Moncloa reúne a 70 familias de víctimas de Franco para decirles que sólo ha podido exhumar a cuatro
El Gobierno admite la "dificultad" de la exhumación de las víctimas enterradas en el Valle de los Caídos
Sólo 15 familias de los 30.000 enterrados en el Valle piden la exhumación con la ley de Sánchez y Bildu
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El Gobierno ha iniciado las labores de exhumación del Valle de los Caídos constatando la «máxima dificultad» de los trabajos. Así se lo ha comunicado a los propios familiares de las víctimas de Franco allí enterradas. El pasado 10 de julio, el Ministerio de la Presidencia convocó a 70 familias de los inhumados para informarles de los avances en la búsqueda e identificación de los restos depositados en las criptas de la Capilla del Santo Sepulcro. En ese encuentro, se les anunció el hallazgo de restos de 12 civiles asesinados por falangistas en 1936, procedentes de Navalmoral de la Sierra y de Pajares de Adaja, (Ávila). Tras el análisis forense, sólo cuatro pudieron ser identificados.
Pese al empeño de Pedro Sánchez de convertir la autodenominada «memoria democrática» en una de sus banderas, lo cierto es que apenas suscita interés ni entre las propias víctimas. Según los datos facilitados por Moncloa, sólo 133 familiares de enterrados en el Valle de los Caídos han reclamado su exhumación.
En junio, el propio Ejecutivo admitió, a una petición de información de OKDIARIO, que desde la entrada en vigor de la ley -el pasado octubre- apenas había recibido 15 solicitudes de exhumación de víctimas de Franco. Una cifra mínima si se tiene en cuenta que en el Valle de los Caídos (ahora renombrado como Cuelgamuros) reposan los restos de más de 30.000 personas, según el dato que siempre se ha dado como aceptado.
Grandes dificultades
El propio Gobierno reconoce que las dificultades técnicas que entrañan los trabajos de búsqueda de los inhumados son muy grandes y entrar en las criptas no garantiza que se localicen los cuerpos, o que posteriormente puedan ser identificados. Según admitió en su día Presidencia, el proceso es el «más complejo» de los que se han acometido en nuestro país y será largo en el tiempo debido al estado de las criptas.
De hecho, un estudio encargado por el Ejecutivo en 2011 concluye que «al no existir un registro de entrada que asegure el contenido de los columbarios, la posibilidad de conocer el número de restos óseos que lo componen es muy limitado».
«La identificación individual de los restos óseos depositados en las criptas y/o capillas queda casi imposibilitada, dado el estado de los columbarios observados y el esparcimiento de los restos por las criptas y/o capillas», se recoge en el documento.
En el documento se explica el avanzado estado de deterioro en las criptas, con huesos mezclados, «además de una muy probable separación de restos óseos de un mismo individuo en diferentes lugares», lo que dificulta extraordinariamente el proceso de exhumación e identificación.