Los negocios de Barcelona hartos de las manifestaciones: «No podemos más, cada vez hay menos clientes»
OKDIARIO ha recorrido varios negocios de la Ciudad Condal para ver cómo están llevando las constantes manifestaciones derivadas del desafío independentista de Carles Puigdemont. «Estamos cansados», explicaba uno, «sólo queremos que se solucione todo para poder volver a la normalidad».
Una normalidad que llevan sin ver «desde hace meses», pero que «se está acentuando en las últimas semanas». Los negocios consultados por este periódico reconocen haber perdido «cerca del 50% de la facturación respecto al mismo mes del año anterior». El motivo, además de los obligados cierres por las distintas concentraciones, reside también en el estado anímico de los barceloneses y la caída del turismo en la región.
«¿Para que pagamos a los políticos?», se preguntaba la dueña de un restaurante, que se quejaba de que ella paga sus impuestos «para que ellos curren». Además, la misma mujer explicaba que «hemos tenido que cancelar varios eventos cerrados» porque los propios clientes reconocen directamente que hay «demasiado lío en Barcelona», motivo por el cual prefieren trasladar sus eventos a otras zonas de España.
También un hostelero de un restaurante asiático reconocía que, aunque de momento no ha tenido que cerrar su local, sí ha notado un importante descenso del negocio. «Estamos cansados de todo esto», explicaba.
La dueña de una pastelería en pleno centro de Barcelona también achacaba la caída del volumen de negocio a la deriva independentista de Carles Puigdemont. «Los políticos parece que no se dan cuenta de que nos están perjudicando a todos los negocios», subrayaba la dueña del negocio.
Y es que incluso los bares más nacionalistas dejan de lado su sentimiento, por el dinero que están dejando de ganar. «Las manifestaciones de momento están siendo pacíficas, pero la gente no tiene ya ni ganas de salir a tomar algo».
Así, en absolutamente todos los negocios en los que hemos entrado nos hemos topado con la misma sensación: hartazgo.