La oportunidad del viaje de los Reyes a Cuba
A pesar de que Cuba sigue siendo el único país de habla hispana al que ningún Rey de España ha podido efectuar nunca un viaje de Estado, parece haber una especie de maldición que ha impedido hasta ahora que se pueda hacer esa visita con normalidad y en ausencia de polémica. De todos es sabido que el Rey Juan Carlos se quedó con ganas de realizar una visita de estado a la isla durante el mandato de Fidel Castro. La última vez que intentó convencer al Gobierno de la conveniencia de visitar Cuba, durante el mandato de José María Aznar, a pesar del régimen no democrático y autoritario del dictador Fidel Castro, el Presidente conservador se opuso frontalmente a la visita oficial. El Monarca anterior se tuvo que conformar con asistir a la Cumbre Iberoamericana que se celebró en La Habana, en la que Castro tuvo unos cuantos detalles y atenciones especiales con el Jefe del Estado español.
Ahora, parece que el Gobierno ha decidido de manera apresurada, sin que esas prisas se justifiquen, que los Reyes Felipe y Letizia viajen a Cuba en los días posteriores a las elecciones generales del 10 de Noviembre. Es verdad que la visita de Estado aún no se ha anunciado oficialmente por parte de España ni por la de Cuba pero todo parece indicar que el Ministro de Asuntos Exteriores José Borrell acordó en su viaje reciente a La Habana con el Presidente Miguel Díaz-Canel la visita de los Reyes a la isla para estar presentes en los actos conmemorativos de los 500 años de la fundación de la capital cubana.
En medios políticos y diplomáticos se considera esta visita a Cuba de los Reyes, después de dos intentos frustrados cuya suspensión fue poco aclarada por el gobierno de Rajoy primero y de Pedro Sánchez después, un poco precipitada en la va a faltar el tiempo de preparación necesaria para acordar el programa. Sobre todo en un país tan peculiar como Cuba, cuyo régimen sigue sin emprender medidas de apertura que hagan pensar que hay voluntad por parte de Díaz-Canel de iniciar un proceso de democratización urgente y necesario.
Tampoco la fecha elegida, inmediatamente después de una consulta general a los ciudadanos españoles de resultados inciertos, ya que no parece que vaya a haber un ganador que obtenga la mayoría suficiente para formar gobierno fácilmente. Está claro, sin embargo, que la Casa Real acatará el criterio del Gobierno y de los responsables de la política exterior española y aunque haya dudas en el Palacio de la Zarzuela sobre la oportunidad del viaje, los Reyes harán lo que sea conveniente para las relaciones exteriores del país. Habrá que estar al tanto de lo que ocurra finalmente con el viaje de don Felipe y doña Letizia a la isla cuya población se vanagloria de tener varios abuelos y familiares españoles que emigraron a Cuba para buscar una vida mejor.