Moncloa desafía a la UE: disparará el gasto dando por hecho que Bruselas no le sancionará

Pedro Sánchez @Getty
Pedro Sánchez @Getty
Carlos Cuesta

Pedro Sánchez está dispuesto a lo que sea con tal de gobernar y, entre ese ‘lo que sea’, se encuentra incluso el hecho de desafiar a la Unión Europea (UE) diciendo que va a cumplir con los compromisos de control del gasto y del déficit e incumpliendo posteriormente sus compromisos.

Esto es literalmente lo que ha prometido el PSOE: mantener una apariencia de lealtad a Europa y hacer, acto seguido, lo que le exijan sus socios en materia de gasto público con tal de contentar a todos los potenciales aliados que necesita el candidato socialista para mantenerse en el Palacio de la Moncloa.

Así de rotunda es la explicación que han dado los propios negociadores internamente a Podemos. La exigencia de los hombres de Pablo Iglesias ha sido literalmente la de que se debe gastar en la próxima legislatura lo que exijan los anuncios electorales lanzados en materia de pensiones, vivienda social, garantía de suministro eléctrico a persona de bajos ingresos, becas, ayudas a víctimas de violencia de género, etc. Y, sí, efectivamente, Bruselas dice lo contrario, así que desafiarán a la Unión Europea (UE).

El PSOE, por su parte, lo ha aceptado como premisa de la negociación con Podemos y afirma internamente, además, que con un segundo parámetro adicional: el de que con el Brexit, la situación de Italia, las barreras comerciales de EEUU, y una crisis internacional llamando a las puertas, Bruselas no se atreverá a sancionar a España por el impacto de imagen que supondría para toda la UE.

Un desafío abierto y en toda regla que Bruselas empieza a temerse. La UE, de hecho, ya ha advertido a Sánchez del peligro de los pactos que cierra y negocia en estos momentos con Podemos y los separatistas. Sin embargo, Iglesias no sólo no se ha bajado de su carta a los Reyes Magos, sino que, además, ha reclamado dinamitar los mecanismos generales de control del gasto pactados con la UE: de forma genérica y, en especial, cargarse los “techos de gasto” para pasar a tener “suelos de ingresos”. Es decir, que su derroche no sea controlado, sino financiado.

El plan de Podemos afecta a las comunidades autónomas: pasa por “reformar el sistema de financiación autonómica para hacerlo más justo y que exista un suelo de ingresos efectivos para financiar servicios públicos dignos en toda España”. De este modo, el sistema de financiación autonómica que Iglesias reclama a Sánchez “se diseñará en diálogo con todas las comunidades autónomas, de manera vinculada a una reforma fiscal y a la solución del problema de las deudas autonómicas producidas por la infrafinanciación”.

Así, el nuevo sistema deberá garantizar, según Podemos, que se alcancen, al menos, tres condiciones. La primera de ellas es que “en lugar de estar basado en un «techo de gasto», que impide que los derechos de la ciudadanía sean efectivos por la vía de limitar los recursos de las Autonomías para prestar servicios públicos, se basará en un suelo de ingresos”. Un hecho que «permitirá financiar servicios públicos dignos en toda España” –todas las comunidades autónomas deberán recibir más financiación que la que reciben en la actualidad– y se reducirá “la desigualdad territorial en cuanto a financiación”.

En resumen, más dinero para todas las autonomías y menos control para el propio Gobierno español y, sobre todo, para Bruselas. Sin embargo, sus exigencias afectarán, además, a todo el conjunto del Estado porque Iglesias quiere desafiar un artículo de la Constitución. Concretamente, el artículo 135, el mismo que garantiza que España acata lo que diga la Unión Europea (UE) en materia de control del gasto y de reconducción del déficit.

Un artículo básico para evitar que España pueda entrar en riesgo en la próxima crisis y que Iglesias ha prometido a sus cuadros que erradicará. 
Podemos insiste en vulnerar esos mismos principios de control del déficit y el PSOE no está por la labor de frenar a los de Iglesias. Básicamente porque sin los morados, Sánchez no tiene Gobierno.

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