López Resina Lola y Joseba Arregi Erostarbe Fiti saldrán definitivamente de prisión. Y lo harán, esta vez, sin interferencias de la Audiencia Nacional, que ya ha tumbado varios terceros grados y semilibertades a los presos de esta banda. Son los más veteranos de ETA entre rejas.
Tal y como indican fuentes abertzales a OKDIARIO, el PSOE se había comprometido a «solucionar» los casos de estos cuatro presos etarras facilitando su salida de prisión por «motivos humanitarios». Ni Bildu ni el Gobierno quieren que, en pleno noviazgo político, se les muera un preso de ETA en prisión. Si eso ocurre, explican desde Bildu, las relaciones entre abertzales y Gobierno pasarían por un bache significativo.
Según las estadísticas oficiales de Instituciones Penitenciarias, en España hay alrededor de 700 presos de más de 70 años. No existe ningún límite legal o norma explícita que apunte a que un preso, al alcanzar una determinada edad, debe salir en libertad o beneficiarse de un trato favorable. Sí hay una costumbre de evitar que aquellos condenados septuagenarios que tengan penas cortas que conlleven cárcel, la puedan eludir.
Los 4 veteranos de ETA
El de estos cuatro etarras no es el caso. Entre todos suman 2.403 años de prisión. Fiti, uno de los jefes que dirigió ETA en los ochenta y noventa, acumula la gran parte de ellos, con unos 2.000 años de cárcel a sus espaldas, aunque sólo cumplirá 26 como mucho: desde que entró en prisión, en 2000, ha recortado cuatro años en prisión, por lo que quedaría libre en 2026.
De sus 2.000 años de condena, un milenio completo corresponde a la muerte de Luis Delgado, un niño de dos años y medio que iba con sus padres en coche cuando explotó una furgoneta cargada de explosivos frente a la Dirección General de la Guardia Civil de Madrid en 1988. Sus padres, supervivientes pero heridos de extrema gravedad, no pudieron siquiera acudir al funeral de su hijo. Su padre, Luis Delgado, fue durante años secretario general de la Asociación de Víctimas del Terrorismo. En aquel atentado hubo otro asesinado, Jaime Bilbao, y 88 heridos de diversa gravedad, de los que 46 eran guardias civiles.
Bildu también solicita a Sánchez clemencia hacia la terrorista de ETA Lola. A sus espaldas acumula un largo historial criminal de asesinatos y secuestros, que suma 322 años de condena. De ellos, 102 son por un triple asesinato en Santander en 1992, 186 por otro en Barcelona. El resto, 34 años, se dividen a la par en dos secuestros: el de José María Aldaya en 1995 y el de Cosme Delclaux en 1996.
La lista de los septuagenarios a los que EH Bildu quiere amnistiar la cierran Gregorio Escudero Balerdi y Juan Manuel Inziarte Gallardo. El primero, condenado a 42 años de prisión; el segundo, a 39. A Inziarte, como a Fiti, el Gobierno vasco ya le otorgó un tercer grado y la salida de prisión en 2022, pero la Audiencia Nacional lo tumbó y le obligó a volver entre rejas.
Homenajes
Mientras, Sortu, la formación integrada en EH Bildu de la que proviene políticamente Arnaldo Otegi, se ha volcado esta Nochevieja con los presos de ETA que siguen cumpliendo condena en cárceles del País Vasco. Son aproximadamente unos 140, aunque el ritmo de excarcelaciones ha aumentado en los últimos meses. Sortu, además de organizar las ya tradicionales cenas etarras en las que en decenas de municipios se colocan mesas con las fotos de los terroristas de la localidad que están presos, también ha exigido la «amnistía total» para los reos de ETA.
El colectivo de presos etarras acelera hacia sus objetivos de 2024, que pasan por encontrar una «vía política» que haga posible la salida de prisión anticipada de lo que ellos denominan «presos políticos». Es un eufemismo para referirse al cerca de centenar y medio de miembros de la banda que cumplen condena por pertenencia a grupo terrorista y, muchos de ellos, por haber cometido o facilitado asesinatos.
Como suele ocurrir todos los años, el colectivo se muestra especialmente activo en la época navideña, especialmente al cierre del año. El 2023 no ha sido excepción: en decenas de municipios, Sortu y sus juventudes han instalado en zonas céntricas de los pueblos y ciudades una serie de mesas y sillas -vacías- con toda la vajilla y decoración preparada para comensales selectos: los etarras presos de esa misma localidad que no estarán en las cenas familiares al estar recluidos en una de las tres cárceles vascas. Estos homenajes han sido investigados en el pasado como apología del terrorismo.