4M / Las elecciones generales de Madrid

La medida estrella de Mónica García: «Crianza compartida” y nodrizas como en la España de hace un siglo

Mónica García
Mónica García, líder de Más Madrid en la Asamblea.
Carlos Cuesta

Más Madrid ha decidido hacer un viaje al pasado en su programa electoral. Un viaje a la España de las nodrizas. Una involución hacia el mundo de la “crianza compartida” de los niños. El programa electoral de Más Madrid, el partido de Mónica García e Iñigo Errejón, plantea nada menos que el incentivo de “proyectos de crianza compartida como agentes comunitarios”.

Y para ello, pretenden “reconocer e incluir a los proyectos de crianza compartida como agentes comunitarios a los que facilitar la obtención de licencias y apoyos institucionales”.

Una vuelta a las ideas de los niños cuidados poco menos que con nodrizas. Poco menos que en comunas o “tribus”, como afirmaba la Candidatura d’Unitat Popular (CUP) hace años.

Hay que recordar que ese tipo de proyectos ya han rondado la cabeza de otros líderes comunistas. Así ocurrió con Anna Gabriel, que en 2016 sorprendió a la opinión pública con su propuesta de que las mujeres dejasen de usar compresas o tampones para priorizar «métodos alternativos de recogida del sangrado»; o con otra idea progresista como la de tener “hijos en común”. En “tribus”.

En declaraciones a Catalunya Ràdio, la entonces diputada en el Parlamento de Cataluña Anna Gabriel -antes de que se fugase por miedo al juicio del 1-O- planteó la idea de «tener hijos en común y en colectivo» como hacen en las «tribus».

Gabriel dejó claro entonces que le «satisfaría la idea» de que los niños nacieran en ese entorno y que fueran educados por el «colectivo».
Gabriel fue a más y afirmó que, de ese modo, «no hay sentimiento de pertenencia» y son seres «que has parido tú con los demás», evitando, de esa manera, lo que ella consideraba una «lógica perversa» y «poco enriquecedora»: la familia, la fórmula tradicional. Porque, de nuevo según su particular versión, alguien nacido «en familia» tiende a ser «más conservador».

El siguiente paso en esta peculiar forma de pensar lo dio la ministra de Educación y Formación Profesional, Isabel Celaá, cuando aseguró que “no podemos pensar de ninguna de las maneras que los hijos pertenecen a los padres». La ex portavoz del Gobierno hizo esta afirmación mientras criticaba la adopción del pin parental por parte del Gobierno de la Región de Murcia. Celaá afirmó que «el derecho asistencial que asiste a una persona le asiste desde el nacimiento» y afirmó que «es un derecho fundamental del menor».

Ahora Mónica García avanza en esta idea para “criar” de forma “compartida” a los niños.

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