La nueva directora del Instituto de la Mujer pide poner a las prostitutas en los polígonos industriales
Se avecina una nueva guerra civil en el seno del feminismo oficial. Mientras la vicepresidenta Carmen Calvo y la ministra Irene Montero anuncian su voluntad de prohibir la prostitución, la nueva directora del Instituto de las Mujeres, María Antonia Morillas, se muestra partidaria de habilitar solares en los polígonos industriales para que las prostitutas puedan atender a sus clientes.
Podemos ha anunciado que el Consejo de Ministros aprobará el próximo martes (en la misma jornada de las elecciones del 4M) el nombramiento de Morillas como directora del Instituto de las Mujeres. Sustituirá a Beatriz Gimeno, quien ha abandonado el cargo para ocupar el puesto número 4 en la candidatura de Unidas Podemos a la Comunidad de Madrid. El principal hito en la gestión de Gimeno al frente de este organismo ha sido cambiarle el nombre, que ha pasado de Instituto de la Mujer a Instituto de las Mujeres.
Nacida en Torredonjimeno (Jaén) en 1982, María Antonia Morillas González es licenciada en Comunicación Audiovisual. Ha sido concejal en el Ayuntamiento de Málaga y portavoz de Izquierda Unida (IU) en la Diputación Provincial de Málaga entre 2011 y 2015. En la actualidad, es coordinadora de feminismo en IU de Andalucía.
Con este nombramiento, Pablo Iglesias e Irene Montero pretenden reforzar el papel de Unidas Podemos en Andalucía, frente a la nueva formación de Teresa Rodríguez y Kichi, Adelante Andalucía. Pero las ideas que defiende la nueva directora del Instituto de las Mujeres chocan abiertamente con la ortodoxia feminista defendida por la ministra de Igualdad, Irene Montero.
Quiere regular la prostitución
Como portavoz de IU en el Ayuntamiento de Málaga, Antonia Morillas exigió en junio de 2014 al alcalde popular Francisco de La Torre que buscara un solar en el polígono industrial Guadalhorce para que las prostitutas puedan ejercer «en condiciones de higiene y seguridad». «Las prostitutas son víctimas y necesitan el apoyo del Consistorio», argumentó.
El Ayuntamiento de Málaga había aprobado en 2012 su nueva Ordenanza para la Convivencia Ciudadana, que prevé multas de hasta 1.500 euros para los clientes de la prostitución y sanciones de menor cuantía para las prostitutas.
La entonces portavoz de IU apoyó públicamente el recurso que la Sociedad Andaluza de Juristas para la Defensa de los Derechos Humanos había interpuesto ante el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) para intentar anular esta ordenanza, por considerar que «criminaliza» a las prostitutas.
Maria Antonia Morillas defendió en el Ayuntamiento de Málaga la necesidad de regular la prostitución, no sólo desde el ámbito de la seguridad y la convivencia ciudadana, sino también desde punto de vista «laboral, social y sanitario».
«Criminalizar, señalar y expulsar a las prostitutas no es la vía para atender este problema», afirmó Antonia Morillas en declaraciones recogidas por la Cadena Ser el 15 de junio de 2014, «y eso es precisamente lo que se ha hecho con la Ordenanza de Convivencia, donde se sanciona a las prostitutas, incluso por la vía penal, cuando hoy por hoy no es una cuestión ilegal».
Esta posición de la directora del Instituto de las Mujeres abre un nuevo frente en el feminismo oficial, pues tanto la vicepresidenta Carmen Calvo como la ministra de Igualdad, Irene Montero (quien ha propuesto el nombramiento de Morillas), se han comprometido públicamente a «abolir la prostitución». Ninguna de las dos ha explicado cómo esperan conseguirlo.
El PSOE quiere ir un poco más lejos y, de acuerdo con la propuesta de su diputada Andrea Fernández, también quiere prohibir la pornografía. Todo ello, en medio de la pugna entre Carmen Calvo (PSOE) e Irene Montero (Podemos) por liderar el feminismo oficial.
Ambos partidos ya se han enfrentado por el proyecto de Ley Trans que quiere sacar adelante, contra viento y marea, la ministra Irene Montero. La norma permitirá a cualquier ciudadano cambiar legalmente de sexo con sólo firmar un papel, sin necesidad de que medie un diagnóstico psicológico o un tratamiento médico.
Sin acuerdo sobre la Ley Trans
Las asociaciones feministas próximas al PSOE se oponen a esta iniciativa alegando que permitirá la entrada de varones en todas las categorías de deporte femenino, blindará a los maltratadores (si se definen como «mujer», ya no podrán ser juzgados con la Ley 1/2004 de Violencia de Género) y amenazará la seguridad física de las mujeres en espacios no mixtos como los aseos, vestuarios y cárceles (a los que podrá acceder cualquier hombre con sólo autoproclamarse «mujer).
Podemos ha anunciado que uno de los principales cometidos de Antonia Morillas como directora del Instituto de las Mujeres será impulsar una reforma de la Ley del Aborto (para que puedan acogerse a ella las menores de edad, a partir de los 16 años, sin consentimiento de sus padres) y prohibir la gestación subrogada.